¿Soy tuyo?

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Tom reía a carcajadas, en cambio yo lo miraba con el entrecejo fruncido y con los brazos cruzados. Rodé los ojos y miré a la ventana. Al ver mi expresión se calló pero solo duró unos cuantos segundos para que se volviera soltar a risas.

Lo miré. -¿Por qué es tan gracioso para ti?

-¿Acaso a ti no te divierte?-. Dijo entre sollozos y con una gran sonrisa.

-Tal vez.

-¿Tal vez?

-Bueno, si-. Sonreí. -¿Por qué me castigan si ya tengo 20 años?

-Mejor cambiemos de tema, mi estómago duele y no quiero que eso aumente-. Se sobó un poco la zona ya mencionada.

-¡Oh! ¡Ya sé!-. Me incorporé de mi cama quedando sentada. -¿Puedo mostrarte algo?

-Por supuesto.

-¿Y no te reirás?

Hizo una cruz en la zona de su corazón con su dedo y luego puso su mano dejando ver su palma.

-Lo juro-. Ambos reímos.

-De acuerdo, no te hablaré en mucho tiempo si lo haces, ¿ok?-. Señalé la pantalla.

-Entendido, mi sargento-. Posó como soldado.

¿Por qué haces que te quiera tanto?

Me levanté y caminé a mi clóset y me agaché quedando frente a una caja de madera con candado. Saqué una hoja de papel para dibujo, lo enrrollé en mi mano y caminé de regreso a mi cama, una vez más estaba sentada con mi computador sobre mis rodillas.

-¿Listo?-. Sonreí.

-Para ti, siempre-. Guiñó. Mis mejillas se sonrojaron.

Abrí la hoja con ambas manos y la puse frente a la cámara del aparato sosteniéndola a un lado de mi rostro. Tom al verlo se quedó totalmente mudo y una expresión de tristeza se tornó en mí.

-¿No te gusto, verdad?-. Lo enrrollé de nuevo. -Mierda, sabía que no era buena...-. Interrumpió.

-¿De qué hablas? Es hermoso-. Ahora estaba más sonrojada que un tomate.

-¿Lo dicen enserio?

-¿Bromeas? Tu talento es único, es muy lindo que lo hayas plasmado en mí.

-Solo lo hago cuando estoy aburrida y en cosas que me gustan-. Retiré el dibujo de la pantalla y lo puse a un lado.

Una vez más nos observamos con detenimiento. Esta sensación, esta exquisita sensación que siento al verlo es totalmente ininteligible. Adoro cada segundo que paso a su lado, jamás había sentido tal emoción al estar con él. Tan solo con verlo siento millones de fuegos artificiales invadiendo cada centímetro de mi cuerpo. Cómo si con sus lindos ojos color avellana y su cabello rizado rebelde mis hormonas se inquietaran alocadamente.

(...)

Tom

Miles de mariposas en mi estómago revoloteaban dentro de mí, este efecto, este sentimiento, es algo que nunca había experimentado con nadie más. En la vida volveré a querer a alguien como estoy queriendo a esta chica.

-¡Wow, _____! ¿No hay algo que no hagas bien?-. Dijo Hazz.

Me exálte y volteé a verlo rápidamente. Lo fulminé y posé mi mano en su rostro, haciendo que este cayera de sentón.

-¿No te he dicho que no es correcto husmear mis llamadas?

-Mi necedad por saber que es lo haces jamás cambiará, amigo mío-. Rió y se incorporó. -Además, no veo que a ____ le moleste.

El detrás de mí pasado. (Tom Holland y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora