Medicina de Amor

Capítulo 58

Bella despertó temprano abrazada de John. Estaba demasiado feliz, por fin estaban juntos y podían compartir sus vidas para siempre.

Bella jugaba con el cabello de John cuando él despertó.

-Buenos días, hermosa. Sonrió John al verla.

-Buenos días. Contestó alegre mientras le plantaba un beso.

John comenzó a acariciarle la mejilla.

-Te amo, no sabes lo feliz que me haces.

A Bella se le llenaron los ojos de lágrimas.

-¿Qué pasa, amor? Preguntó John preocupado.

-Perdóname. Y-yo... Yo debí haberte esperado. Y-yo no debí entregarme a otro hombre. Yo debí saber que no eras él, de haberlo sabido antes yo...

-No, amor. No pienses en eso. John le dio un beso en la frente y la abrazó. -A mí no me importa con cuántos hombres estuviste antes, porque yo aún seguiría amándote. Ahora estás aquí conmigo y eso es lo único que importa. Nunca te dejaré ir, te lo prometo.

Bella lo abrazó muy fuerte porque le creía, simplemente sabía que decía la verdad.

-Hay una canción. Dijo Bella ya un poco más calmada. -Que dice: "Tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor"...

-Exactamente es lo que sentí. John contestó sorprendido.

Bella se acomodó en la cama quedando boca abajo.

-John, lo de anoche fue realmente hermoso. Nunca me había sentido así, fue simplemente perfecto.

El chico le acarició la espalda desnuda para después besarla.

-Bella, yo no puedo imaginarme tocar otro cuerpo que no sea el tuyo.

John hizo que se volteara boca arriba para quedar mirándose a los ojos.

-De algo estoy muy seguro. Confesó John.

-¿Qué cosa? Preguntó intrigada.

-Debo agradecerle a ese tal Stephen de que te haya dejado. Se burló. -Porque sino en este momento no estaría disfrutando de tí.

John comenzó a besarla y a tocar su cuerpo desnudo.

-Espera. Decía Bella entre cada beso. -John.

-¿Qué pasa? Se detuvo preocupado.

-Es solo que... El estómago de Bella retumbó.

John se rió y se sentó a la orilla de la cama.

-Vamos, vístete. Le palmeó una pierna. -Te llevaré a desayunar tu comida favorita.

Bella estaba avergonzada pero feliz.

-Esa comida estuvo de lo más deliciosa. Comentó Bella al salir del restaurante. -No sabía que el espagueti podía ser tan exquisito.

-Yo no sabía que alguien tan pequeño pudiera comer tanto. Se burló John.

-Cállate. Decía Bella entre risas.

John la tomó de la cintura y la atrajo hacia él para darle un beso.

-¿Sabías que me torturaste mucho tiempo?

-¿Por qué dices eso? Preguntó Bella.

-Porque no sabes cuántas veces me contuve para no besarte.

-Pues ahora tienes toda la vida para besarme.

Y esta vez Bella lo besó.

Después de desayunar, decidieron caminar sin rumbo hasta llegar a una librería.

-¡Debo entrar!

-Tómalo con calma, amor. La librería no irá a ningún lado. Decía John mientras era jalado de la mano para entrar a la tienda.

-Perdóname, es solo que hace mucho tiempo que no entraba a una librería. No después de...

John la calló poniendo un dedo en sus labios.

-Escoge el libro que quieras, yo lo pagaré. Sonrió John. -Será mi regalo por el primer día de compartir esta vida contigo.