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— Taeyong-ha, ¿cual es tu problema? — Le preguntó apenas abro la puerta de mi departamento, él solo me mira haciendo una mueca que expresa estar triste. — ¿Qué quieres?
—¿Puedo entrar al menos? — Señala con su cabeza y mira alrededor al corredor vacío. — Hablarte desde aquí no es cómodo y tampoco me da confianza.
— ¿Vas a ser un odioso conmigo? — Niega rápidamente y entre cierro los ojos, pone su mano sobre su pecho y sonríe. — Bien, te dejaré ingresar solo con esa condición, pero si cruzas la línea te pateare fuera de aquí, mi habitación es la primera puerta, iré enseguida, ¿quieres algo de comer o beber?.
Niega y solo camina cabizbajo hacía mi habitación después de quitar sus zapatillas, esperaba que fuera sarcástico y respondiera, pero al parecer algo lo tiene con la cabeza en otro lado, haciéndome cuestionar, por qué está así y aquí además. Su mensaje fue inesperado y me pilló de sorpresa, al decir que necesitaba verme con urgencia, después de casi un mes sin saber uno del otro, desde que me salí del grupo que creo entre los cuatros por ser tan insistentes en que los viéramos. Así que voy por unas gaseosas para animarme a cualquier cosa que tenga que decirme, siendo el, no me espero nada agradable.
— ¿Por qué acabo de ver a un atractivo chico entrar a tu habitación? — Na-Ri me sonríe elevando sus cejas como siempre y ruedo los ojos mientras voy saliendo de la cocina. — ¿Has superado ya al idiota?
Otra vez, le he omitido información a mi amiga, no sabe que lo solucionamos con Jaehyun y que incluso, otra vez está colándose en mi habitación sin que ella lo note, quizás si lo sabe, pero es gracioso ver cómo finge que no o como dice que lo detesta pero en realidad lo aprecia.
— Él solo es Taeyong. — Le digo y abre la boca sorprendida, si, le hable sobre él. — Algo sucede y quiere hablar conmigo, no lo mal pienses, es algo así como un amigo o más bien conocido del pasado.
— ¡Uy! — Exclama tomando mi brazo emocionada. — ¿Va confesarse al fin? — Susurra y la empujó para esquivarla e alejarla. — Bruta.
— No me molestes Na-Ri, no estoy de ánimo estos días. — Le digo y asiente con una sonrisa falsa.
— Lo siento, solo bromeaba.
Ingreso a mi habitación después de dejar a mi compañera rebuscando algún chocolate en los estantes de la cocina, aquellos que ella misma escondió antes. Taeyong está de pie al medio de la habitación, estático como si no quisiese tocar nada que provenga de mi, pero es solo por que esta incómodo y jamás habíamos tenido algún encuentro en el que no estuviese Ten de por medio, mucho menos había ingresado en mi propiedad, así que me siento en la cama esperando que lo haga también o al menos que tome asiento en la silla del escritorio, pero él solo sigue ahí de pie.
— ¿Cual es el problema? — Irritada preguntó. — Estoy perdiendo un poco la paciencia por que no dices nada y no puedo ayudarte si no me dices que sucede, ¿que te tiene tan extraño y aquí en mi departamento?
