Capítulo 4

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-Tengo que alejarme de él, no puedo dejar que me vea así. Pensaba Isabella mientras aprovechaba para escabullirse de Jonathan.

Después de ver como Jennifer lo tomaba del brazo, no pudo evitar sentirse triste. No podía dejar que otro hombre la hiciera llorar otra vez. Estaba tan apurada de huir de ese lugar que casi choca con alguien.

-Hola, ¿eres Isabella Myers, cierto? Preguntó el joven que le había indicado el ascensor.

-S-sí, soy yo. ¿Y tú eres Christopher Moore, cierto?

-¡Exacto! ¿Cómo lo supiste? Preguntó asombrado.

-Bueno, cuando el doctor Villanueva estuvo pasando lista, yo observé sus rostros. Tengo memoria eidética en un nivel bajo, por lo que solo me aprendí como la mitad, porque de los demás no logro relacionar nombres y rostros.

-¡Pero si somos como 180 personas! ¿Me estás diciendo que te aprendiste el nombre de 90 personas? Preguntó Christopher asombrado.

-Bueno, en realidad me aprendí los 180 nombres, pero solo relaciono correctamente nombre-rostro de los primeros 90. Contestó Isabella sonrojada.

-¡Eso es fantástico! De verdad que es asombroso. Exclamó Christopher emocionado. -¿Eres alguna clase de niño genio, o algo así?

-Ja ja ja, no, para nada. Pero lo tomaré como un cumplido.

-Iba a salir a buscar un lugar donde comer, ¿quieres ir? Preguntó Christopher nervioso -Es solo que no conozco a nadie y eres la primera con la que hablo.

-Oh, está bien. No te preocupes, yo tampoco conozco a nadie, así que nos podemos hacer compañía mutuamente. Contestó Isabella sonriente.

-¿D-de verdad? Pensé que tú y el doctor que te habló en el elevador ya se conocían.

-Ammm. Isabella se lo pensó mucho pero se decidió en hablar con la verdad. -Es difícil de explicar, pero digamos que solo lo conozco de vista.

-De acuerdo. Contestó Christopher esperanzado. -¡Mira!, ese lugar se ve acogedor, entremos y veamos que tal.

-Claro. Contestó Isabella mientras entraban a un restaurante.

Al entrar, sintió como una descarga eléctrica bajó desde su espalda hasta sus pies y volvía a subir hasta su estómago.

-Mira, está tu amigo en esa mesa y con varios otros compañeros. Dijo Christopher mientras señalaba una mesa del fondo. -Vayamos con ellos, sirve que conocemos a los demás colegas.

-Está bien. Contestó preocupada.

Isabella no pudo negarse, Christopher se veía tan entusiasmado en ir y ella no tenía una excusa para declinar su propuesta. Simplemente se dejó arrastrar por Christopher hasta donde estaba Jonathan con los demás.

-Ey, miren. Llegaron más colegas nuevos, siéntense con nosotros. Dijo un joven ofreciendo dos sillas a su lado.

-Gracias. Contestó Christopher mientras le ofrecía la silla a Isabella cortésmente.

Isabella no quería alzar la mirada para no tener que ver a Jonathan, pero aún así sentía sus ojos clavados en ella y no solo eso, podía sentir su enojo.

-Hola, yo soy el doctor Eric Johnson, soy residente de patología clínica. Saludó el joven que les había ofrecido las sillas.

-Yo soy el doctor Christopher Moore, residente de urgencias. Estrechó la mano de Eric.

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