Coeur de Cender (Corazón de Ceniza) (Adrinette) AU +20

»◦✿◦« Epílogo "LA GUERRA DE BROMAS PARTE II" »◦✿◦«

La cámara estaba ubicada en la esquina de la habitación, delicadamente escondida bajo la pila de libros que lo rodeaban cuidadosamente y aun así proveía una vista de toda la habitación, incluyendo a Adrien sentado en medio. Marinette caminó por la habitación y pasó su mano por sus cabellos, un tanto afligida. La verdad era, que tenía un plan bajo la manga.

La broma que terminaría todas las bromas. La llave dorada que terminaría y ganaría esta guerra de bromas. Iba a decirle a Adrien que le había sido infiel. Claro, ella no había hecho nada de eso, pero la reacción de Adrien iba a ser impagable.

Dejando salir un frustrado suspiro, Marinette fue al baño para echarse agua a la cara antes de regresar, mirando a Adrien y mordiendo su labio. Siguió caminando, luciendo como una mujer con un millón de pensamientos en la cabeza y sin forma de expresarlas. Bueno, ella nunca había perdido su toque para la actuación.

—Hey,— Adrien dijo desde la cama, luciendo preocupado y alzando la mirada de su celular. Marinette había estado nerviosa todo el día. —Pasa algo, amor?— preguntó y palmeó el lugar a su lado, silenciosamente pidiéndole que se sentara a su lado y que le dijera qué le había hecho sentir así de nerviosa. —Sucedió algo?—

Marinette lucía renuente a siquiera sentarse pero después de un momento de consideración, lentamente se acercó al lado de Adrien y cuando se sentó en la cama, seguía nerviosa. Como si no quisiera estar cerca de Adrien.

—Um,— suspiró. —Yo solo...no puedo soportarlo más, amor necesito decirte algo, no puedo callarlo más, tengo que decírtelo o va a matarme.—

Estiró una mano hacia Adrien y evitó mirarlo directamente a los ojos. —Vas a odiarme.—

—Qué sucede?— preguntó preocupado y rápidamente tomó su mano. —Nunca podría odiarte, bebé.— Le aseguró gentilmente y sonrió con valentía a Marinette. —Lo solucionaremos. Solo dime qué pasó.— Le dijo y acarició la mano de Marinette con su pulgar.

Ella lucía muy renuente y dudosa de que Adrien nunca fuera a odiarla. Apretó la mano del rubio y evitó sus ojos otra vez. —Hace algún tiempo,— musitó, luciendo como si esto fuera muy, muy difícil de confesar. —Yo...—

Apretó la mano de Adrien, luciendo como si estuviera sufriendo. —Te fui infiel.— Dejó salir de un solo jalón. —Lo siento Adrien!!—

Adrien se congeló en su lugar, lucía aturdido por un momento antes de que una pequeña e incrédula sonrisa apareciera. —...qué? Qué dijiste? Marinette no hiciste lo que creo que hiciste.— Dijo rápidamente y la sostuvo por los hombros, buscando frenéticamente sus ojos en profundo shock e incredulidad.

Cuando Marinette quería actuar, era buena en ello. Sus ojos solo lucían con disculpas y ruego por el perdón de Adrien. —Lo siento tanto!!— gritó, luciendo como si estuviera cerca del llanto. —Lo siento tanto Adrien, yo solo...eso solo pasó y no supe qué hacer y...rayos...lo siento tanto!—

—Qu...cuándo?— de súbito salió de su trance. —Con quién? CON QUIÉN?!— gritó y la sacudió ligeramente sus ojos reflejaban dolor, lucía como si su corazón estuviera rompiéndose en dos con lo que acababa de saber. —Marinette, TE HAS CASADO CONMIGO!!— gritó desesperadamente y sostuvo su mano y la llevó a sus ojos para obligarla a recordar el anillo.

—Lo siento tanto!— enterró el rostro en su otra mano y lució increíblemente afligida.

Lucía como si el mundo estuviera cayéndose y llevándolos con ello. Como si fuera la persona más horrenda del mundo por hacerle esto a Adrien. —Ni siquiera puedo...es tan difuso, Adrien, pero estuvo este chico y...una cosa llevó a la otra, lo siento tanto,— esnifó. —Por favor, perdóname, amor.—