Capítulo 68

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Bella despertó antes que John y vio que aún tenían tiempo, así que entró al baño cubriendo su desnudez con una sábana.

-¿Cariño? Llamó John desde la habitación.

-Me estoy duchando, en un momento más salgo.

John entró al baño con ella sin siquiera avisar.

-¿Pero qué haces? Preguntó Bella sorprendida.

-Duchándome. Dijo John despreocupado.

-P-pero aún sigo aquí. Contestó avergonzada.

-¿Y qué tiene? John le plantó un beso. -No es como si no te hubiera visto antes.

Bella se sonrojó y se cubrió la cara.

John se rió.

-Cariño, ¿cuántas veces hemos hecho el amor y aún sigues avergonzándote por estar desnudos?

John la tomó de la barbilla y le dio un beso en la frente.

-Eres tan tierna.

John salió de la ducha y Bella por fin pudo terminar de bañarse.

-¿A dónde iremos ahora? Preguntaba Bella mientras se vestía.

-Iremos a una ciudad cerca de aquí. Contestó John. -Se llama Hvolsvöllur.

Bella quedó pasmada.

-Quería que fuera sorpresa, pero no se sabe cuándo podrá ser visible. John se acercó a Bella. -Podremos estar ahí varios días.

-Por mi podemos estar todas las vacaciones con tal de presenciarla. Bella brincaba de la emoción. -¿Cómo supiste que uno de mis sueños era ver la aurora boreal?

John la tomó de las manos y le guiñó un ojo.

-Un mago nunca revela sus secretos. John tomó las maletas y salieron de la habitación.

Hvolsvöllur era una ciudad pequeña, pero John había conseguido rentar una cabaña para ellos dos.

-Es tan acogedora. Bella miraba maravillada.

-En unas horas más saldremos a un lugar más oscuro, para observar la aurora. John explicaba mientras se quitaba la bufanda y el abrigo.

Bella se quitó los guantes, el gorro y la chamarra enorme que le había regalado John.

-Ojalá y no tengamos que esperar tanto para verla.

Al final solo tuvieron que pasar 3 días, hasta que pudieron contemplar la aurora boreal.

Bella estaba feliz y emocionada por tan hermoso espectáculo.

-Nunca creí que llegaría este día. Bella abrazó a John. -Gracias.

-No tienes nada que agradecerme. John le dio un beso en la cabeza. -A mí me encanta verte feliz.

Bella y John estuvieron un largo rato abrazados admirando a la aurora boreal.

-¿Amor? John se percató de que Bella se había quedado dormida, así que la alzó en brazos y la llevó hacia el auto.

Bella despertó en la cama de la cabaña abrazada de John.

Aún era de noche, por lo que se levantó despacio para no molestarlo.

Se preparó un chocolate caliente y se sentó en el sofá junto a la chimenea.

-¿Por qué no me despertaste? Le reclamó John mientras le quitaba la taza y le daba un sorbo.

-Porque te veías muy cansado. John se acomodó a un lado de Bella.

-Estoy tan a gusto aquí, que no quisiera irme. Mencionó John.

-Sino fuera por la residencia, te habría pedido que nos quedáramos aquí para siempre.

John le devolvió la taza a Bella.

-Y hablando de residencia, mañana haremos un viaje muy largo, así que es mejor irnos a dormir. Decía John entre bostezos.

Medicina de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora