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Me muevo por la habitación nerviosa masticando una goma de mascar sabor arándanos y reventando los globos que hago, mientras miro el celular, la pantalla y el registro de llamadas recientes que he hecho

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Me muevo por la habitación nerviosa masticando una goma de mascar sabor arándanos y reventando los globos que hago, mientras miro el celular, la pantalla y el registro de llamadas recientes que he hecho.

Más de cinco veces he intentando llamarlo, pero mi orgullo no me lo permite, haciendo que corte antes de que suene el primero timbre y que él se de cuenta que estoy intentando contactarlo, son las cinco de la tarde siendo jueves, quiero verlo y hablar con él, simplemente estar con él hoy o incluso más días.
Por qué, después del martes en la noche, cuando me beso frente a mi puerta y me abrazo, pidiéndome que descansara y que le hable si me siento mal, me hizo temblar de forma romántica, causando que no deje de pensar en él, si no hubiese porque venía con Taeyong él se abría quedado a cuidarme aún que yo me encontraba en perfectas condiciones.

Na-Ri entra en la habitación sin respetar mi regla de golpear antes de ingresar, así que me asusta sorprendiéndome, como si me hubiese atrapado en algo malo y aferró el celular a mi pecho sentándome en la cama bloqueándolo.

— ¿Por qué estás así? — Se sienta a mi lado y se ríe. — ¿Estabas enviándole fotografías desnuda? Te atrape, vaya Min-Su. — Vuelve a reír. — No me sorprende la verdad, déjame verlas.

— No seas ridícula, yo no hago esas cosas. — Suspiro. — Estaba..

Ella se ríe fuerte, esta vez con ganas de burlarse de mi, cortando mis palabras y la miro sin entender por qué, frunzo las cejas y aprieto los labios.

— Hazlo, llámalo. — Me anima. — Estará contento de ver tu interés y qué quieres saber sobre el, anímate, solo marca y espera que conteste, no es nada del otro mundo.

— ¿Y que le dire? — Preguntó antes de arrepentirme. — La mayor parte del tiempo es él quién llama, para decirme que vaya a su casa, yo solo envío mensajes de textos con dos palabras.

Lleva su mano a su oreja, fingiendo que es un celular de forma antigua y sonríe mirándome, mueve su cabello como si me imitara y me cruzo de brazos por qué jamás muevo el cabello así, de un lado a otro exageradamente, apenas si me cepillo.

— Hola guapo, ¿que estás haciendo? — Intenta imitar mi aterciopelada voz, pero tose por el esfuerzo. — Sabes, yo quiero verte ahora, ¿puedes venir? o yo iré a tu casa y haremos lo nuestro.

— No, eso suena como algo que hacemos siempre y no es lo que quiero. — Niego y reviento otro globo de goma de mascar. — Me gustaría, salir con él, pero no estoy segura de que sea correcto, podría alguien vernos, sus amigos o conocidos de mi madre.

— Llévalo a un lugar lejos de aquí. — Dice. — A la isla jaejun o Itaewon, ahí pasarán desapercibidos. — Busca alrededor de mi habitación más goma de mascar, hasta encontrarla sobre la mesa de noche. — Pero dime Min, ¿por qué no quieres que nadie se entere de ustedes juntos?, se que tú madre es una de las razones, pero ella no puede obligarte a no querer, entiendo que te crió de esa forma peculiar, pero eso no quiere decir que tú no puedas sentir o enamorarte, ¿él te gusta, no es así?

 𝘉𝘶𝘳𝘯𝘪𝘯𝘨     | |     J. Jaehyun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora