Capítulo 9

85 3 0
                                    

-D-de acuerdo. Contestó nerviosa.

-Mi turno. Dijo alejando su mano. -Creo que otra pregunta básica sería, ¿cuál es tu hobby favorito?

-Bueno, en realidad me gusta hacer muchas cosas. Pintar, dibujar, leer, escuchar música, jugar videojuegos, un poco de todo. Pero últimamente diría que dibujar.

-Vaya, me has dejado con más preguntas que respuestas. Dijo intrigado.

-Mi turno, ¿qué edad tienes?

-27 años.

-¿27? Eso es muy extraño. Dijo curiosa.

-Quemaré una de mis preguntas, pero ¿por qué es extraño?

-Bueno, yo soy del 14 de septiembre y voy a cumplir 26 años, por lo que nosotros los de este mes nos atrasan un año, porque somos demasiado chicos para ir con los de mi generación. Así que generalmente soy de las más grandes de mi salón y eso quiere decir que no estudiaste por 2 años, ¿cierto? Preguntó interesada.

-Oh, vaya, deduces muy bien. Porque en efecto, un año no lo estudié debido a que no sabía que estudiar en la universidad y en la secundaria tuve un problema a mitad del ciclo escolar en tercer año y eso hizo que perdiera ese año.

-Preguntaré, ¿puedo saber qué problema tuviste?

-Te valdré la pregunta, porque la anterior fue retórica, así que sí. Asistí a una secundaria muy conservadora, en la cual no permitían ni un pequeño problema y pues en realidad todo fue un mal entendido. Un día una niña que no conocía, me dio un papel donde me citaba a la hora del receso atrás de los talleres, un lugar no muy concurrido del cual se sabía que sólo era para cosas malas. En fin, llegué y la niña ya estaba ahí, resulta que se me confesó y la rechacé enseguida porque la verdad no estaba interesado en esos momentos. La niña se puso a llorar y se fue corriendo. Uno de los profesores vio que estaba llorando y creyó que yo le había hecho algo malo. Ahora  la entiendo, pero en ese momento me molestó mucho que la niña mintiera diciendo que la había besado a la fuerza para que ella no pasara vergüenza. En resumen, me expulsaron de la secundaria a pesar de que se había aclarado el asunto y me tuve que esperar hasta el siguiente ciclo escolar.

-Oh, lo lamento. Dijo Bella triste.

-¿De verdad? Yo en realidad no, porque sino hubiera sido por eso, no estaría ahora contigo. Sonrió John mientras acariciaba la mejilla de Bella.

-T-te toca preguntar. Respondió alejándose de su toque.

-Mencionaste que dibujas, ¿me regalarías uno de tus trabajos? Preguntó emocionado.

-Claro, aunque no tengo mis materiales aquí, porque sólo traje las cosas esenciales cuando me mudé a la ciudad. Pero en cuanto las traiga, podré hacerte el dibujo.

-¿Puede ser un retrato tuyo? Dijo sonriendo maliciosamente mientras la miraba fijamente.

-M-me toca preguntar. Cambió de tema rápidamente. -La mañana siguiente del sueño, ¿qué hiciste, o qué pensaste?

-Honestamente, no recordaba ese sueño hasta hoy que te volví a ver. Fue como un déjà vu, pero muy extraño, porque sabía que a ti también te estaba sucediendo lo mismo.

Medicina de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora