Capítulo 53

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Bella soltó las llaves al enterarse de lo que había ocurrido.

-Hace cuánto fue eso? Le preguntó al casero.

-Hace como 4 horas.

Bella salió corriendo en busca de un taxi que la llevara a la estación de policía.

-No puede ser. Pensaba Bella. -¿Qué habrán estado pensado estos dos? Y más John, mañana tenemos guardia.

-Jonathan Shepard y Stephen Walker. Llamó un guardia.

-Somos nosotros. Se pusieron de pie y se acercaron a la puerta de la celda.

-Tienen visita.

Bella apareció detrás del guardia.

John nunca la había visto así, Isabella estaba demasiado preocupada y a la vez se veía tan enojada.

-Oh, oh. Murmuró Stephen. -Esto ya lo he visto antes y no es nada bueno.

-¿Qué creen que hacen ustedes dos? Dijo enojada. -¿Creen que esto es un juego? No puedo dejarlos ni un minuto solos cuando ya están causando problemas.

Stephen y John se miraron asombrados.

-No puedo creerlo y menos de tí, John. Mañana tenemos guardia y no puedes ir porque tienes que quedarte por lo menos 24 horas. Resopló Bella.

-Bella, tranquila. Se acercó a los barrotes. -Le llamé a Jack y me hará el favor de cambiar guardia conmigo, así que no estarás sola en la guardia.

-Pero no tenías que recurrir a eso, ya estás grande, eres un profesionista, no puedes causar este tipo de problemas. Lo regañó Bella.

Stephen soltó una risita.

-Y tú. Bella lo fulminó con la mirada. -Tú que nunca habías recurrido a la violencia, ¿sales con esto? Debes tener preocupados a tus padres por no tener noticias tuyas.

Stephen agachó la mirada.

-Les llamé y les dije que estaría unos días más aquí, por lo del negocio.

-¿Les mentiste?

Stephen afirmó con la cabeza avergonzado.

-Estoy muy molesta y decepcionada de ustedes dos. Decía Bella con el ceño fruncido. -Pero tampoco puedo dejarlos así.

Isabella sacó dos paquetes de una bolsa y se los entregó.

-Les traje algo de comer.

-Bella. John le tomó su mano a través de los barrotes. -Perdóname, es sólo que los celos fueron demasiado para mí y no me pude controlar.

Isabella lo miró con ojos llorosos y salió rápido de ahí.

-¡Isabella! Gritó Stephen.

-Si tanto la amaras como dices, jamás la habrías tratado tan mal como llegaste a serlo. Le reclamó John a Stephen.

-Tu no sabes nada. Contestó enojado.

-Yo lo sé. Ella me ha contado todo lo que le hiciste. John se le acercó amenazante. -Eres un patán.

-No sabes cuántas ganas tengo de romperte esa cara bonita que tienes, pero no volveré a decepcionar a Isabella. Se alejó Stephen y se sentó en la litera.

-Yo tampoco. John trató de tranquilizarse alejándose de él.

Isabella estaba llorando afuera de la estación de policía, cuando vio llegar a Jennifer.

-Así que era cierto.

-¿Qué cosa? Preguntó Bella confundida.

-Que no ha pasado ni un día y ya metiste a Jonathan en problemas. Se burló Jennifer. -Realmente no te lo mereces.

-Cállate.

-Es mejor que entre y consuele a John. Se rió Jennifer. -Ya lo pensé bastante y voy a regresar con él, no puedo permitir que alguien como tú me lo quite.

Medicina de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora