Medicina de Amor

Capítulo 31

-E-está bien. Al final Bella cedió.

-Nos vemos mañana. John le besó la mejilla y se marchó.

Bella se fue a su cuarto, pero antes de dormir sacó su libreta y volvió a dibujar a John. Esta vez decidió plasmar la silueta de él, jugando al Duck Hunt. Realizó el dibujo tal cual lo recordaba, John sosteniendo la pistola y apuntando hacia la pantalla. Cuando terminó la ilustración, guardó la libreta y se durmió.

Al día siguiente se vistió con un pantalón de vestir negro, una blusa rosa y zapatos de piso negros.

-Buenos días, doctora Myers. La saludó el guardia sonriente.

-Buenos días. Le devolvió la sonrisa.

Cuando se acercaba hacia el elevador, vio que John la observaba con el ceño fruncido desde la puerta del ascensor.

-¿Ocurre algo? Preguntó Bella preocupada.

-El guardia, ¿siempre te saluda? Contestó molesto

-Sí, ¿por qué? Dijo confundida.

Ambos entraron al elevador y cuando estaban por cerrarse las puertas, John la tomó de la cintura y la acercó hacia él.

-¿Q-qué haces, John? Bella se sonrojó

-De verdad que eres muy despistada, amor mío. John la tomó de la barbilla haciendo que lo mirara. -A mí nunca me ha saludado y mucho menos me ha sonreído así cómo a tí.

Bella estaba anonadada.

-Así que... La tomó de la mano y salieron del ascensor. -Le dejé claro que no se le vaya ocurrir hacer algún movimiento contigo.

-¿Movimiento? Bella no sabía de que estaba hablando.

-Bella. John suspiró. -El guardia ha estado coqueteando contigo, pero ya le dejé claro que eres mía. Antes de que se cerraran las puertas del elevador, pudo ver como te tomaba por la cintura.

-¿¡Que hiciste qué¡? Dijo molesta alejándose de él. -En primer lugar: él sólo es amable conmigo, en segundo lugar: ¿no pensaste que pueden empezar a correr rumores de que engañas a Jennifer conmigo?, y en tercer lugar: ¡no soy tuya!

Bella se marchó enojada dejando a John solo en el pasillo.

-¡No puedo creer que haya hecho eso! Pensaba Bella molesta mientras se dirigía hacia el área de expedientes.

Bella tomó un censo y observó que había dos pacientes nuevos asignados para el doctor Jones. Ya que los hubo estudiado, preparó las altas para sus otros pacientes y se dirigió hacia el consultorio.

-Buenos días, doctora Myers. La saludó la enfermera. -¿Qué pasa doctora? La veo enojada.

-No, nada. Fingió una sonrisa. -Pero gracias por preocuparte por mí.

Bella decidió salir al pasillo para poder escuchar música y así poder relajarse mientras llegaba el doctor Jones. Sacó los audífonos de su mochila y los conectó a su celular.

Haces muy mal
En elevar mi tensión
En aplastar mi ambición
Tu sigue así ya verás...

Estaba tan concentrada viendo por la ventana que no se dio cuenta que alguien la llamaba, hasta que le tocaron el hombro.

-Ah, perdón. Decía Bella mientras se quitaba los audífonos. -Estaba escuchando música, por eso no pude escucharte.

-No te preocupes. Sonrió Chris. -Solo te preguntaba si te sentías bien después de la postguardia.

-Sí, bueno, más o menos. Se rió Bella.