☼ 26-

1.2K 129 14
                                    

— ¡Oh! ¡oh! Min deténte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Oh! ¡oh! Min deténte. — Exclama curvándose bajo de mi por mis movimientos, excitado y a la vez divertido por qué le causo cosquillas, se ríe con voz ronca y sensual.— No hagas esto ahora, tengo que irme y lo sabes, así que detente por favor.

Ruega con desesperación y me muevo sobre su cuerpo conectándonos en una fricción afrodisíaca, sin dejar de besar su cuello dejando pequeños y suaves besos, mordisqueando de vez en cuando también, volviéndolo un caos entre no saber si seguirme o alejarme.
Pero es más responsable que yo y decide ir por el lado bueno, lo escucho gemir mientras otra vez me advierte que tiene que irse y que no podemos hacerlo aún que sea lo que más queremos ahora, pero las ganas de estar así con él son más grandes con cada segundo transcurrido, no me importa que mi madre esté por venir, prefiero hacerla esperar que dejarlo ir, sobre todo porque estamos excitados.

— Calla Jae, no quiero que te vayas. — Mordisqueó su hombro por sobre su playera y se queja. — No ahora.

— No hagas eso o no nos podremos detener. — Susurra. — Min-Suu.

Niego arrugando la nariz, lo miro y sonríe, invitándome a seguir con lo nuestro pero cuando voy a besarlo, sujeta mis manos y me gira sobre la cama, quedándose sobre mi el esta vez, me hace reír y sube nuestra manos unidas hasta que quedan a los lados de mi cabeza y acerca su rostro al mío, su respiración agitada se mezcla con la mía, lame sus labios lentamente.

— Tu mamá llegará pronto, cuando se vaya llámame y volveré, en ese momento podremos seguir con lo nuestro sin detenernos, pero ahora ella vendrá y tienes que arreglarte.

Hago una mueca y niego otra vez, se ríe y comienza a levantarse, pero lo sujeto atrapándolo sin fuerza y vuelvo a girarlo dejándolo bajo de mi, me siento a horcajadas sobre su torso.

— Aún tenemos tiempo. — Beso su cuello otra vez y suspira pero a la vez gime. — Ya estoy...

El timbre me interrumpe cuando voy a admitirle que estoy preparada y excitada, me quejo en exceso, aferrándome a él, prácticamente haciendo un berrinche abrazándome a su cuerpo, me deja a un lado cuando suena por segunda vez el timbre y sale de la cama arreglándose el caos con su ropa que he dejado y me pongo de pie siguiéndolo.

— Vuelve apenas ella se marche. — Insisto. — Y trae algo de comer deliciosos.

— Si. — Acaricia mi mejilla con su pulgar. — Tenemos que terminar con la tortura que me estabas causando, voy a vengarme.

Ambos caminamos hacía la puerta donde el timbre vuelve a sonar insistente. Me preparo para la conversación pendiente que tengo con mi madre y para ver su rostro cuando vea que Jaehyun está aquí.
Lentamente abro y el me anima acariciando mi espalda, la mujer que me dio la vida, ni siquiera nos mira o saluda, Jaehyun cortésmente le hace una reverencia que ella ignora, la mujer solo ingresa en el departamento en dirección a la cocina, donde obviamente va a prepararse alguna tasa de té.

— Hasta luego, volveré. — Jaehyun besa rápido mis labios y se marcha, cierro la puerta y camino hasta el sofá donde mi madre toma de su taza de té interesada en mirar el alrededor, pero no existe el desorden mientras Na-Ri no se encuentre, con suerte suelo estar en mi habitación y respirar en ella, aún que si las plantas están poniéndose feas incluso aún que las he regado, no tengo un don con las plantas como mi compañera de departamento.

— Ven y siéntate aquí Min-Su, no tenemos todo el día. — Su voz siempre ha sido muy fría mezclándose con todo de ella.

— ¿Que sucede mamá? — Me siento muy lejos, sin intención es de mirarla, presiento que me hará querer cambiar de parecer respecto a Jaehyun. Pero no quiero que sea así, estoy admitiendo todos mis sentimientos, estoy queriéndolo y no quiero arruinarlo, no con él. — ¿Que necesitas aclararme?

— ¿Lo has estado haciendo bien? — Cuestiona cruzando sus piernas. — ¿La universidad y el trabajo?

— Si, todo a ido bien.

— Bien, me alegro es lo único en lo que tienes que enfocarte. — Dice y sus palabras no parecen encajar con su rostro. — Voy a ir directo a lo que vine para marcharme lo antes posible, se que no tanto tú como yo estamos disfrutando de esto, así que dime, ¿Que sientes por el? — Ruedo los ojos suspirando. — Háblame con claridad, no quiero entrometerme ahora, estás viviendo tu vida y voy a dejarte hacerlo, solo quiero estar segura de que él no sea como los demás, porque eres importante.

Me sorprendo de lo que dice, desde cuando no quiere entrometerse en mi vida y dejarme vivirla, quiero saber cómo es que se ha dado cuenta que ya no tiene opiniones sobre mi.

— Me gusta, mucho y te lo dije antes. — Me encojo de hombros y ella me mira atenta. — Me gusta estar con él, me gusta como me hace sentir y todo lo que hace por mi, él no es como Dong-Yul o el resto de hombres que han sido despreciables conmigo, por primera vez, Jaehyun no solo ve mi belleza mamá, me ha tenido paciencia incluso cuando le dije que no se querer, cuando lo mande al carajo después de algunas semanas y cuando herí sus sentimientos por no controlar mi frialdad o egoísmo.

— ¿Estas segura?

— Si, no estamos sólo saliendo o algo así, llevamos casi seis meses juntos. — Ella parece muy sorprendida y se interesa en mi. — Lo conocí en el cumpleaños de Te-Taeyong, nos llevamos bien de inmediato, congeniamos y comenzamos a vernos, le dije que, no quería algo formal y no me presiono, solo espero y me enseño a apreciarlo, es un gran hombre.

— Bien. — Sorbe de su taza, como si estuviese harta de la conversación, incluso cuando siento que para mi recién a comenzado, podría hablar sin parar de lo increíble que es Jaehyun. — Solo quiero decirte que.. lo he pensando bastante y estoy feliz por ti, no voy a entrometerme, no voy a decirte que esto está mal, no voy a... solo quiero que sepas, que te apoyaré.

No luce en absoluto feliz por ninguna de sus palabras, solo está ahí seria con su tasa de té cerca de sus labios.
¿Cual es la razón ahora para estarlo? No quiero darle vueltas al asunto, quiero apreciar este momento por que ella jamás ha estado feliz conmigo por algo, ni siquiera por mis calificaciones o por lo que fuera, siempre me exigió ser más.

— Gracias mamá, aprecio que ahora me dejes ser yo misma.

Admitirle que espere esas palabras toda mi vida no es algo que haría y que mucho menos si ella esperaría, así que solo me quedo callada luego.

— Tengo reserva en un restaurante, llama a ese muchacho dile que se arregle y vuelva aquí. — Se me erizan los bellos. — Necesito oír sus palabras de cuando te aprecia para quedarme más conforme, tengo que conocerlo bien.

Ella se pone de pie cuando finaliza su té y vuelve a la cocina. Me quedo en mi lugar, estupefacta, sorprendida y todo lo que tenga que ver con lo inesperado que fueron sus palabras.

— ¿Que haces? — Me sorprende. — ¡Apresúrate y arréglate también!

 𝘉𝘶𝘳𝘯𝘪𝘯𝘨     | |     J. Jaehyun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora