Capítulo 10

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-Yo también sabía que estabas pasando por lo mismo. Lo miró a los ojos sorprendida.

-Bella, ¿qué me hiciste? Dijo John tomándola de la barbilla. -Me he enamorado de tí, sin siquiera conocerte.

-Y-yo...

John estuvo a punto de besarla cuando sonó su teléfono.

-Lo lamento, tengo que contestar. Decía John molesto mientras salía de la habitación.

Bella no podía estar más roja que un tomate, se miró al espejo y se dio cuenta que estaba sudando demasiado, tal vez de los nervios. Así que entró al baño.

-Hasta el baño es precioso. Pensó Bella mientras cerraba la puerta y se quitaba la blusa.

Se echó agua sobre el rostro para enfriarse un poco. Como no podía ducharse, tomó toallitas húmedas y comenzó a limpiarse el tórax. Bella vio como empezaba a sonrojarse de nuevo cuando se dio cuenta de que John había estado muy cerca de ella con todo ese sudor. Debía apestar, pero él había sido tan caballeroso como para no mencionarlo...

-¿Bella? La llamó John desde la habitación.

-Aquí. En un momento salgo. Bella se apuró, se vistió, rotocó su peinado y maquillaje y salió del baño.

-Sabes que no tienes que hacer eso conmigo. Le decía John mientras se acercaba hasta ella y la ponía de espaldas contra la pared.

-¿D-de qué hablas?

-Para mí eres hermosa como seas, así que no tienes que arreglarte tanto. Le sonrió maliciosamente mientras le acariciaba la mejilla.

-¡Basta! Esto no está bien. Bella lo empujó y comenzó a llorar.

No pudo más, todos sus sentimientos salían a flote. Se fue deslizando por la pared poco a poco hasta que se sentó. Había guardado tanto sus lágrimas que no podía parar de llorar.

-Bella, ¿qué pasa? Lo siento. Dijo John preocupado. -De verdad lo lamento, no fue mi intención.

John se acercó a ella y la abrazó. Bella al sentir que sus brazos la rodeaban, lloró aún más. Hacía tanto tiempo que no sentía un abrazo tan sincero que no podía dejar de abrazarlo. Ella sentía el amor que él le transmitía mediante su simple toque y solo el escuchar el latido de su corazón, hizo que se sintiera mejor.

-¿Te encuentras mejor? John se alejó un poco de ella para enjugarle las lágrimas que habían quedado en sus mejillas.

Bella asintió y él la alzó en brazos para acomodarse en el sofá. John sabía que ella no quería alejarse de su toque así que la acomodó en sus piernas dejando que Bella se acomodara sobre su pecho y pudiera escuchar su corazón.

John no dijo nada y Bella no dijo nada. Él jugaba con su cabello y ella jugaba con el cuello de su camisa. Él, dándole besos de vez en cuando en la cabeza para tranquilizarla y ella, cerrando los ojos tratando de sincronizar los latidos de ambos corazones. Estar sentados así les traía paz a los dos.

Él no la presionaría para hablar, al fin y al cabo no eran nada. Además no tenía ni una autoridad para exigir, cuando él aún seguía estando con Jenny.

Medicina de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora