Bella soltó las llaves al enterarse de lo que había ocurrido.
-Hace cuánto fue eso? Le preguntó al casero.
-Hace como 4 horas.
Bella salió corriendo en busca de un taxi que la llevara a la estación de policía.
-No puede ser. Pensaba Bella. -¿Qué habrán estado pensado estos dos? Y más John, mañana tenemos guardia.
-Jonathan Shepard y Stephen Walker. Llamó un guardia.
-Somos nosotros. Se pusieron de pie y se acercaron a la puerta de la celda.
-Tienen visita.
Bella apareció detrás del guardia.
John nunca la había visto así, Isabella estaba demasiado preocupada y a la vez se veía tan enojada.
-Oh, oh. Murmuró Stephen. -Esto ya lo he visto antes y no es nada bueno.
-¿Qué creen que hacen ustedes dos? Dijo enojada. -¿Creen que esto es un juego? No puedo dejarlos ni un minuto solos cuando ya están causando problemas.
Stephen y John se miraron asombrados.
-No puedo creerlo y menos de tí, John. Mañana tenemos guardia y no puedes ir porque tienes que quedarte por lo menos 24 horas. Resopló Bella.
-Bella, tranquila. Se acercó a los barrotes. -Le llamé a Jack y me hará el favor de cambiar guardia conmigo, así que no estarás sola en la guardia.
-Pero no tenías que recurrir a eso, ya estás grande, eres un profesionista, no puedes causar este tipo de problemas. Lo regañó Bella.
Stephen soltó una risita.
-Y tú. Bella lo fulminó con la mirada. -Tú que nunca habías recurrido a la violencia, ¿sales con esto? Debes tener preocupados a tus padres por no tener noticias tuyas.
Stephen agachó la mirada.
-Les llamé y les dije que estaría unos días más aquí, por lo del negocio.
-¿Les mentiste?
Stephen afirmó con la cabeza avergonzado.
-Estoy muy molesta y decepcionada de ustedes dos. Decía Bella con el ceño fruncido. -Pero tampoco puedo dejarlos así.
Isabella sacó dos paquetes de una bolsa y se los entregó.
-Les traje algo de comer.
-Bella. John le tomó su mano a través de los barrotes. -Perdóname, es sólo que los celos fueron demasiado para mí y no me pude controlar.
Isabella lo miró con ojos llorosos y salió rápido de ahí.
-¡Isabella! Gritó Stephen.
-Si tanto la amaras como dices, jamás la habrías tratado tan mal como llegaste a serlo. Le reclamó John a Stephen.
-Tu no sabes nada. Contestó enojado.
-Yo lo sé. Ella me ha contado todo lo que le hiciste. John se le acercó amenazante. -Eres un patán.
-No sabes cuántas ganas tengo de romperte esa cara bonita que tienes, pero no volveré a decepcionar a Isabella. Se alejó Stephen y se sentó en la litera.
-Yo tampoco. John trató de tranquilizarse alejándose de él.
Isabella estaba llorando afuera de la estación de policía, cuando vio llegar a Jennifer.
-Así que era cierto.
-¿Qué cosa? Preguntó Bella confundida.
-Que no ha pasado ni un día y ya metiste a Jonathan en problemas. Se burló Jennifer. -Realmente no te lo mereces.
-Cállate.
-Es mejor que entre y consuele a John. Se rió Jennifer. -Ya lo pensé bastante y voy a regresar con él, no puedo permitir que alguien como tú me lo quite.
ESTÁS LEYENDO
Medicina de Amor
RomanceIsabella, una doctora recién titulada, decide continuar estudiando para obtener la especialidad médica. Bella está muy emocionada porque después de casi 8 años, podrá cumplir su sueño de convertirse en cirujana a pesar de todos los obstáculos que tu...