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Me dedico a ver el celular que compre, menos moderno y genial que no tiene nada interesante más que para enviar mensajes por la típica aplicación. Solo me escondo detrás de este, para evitar hacer contacto visual con Jaehyun que está frente a mí sonriéndome con sus hoyuelos encantadores y solo siendo portentoso, esperando que le diga mientras esperamos, que Ten se digne a aparecer de una vez, quién por segunda ocasión me a engaño diciendo que sólo estaríamos los dos.
Nos damos miradas, ansiosas y coquetas que demuestran las ganas que tenemos de irnos de aquí. Ambos, Jaehyun y yo hemos llegado alrededor de diez minutos antes, él en particular hoy luce bien, atractivo y me cuesta mirarlo sin sentirme un poco nerviosa.
— Te ves preciosa. — Susurra mirándome fijamente, pero desvió la mirada hacía la entrada a ver si Ten viene. — ¿Nos veremos por la noche?
Me muerdo la lengua por admitirle que él también se ve bien hoy, que el color rosa le sienta a la perfección con su pálida piel de porcelana y toda su amabilidad que se refleja en sus expresiones. Desde el fin de semana anterior, me prometí intentar demostrar lo que no me atrevo a admitir que siento, desde mi corazón un poco alterado cuando lo veo hasta la ganas de admitirle que me encanta todo de él.
— Solo si tú quieres, por que yo si quiero. — Miro la hora en mi celular, no interesada en prestarle más atención o no podré dejar de sonreírle y pedirle que dejemos plantado a Ten.
— Si quiero, podríamos pedir algo de comida, algo diferente y ver una película, estar juntos o ¿quieres salir?... podríamos ir a una función del cine a la media noche. — Indiscretamente comienza a acercar su mano sobre la mesa hacía la mía y dejo que sus dedos jugueteen con los míos. Permitiéndome sentir cosquilleos agradables y ganas de tocarlo también. — Me alegro que no cambiaras el color de tu cabello, por qué ese te queda maravilloso, olvidé decírtelo antes.
Ya me lo ha dicho más de veinte veces.
Lo miro y no entiendo como él puede sostener mi mirada seria, cómo puede no sentirse intimidado, incómodo y sonreírme como si nada. No es como que yo, sea algún tipo de demonio o algo así, - aún que Taeyong dice que si- pero la gente normalmente suele no querer mirarme fijamente, por qué les incomoda y dicen que mis ojos después de unos segundos se sienten de mirada pesada.
— ¡Oigan, lamentamos la demora! — Rápido alejo mi mano de la suya y Taeyong se sienta a mi lado, pone su mano en mi hombro en modo de saludo dándome un suave apretón.
Ten llega a los segundos agitado por correr y se sienta al lado de Jaehyun, igual que la última vez frente a mi sonriéndome, pero esta vez me siento levemente menos incómoda, por que esa vez con Jaehyun nos habíamos alejado un poco.
— ¿Ustedes ya se hicieron amigos? — Pregunta Taeyong. — Desde afuera parecía que estaba conversando y hasta sonriendo, se veían como una linda pareja de novios.
