Coeur de Cender (Corazón de Ceniza) (Adrinette) AU +20

»◦✿◦« Capítulo 20 »◦✿◦«

—Qué le dijiste?—

—Adrien, esta no es tu casa, no puedes entrar sin tocar.— Gabriel indicó pero no mostró señales de decirle que se vaya. En lugar de eso, estaba mirándolo con calma. Así que había estado en lo cierto después de todo. Él estaba involucrado. Gabriel sabía que esto significaría problemas en el futuro y no le gustaba que su hijo estuviera involucrado, la imagen de la empresa y su imagen como presidente estaba en juego, por el estúpido affair de su hijo.

—Qué le dijiste?— Adrien insistió y colocó las manos en el escritorio de su padre. A pesar de estar frustrado después de todo un día de que Marinette lo evitara, no se sentía lo valiente suficiente como para golpear las palmas en la superficie de madera, tal como quería hacerlo, aun después de año le tenia mucho respeto y distancia a su padre.

—Hablas de la Señorita Cheng?— Gabriel preguntó y suspiró. —Solo le di una dosis de realidad.—

—Sobre qué?— Adrien casi escupió las palabras y miró enojado a su padre y jefe. Era irritante como siempre estaba calmado y racional.

—Sobre su relación.—

Adrien se quedó en silencio por un momento. Así que su padre sabía que Marinette estaba saliendo con alguien, y él al entrar así como loco le había dado la respuesta de quién era el chico afortunado. En lugar de tener miedo, fue la rebeldía la que tomó control, y Adrien lo miró retadoramente.

—No hay necesidad de darme esa mirada, no le dije que terminara nada. Solo le di una justa advertencia, no puedo aceptar las marcas visibles.— Gabriel dijo calmadamente y se recostó en su silla. Adrien bufó, así que era por los chupetones.

—Puede cubrírselos.— Adrien dijo y arqueó la ceja, sin estar en shock por el hecho de que su padre los había descubierto. A diferencia de Marinette, él no le temía a su padre, sabía muy bien que Gabriel no se molestaría con nada que no fuera una amenaza para su negocio, tenía sus reglas y si alguien las desobedecía, sería castigado.

—Ese no es el caso. Escucha, no voy a meterme, y en tanto no salga a la luz pública, voy a fingir que no sé nada. No creo que necesite decirte que lo que están haciendo es moramente malo, pero en tanto se mantenga en secreto, no es mi asunto. Marcas visibles, sin importar quién las hizo, sí es mi asunto y no lo pasaré por alto.—

Ese era Gabriel para Adrien.

Tuvo dificultades para no reír.

—Así que nos va a dejar seguir juntos?—

—No soy más tu jefe que tu padre desde hace años? ustedes ya no son niños. Me haré el ciego en tanto no los descubran. Adrien, sabes cuántas veces me han aconsejado que te despida?—

Incontables, Adrien sabía.

—No te he despedido porque tienes potencial y después del escándalo con Tsurugi, quise darte la oportunidad de probar que tener una hija y comprometerte, te había hecho más responsable. No estoy complacido con esto, pero si quieres darle la espalda a tu familia, no es mi asunto. Pero te advierto: estás teniendo tu última oportunidad con esta agencia, si haces de esto mi asunto al ser atrapado y creas un caos con la prensa, no te pondré de pie otra vez. Estarás por tu cuenta desde ese momento. Lo mismo va para la Señorita Cheng si se ve involucrada con tu affair. Me duele mi nieta, pero es obvio que a ti no, así que no me meteré en esto.—

Gabriel's tenía la reputación de ser la agencia más estricta en Francia, pero pocos sabían que esto solo se aplicaba para la apariencia. De hecho, Gabriel era bastante indiferente con la vida privada de sus talentos. La regla de oro era no ser descubiertos, y Adrien no estaba intentando ser descubierto, y con esta conversación sabía que este tema estaba zanjado con su padre, el hombre mantendría el secreto y nunca lo traería a colación a menos que la prensa tuviera una corazonada.