Medicina de Amor

Capítulo 49

Bella comenzó a llorar de nuevo.

-Váyase, doctora. Hizo un buen trabajo con el paciente, así que tómelo como una recompensa.

El doctor Ginn le palmeó la espalda y Bella aceptó con la cabeza.

-Si el doctor Villanueva le dice algo, dígale que yo le di permiso de salir temprano. Le guiñó el ojo. -Usted descanse, mañana será otro día.

-Gracias, doctor Ginn. Bella se tranquilizó un poco y se fue por sus cosas.

No quería hablar ni ver a nadie, así que decidió irse por la escalera de emergencia, pero cuando estuvo en el lobby de la entrada del hospital, escuchó que Chris gritaba su nombre.

-¡Bella! Espera. Chris la tomó del brazo y la detuvo. -Escuché lo que pasó en piso, ¿estás bien?

-Chris, por favor. Sólo quiero estar sola. Bella miró a Chris y vio que estaba devastada, así que dejó que se fuera.

Bella salió rápido del hospital, pero cuando estaba a punto de dar la vuelta para entrar en el callejón, sintió un gran empujón por la espalda que la hizo caerse en el suelo.

-¡ERES UNA MALDITA ZORRA! Gritó Jennifer. -Y yo estúpidamente creí en todo lo que me decías, cuando en realidad querías quitarme a John desde un principio.

Jennifer tomó la mochila de Bella y la arrojó a la calle.

-¡Me traicionaste! La escupió. -Te consideraba mi amiga.

Bella seguía tirada en el suelo, sin decir nada.

-¡TE ODIO!

Cuando Jennifer trató de patearla, alguien la detuvo.

-Oye, tranquila. Ya déjala o llamaré a la policía. El hombre se interpuso entre ella y Bella.

-¿Por qué defiendes a ésta prostituta? Porque eso es lo que ella es. Bella seguía tumbada en el suelo.

-Porque también es una persona y está mal lo que estás haciendo. El hombre seguía defendiéndola. -Así que es mejor que te vayas antes de que haya más problemas.

Jennifer por fin observó que varias personas se habían acercado a grabar la escena, por lo que decidió irse para no ser expuesta.

-Ya nos veremos después. Gritó Jennifer mientras se iba.

Bella continuaba en el suelo.

-Señorita, ¿está bien? Le preguntó el joven después de recoger su mochila de la calle. -Deje que la ayude a levantarse.

El hombre la ayudó a ponerse de pie muy pesadamente, pero Bella seguía con la cabeza agachada. Estaba demasiado avergonzada que no quería que la vieran, por fortuna el empujón de Jennifer la había despeinado, por lo que el cabello le tapaba el rostro.

-Sus rodillas están sangrando. Exclamó asustado el pobre hombre. -Deje que la lleve al hospital, está aquí cerca...

Bella tomó su mano y meneó la cabeza de manera negativa.

-Esas heridas se ven muy mal, debería tratárselas...

-Descuide, soy médico. Puedo curarlas en casa. Dijo Bella al fin.

-Esa voz... Sospechó el hombre.

Bella reaccionó después de todo el alboroto que ella también conocía la voz del joven. Alzó la mirada y sus ojos se encontraron.

Allí estaba el hombre por el que había sufrido tanto, parado frente a ella después de tanto tiempo.

-¿Stephen?

-¿Isabella?