Coeur de Cender (Corazón de Ceniza) (Adrinette) AU +20

»◦✿◦« Capítulo 36 »◦✿◦«

Emma no había perdonado a ninguno de sus padres por la mañana. Ahora que Adrien también estaba en casa, ella no dudaba en darle su ración de miradas feas, aunque, honestamente Kagami tenía peor posición. Desde que amaneció, Emma no le había hablado, se había negado a desayunar lo que ella había preparado (Emma misma se había hecho un par de tostadas con miel) y cuando Kagami se atrevía a hablarle, ella giraba sin vergüenza alguna.

Para Adrien, esto era extraño. Se preguntó por qué Emma estaba siendo tan enojona porque Kagami se negó en darle la TV. Pero tampoco estaba siendo amable con él, aunque al menos le hablaba. Adrien sentía un poco de lástima por Kagami, la mujer se había despertado temprano para hacer todo perfecto para el primer día de regreso al kínder de Emma.

—Emma, cariño, crees que ambos debamos dejarte en el kínder?— Adrien preguntó y trató de retirar la miel del rostro de su hija, pero la niña lo esquivó.

—No quiero a ESA conmigo.— Dijo y señaló a su madre sin siquiera mirarla. Kagami recibía lo peor de su enojo porque obviamente, no era solo porque estaba engañando a su padre, sino que lo había hecho con Luka de entre todas las personas.

Kagami hizo un gesto. Estaba en una mala posición. Adrien no estaba al tanto del engaño y ella aún no estaba segura de porque Emma no le había dicho, pero sabía que tampoco podía presionar a su hija. Si esto era por la TV como había dicho Emma, Kagami naturalmente la habría regañado por estar comportándose así. Pero no, y Adrien no sabía la verdadera razón por la cual Kagami no la había puesto en su lugar.

Dejando de lado la comida que le había preparado a Emma, escondió el dolor de su rostro y mordió su labio. Miró a Adrien. —Entonces...puedes dejarla? No estás muy ocupado, verdad?

Esperaba que no. Emma sería difícil de lidiar si estaba a solas con Kagami.

—Ok, lo haré.— Adrien asintió aunque con el ceño ligeramente fruncido. Se inclinó hacia Emma y susurró. —De verdad es por la TV? O algo más pasó ayer?— preguntó, pero la niña negó testarudamente y fue a su habitación. No hablaría y vería caer a su familia. Aún estaba enojada también con Adrien. Él había traicionado a su madre con esa mujer después de todo, aún cuando Emma lo había visto venir.

—Kagami,— suspiró y giró hacia su esposa. —Está enojada solo por lo de la TV?

—Se calmará en un rato.— Kagami suspiró cansada, decidiendo que quizá era lo mejor seguir con la excusa dela TV y mentirle a Adrien. —Era tarde por la noche, ella estaba cansada y yo también, ambos estábamos estresadas y...salió mal. Todo estará bien.— Palmeó el brazo de Adrien y miró alrededor. —Ok, entonces...um...ya he alistado su mochila, ya llamé al colegio y les dije que ella iría hoy, ayer firmé algunos papeles...qué más...— repasó su molida mente, concentrándose en esto en lugar de en todo lo demás que estaba incomodándole. Alzó la mirada hacia Adrien. —...hay algo más que necesite? Le he puesto el almuerzo también...no le digas que lo preparé yo, puede que no lo coma.— Susurró con una pequeña sonrisa.

—Ya tiene el uniforme?— Adrien preguntó. Honestamente, no estaba feliz con esto porque sabía que le había pedido a su amante secreta el arreglar que su hija regrese al colegio, pero en este caso, como siempre, la felicidad de Emma venía primero. Adrien extrañaba a su amante, aún cuando solo había pasado una noche separado de ella. El trabajo de Adrien no empezaba hasta el mediodía, tenían una reunión en donde repasarían el setlist y el show para el primer concierto aquí en Paris. Estaba acercándose y después de eso, estarían lejos por un par de meses de corrido.

—Está tras su puerta,— Kagami señaló a las escaleras y pensó en lo demás. —Creo...que eso esto, debe estar ahí durante el día, y ya que tú tienes una reunión, yo la recogeré por la tarde.