Muy bien Draco está totalmente enojado con Cédric y no hay nada que el tejón pueda hacer para que le perdone por cometer la estupidez de meter su nombre en el cáliz cuando expresamente le dijo que no lo hiciera.No hay nada que pueda hacer para que le perdone.
Nada de nada.
Absolutamente nada.
— Te odio... — Murmuró entre suspiros sintiendo el suave y gentil toque de los labios de Cédric sobre su cuello.
— Mhmm Por supuesto. — Dijo con diversión apretando su agarre en su cintura, haciendo que Draco estuviera ligeramente seguro de que dejaría una impresión de sus dedos en su piel y aunque aquello le debería molestar, por alguna extraña razón que no podía comprender le encantaba.
Cosa que jamás llegaría a admitir en voz alta, Dios sabía que no escucharía el fin de eso sí Cédric se enteraba que de hecho le gustaban las marcas que dejaba en su cuerpo.
— Aún no te perdono... — Gruñó haciendo un puchero hasta que escucho algo caer al piso y al bajar la mirada vio a Cédric en el piso de rodillas entre sus piernas.
— En ese caso tendré que trabajar muy duro por tu perdón — Sonrió de lado llevando su mano al cierre de su pantalón y santa mierda, este chico iba a ser su muerte.
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Muy bien Draco lo admitía cedió fácil ante las disculpas de Cédric, pero en su defensa ¿Que clase de persona seria si dejara a su novio ir a una competencia potencialmente mortal sin su ayuda? Una muy mala, así que una vez lo perdonó comenzó rápidamente a ayudar a su novio a buscar formas de pasar las distintas pruebas y ganar.
Porque los Malfoy jugaban para ganar.
.
Debido a que en segundo año Draco descubrió una pequeña pasión por estudiar a los animales mágicos termino haciéndose amigo del cuidador Hagrid, quien tenía dotes mortales para la cocina por lo que Draco le iba a visitar una vez a la semana para asegurarse de que no muriera por envenenamiento por su propia comida, como el semi gigante había sobrevivido tanto tiempo por su cuenta era un real misterio para el.
El punto era que ser amigo de Hagrid a veces daba pequeños beneficios como ayudar a cuidar al calamar gigante quien era un amor —Y lo era, Anthony no sabía de qué estaba hablando cuando le decía que era una amenaza ¡El solo quería saludarlo! Su amigo era un dramático — , conocer un poco del bosque prohibido, y ahora saber que la primera prueba eran Dragones.
Porque por supuesto al director de esta trampa mortal que era Hogwarts se le ocurriría mandar a sus estudiantes a pelear con malditos dragones como primera prueba.
El bastardo.
Draco iba a llenar otra hoja de quejas en el libro de quejas de Hogwarts — que fue puesto después de que Draco entrara a la escuela y que para su gusto el no era el único que escribía notas, pero si las suyas eran más frecuentes, en su defensa estaba seguro de haber visto al menos a la mitad de los profesores colocando notas de forma anónima —
— ¿Como sabes tanto de dragones? — Preguntó Cédric apoyándose contra la mesa con una pila de libros a su alrededor.
— Porque soy un dragón. — Contesto y porque puede que le haya gustado bastante la película de cómo entrenar a tu dragón, pero eso era el que no tenía porque saber.
— Por supuesto que lo eres. — Sonrió acercándose un poco — Mi majestuoso y hermoso dragón. — Dijo dándole un corto beso en los labios.
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It Was Really Not that Kind of Game.
ComédieMuchos niños mágicos descubren su magia rebotando, haciendo explotar muebles o otras cosas fantásticas, Draco descubrió su magia gracias a los recuerdos de su vida pasada. ¿El gran problema? Estaba bastante seguro que su hermano jugó un juego de cit...