Esa francesa sabía cómo usar su lengua

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Draco miro el cuaderno sobre su mesa, Voldemort o mejor dicho Tom — como se hizo llamar el dueño del diario y por lo que investigó ese sí era su nombre antes de ir en modo malvado caótico — era más... Necesitado de lo que originalmente espero.

Es decir el tipo era ciertamente encantador, lo que era de esperar ya que era un psicópata y estos tendían a ser encantadores, pero a parte de eso todos los días quería hablar de un millón de cosas con Draco quien se aseguraba de mantener sus respuestas dentro de la trama que pintó para el dictador mágico.

Draco reencarno — sip le contó eso — y solía ser un Muggle por lo que a veces se sentía inseguro sobre su lugar en el mundo mágico sin mencionar que por ningún motivo deseaba volver con los muggles luego de los horribles tratos que sufrió a manos de su propia familia — su abuela y en esa parte fue donde se tomó menos libertades creativas —.

En pocas palabras, Draco se presentó como la presa ideal, un niño ingenuo e inseguro en busca de apoyo, guía y alguien que lo escuchará y entendiera, prácticamente se estaba entregando en bandeja de plata para Tom.

Tal vez era por eso que una conversación al día no parecía ser suficiente — Draco sabía que hasta que comenzará el año escolar y pudiera encontrar a su cabra de sacrificio no debía exponerse tanto — para el mayor y cada vez demandaba más de su atención, o quizás estaba simplemente aburrido de ser solo una libreta y quería un cuerpo físico lo antes posible lo que significaba tomar toda la energía posible de Draco a la brevedad.

— Draco, ¿Ya tienes tus cosas listas? — Preguntó su Madre entrando a su habitación mientras el cerraba el cuaderno.

Dobby ya arregló todo por mi. — contesto en lenguaje de señas no sintiéndose de humor para hablar.

— ¿Estas nervioso? Este es un concurso importante es normal estarlo. — comento acercándose un poco dejando su mano sobre el cabello de su hijo acariciándolo suavemente.

Estoy ansioso, no puedo esperar a llegar. — contesto de forma sincera viendo a su Madre sonreír.

— Muy bien, en ese caso descansa, mañana partiremos temprano. — aseguró agachándose para besar su frente. — Buenas noches mi Dragón. — Le deseó yéndose de la habitación y Draco guardo el cuaderno donde no pudieran encontrarlo durante su falta.

Considero el llevarlo pero había leído las suficientes historias Clichés como para saber qué existía una gran posibilidad de que el cuaderno terminará en manos de Harry, sus padres o algún pobre extraño, así que debía quedarse en su casa donde estuviera seguro, ya le había avisado a Tom de todas formas así que las cosas deberían estar bien.

Murmuró una pequeña maldición para que nadie pudiera tomar el cuaderno sin su permiso y se fue a la cama, mañana a esta ahora estaría en Francia comiendo Crepes, genial.

.

Decir que Harry estaba sorprendido por el mundo mágico era un eufemismo, en un momento estaba saliendo de la casa de su tía Petunia y en menos de dos horas después estaba en Francia en una mansión — aunque Harry estaba seguro que fácilmente podía calificar como un castillo — y rayos, todo era tan... Tan increíble, al parecer a Harry aún le quedaban muchas cosas por aprender del mundo mágico.

— Espero que no haya sido presuntuoso de nuestra parte pensar que querrías la habitación junto a Draco — Hablo Narcissa mientras una elfos se llevaban sus cosas y Harry se sonrojo ligeramente al notar la mirada de la mujer que parecía saber algo que él no.

— C-Cualquiera está bien para mi. — contesto de forma tímida huyendo de su mirada.

— Draco querido, ¿Le mostrarias el lugar a nuestro invitado? — Preguntó su Madre y Draco quien estaba con su Padre asintió de acuerdo.

It Was Really Not that Kind of Game. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora