Capítulo 3

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-Sé que no somos nada, pero aún así no puedo evitar sentirme celosa. Obviamente ella es su novia y yo no tengo ningún derecho a meterme en sus vidas. Pensó Isabella mientras corría fuera del salón para evitar encontrarse con Jonathan.

Al ser de las personas mas bajitas de todos sus colegas, pudo perderse entre ellos. Solo esperaba que ese día terminara y no volver a verlo de nuevo. Las cosas del amor habían sido suficientes para ella después de todo lo que había sufrido.

-Creo que nos toca tomar este ascensor. Le dijo un compañero señalando hacia la puerta del elevador.

-¡Ah! Sí, gracias. Isabella estaba tan distraída, que no escuchó las instrucciones del doctor Villanueva.

Isabella se acercó al ascensor y mientras esperaba, alguien se acercó por detrás.

-¿Te estás escondiendo de mí? Susurró Jonathan.

Isabella volteó asustada y vio a Jonathan directamente a los ojos por primera vez. Él se había agachado para poder estar a la altura de su oído, así que estaban demasiado cerca el uno del otro.

El corazón de Isabella latía a mil por hora, que casi sentía que se le salía de su pecho y él simplemente se veía tan sereno con esos ojos azul profundo, su cabello negro tan bien peinado, su mandíbula tan varonil y sus labios, sus labios tan suaves y húmedos que simplemente no se podía evitar pensar en cuál sería su sabor.

-Si tan sólo me acercara un poco más, podría...

-Por fin, ya está aquí el ascensor. Dijo un compañero interrumpiendo los pensamientos de Isabella.

Jonathan hizo una mueca de enfado, pero se dispuso a seguir a Isabella para ingresar al elevador.

-¿Se habrá enojado porque no lo besé? Pensó Isabella. -Noooo, no lo creo. Eso es absurdo, él tiene novia y yo no soy nadie. Además, ¿quién quisiera besarlo?

Ella decidió estar hasta el final del elevador para así alejarse un poco de él, pero aún así Jonathan se colocó detrás de ella.

-Lo siento, no sabía que el ascensor estaba siendo retenido por una urgencia en piso. Se disculpó el doctor Villanueva en cuanto se abrió la puerta. -Si ya estamos todos, avancemos.

-Es mejor que salgas o nos dejarán atrás. Le dijo Jonathan a Isabella que se había quedado absorta en sus pensamientos.

-A-ah, sí. Ya voy, es solo que...

-¿Es solo que qué? Preguntó Jonathan intrigado.

-Nada, salgamos de aquí o nos meteremos en problemas.

Isabella salió rápidamente del elevador sin darle oportunidad a Jonathan de ver que se había sonrojado.

-Entonces aquí termina el recorrido. Por lo pronto nos vemos en la misma aula en media hora, si quieren pueden tomar un desayuno y yo por mientras imprimo las listas de cada especialidad para poder asignarles su grupo de guardia. El doctor Villanueva se va a su oficina y la gente comienza a dispersarse.

-Amor, aquí estas. Vamos, busquemos un lugar donde comer algo. Le decía Jennifer a Jonathan mientras lo jalaba del brazo.

-Ah, claro. Me muero de hambre. Respondió sonriente mientras observaba alejarse a Isabella.

Medicina de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora