Bella abrió los ojos por encima del hombro de Stephen y se dio cuenta que John los miraba.
-John, ¿qué haces aquí? Preguntó soltándose de Stephen.
-Vine para saber si estabas bien, pero supongo que ya alguien más te está reconfortando. Dijo molesto.
-¿De qué hablas? Él solo...
-Ahora entiendo por qué no quieres estar conmigo.
-Oye, amigo. No es lo que piensas... Stephen trató de defenderla.
-¿Tú quién eres? Preguntó molesto mientras agarraba a Stephen de la camisa.
-Alguien que sí puede hacer feliz a Isabella. Encaró a John.
-¡Basta! Bella se metió entre los dos, haciendo que se separaran. -¿Quién les dijo que yo estaría con uno de ustedes?
-Bella...
Isabella comenzó a llorar.
-Yo lo único que quiero es tranquilidad en mi vida. Sin pensarlo dos veces salió corriendo.
John la siguió hasta que la perdió cuando la vio subirse a un taxi. Decidió regresar al edificio de Bella para esperarla, pero se dio cuenta que Stephen también estaba ahí.
-¿Qué haces aquí? Le reprochó enojado.
-Esperando a que Bella regrese. Respondió indiferente.
-¿Qué tienes que ver tú con Bella? Encaró a Stephen.
-Eso no es de tu incumbencia.
-¿Qué dijiste? John tomó a Stephen por el cuello de la camisa.
-Por lo que sé, tu debes ser Jonathan Shepard. El que no supo proteger a mi Isabella.
John aflojó su agarre.
-¿De qué estás hablando? Dijo confundido.
-¿Acaso no viste sus heridas? John por fin lo soltó. -Tu novia la agredió frente al hospital y tuve que protegerla.
John ni siquiera lo había notado por lo celoso que estaba.
-Al principio pensé que era una extraña, pero al darme cuenta de que era ella, juré no volver a perderla.
John lo miró con los ojos abiertos de par en par, porque por fin había comprendido quién era él.
Se llenó tanto de furia que le asestó un golpe en la mandíbula, haciendo que Stephen cayera al suelo.
Stephen aún en el piso, se limpió la sangre que salía de su boca, se levantó y contraatacó con un puñetazo en el ojo.
Ambos continuaron golpeándose y forcejeando hasta que los vecinos llamaron a la policía para que se los llevaran detenidos.
Bella le había dicho al taxista que la llevara a las afueras de la ciudad, porque quería estar lo más alejada posible.
Caminaba sin rumbo, pensando en todo lo que había pasado ese día. Necesitaba enfocarse y saber qué hacer, así que se sentó en una banca de un parque. Ver a las parejas enamoradas, hacían que su corazón se estrujara y sintiera ganas de llorar.
Era muy difícil llegar a una respuesta con tantos acontecimientos ocurridos en tan solo un día, con tantos sentimientos contradictorios y tantas penas.
Cuando hubo anochecido, decidió regresar a casa.
Esperaba encontrar a ambos esperándola afuera de su edificio, pero no había nadie. En cierto modo se sintió triste y a la vez aliviada.
Bella intentaba abrir la puerta de su departamento, cuando el casero se le acercó y comenzó a disculparse por lo que había ocurrido.
-No entiendo, ¿qué ocurrió? Preguntó confundida.
-Unos jóvenes se pelearon frente al edificio y tuvimos que llamar a la policía para que los detuvieran.
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Medicina de Amor
RomantizmIsabella, una doctora recién titulada, decide continuar estudiando para obtener la especialidad médica. Bella está muy emocionada porque después de casi 8 años, podrá cumplir su sueño de convertirse en cirujana a pesar de todos los obstáculos que tu...