Coeur de Cender (Corazón de Ceniza) (Adrinette) AU +20

»◦✿◦« Capítulo 30 »◦✿◦«

Colocándose una bata, Marinette pasó la mano por sus cabellos y miró por la ventana. Podía ver a Adrien en el balcón y sospechó que no la quería cerca ahora mismo. Marinette cerró los ojos, no podía evitar estar preocupada y sabía que Adrien no dejaría así como así el incidente. Lo que aterraba a Marinette era que podía ir tras Luka y volver a salir golpeado. Puede que lastime el orgullo de Adrien el admitirlo pero Luka era más fuerte. Marinette lo sabía.

Pero Adrien no lo dejaría ahí, y Marinette también sabía eso. Yendo al sofá, se sentó y se curvó. Se preguntó si Adrien la dejaría o si se quedaría. Se preguntó si debía ir tras Adrien o si Adrien la alejaría al intentarlo. Marinette sintió el estrés de los últimos días exponiéndose frente a sus ojos y se preguntó si ella y Adrien sufrirían otro golpe en su relación por esto. Se preguntó si se separarían cada vez que algo pasara en la realidad que ellos no pudieran evitar. Escondió el rostro en sus rodillas y su cabello la cubrió y esperó a ver qué hacía Adrien. Ya estaba temblando por la idea de que él la dejaría sola. Adrien regresó unos minutos después y suspiró cuando vio a Marinette escondida bajo su bata en el sofá. —Amor— susurró y caminó al sofá, sentándose a su lado y colocó una palma en el brazo de su amante. —Lo siento, ok? Solo no puedo pasarlo por alto y dejar que Luka lo haga a su manera.—

Marinette alzó el rostro. Miró con preocupación a Adrien y asintió lentamente, tenía que aceptar que Adrien no iba a dejarla a solas y tenía que aceptar que ella no podía dejar a Adrien.

—Hay partes de tu vida que no puedo tocar.— Musitó, sonando miserable y arrepentida. —Esa era una de ellas.—

Lo que sea que tuviera que ver con Emma, Marinette no podía tocar y no quería. Adrien parecía ser extra sensible sobre ello y con buena razón. Pero era doloroso porque esa parte de la vida de Adrien era también la única parte que lo detenía de estar con ella. También era una que, Marinette podía notarlo, más tarde se convertiría en la única razón por la que Adrien la dejaría.

—Sabes mi prioridades.— Dijo Adrien con voz baja, podía leer los pensamientos de Marinette. Acarició su cabeza y sonrió dudoso. —pero sabes que también eres una de mis principales prioridades, verdad? Lo suficiente como para que abandone todo cuando ella sea lo adulta suficiente como para sobrevivir por su cuenta.—

Era difícil, en cierta forma Marinette sentía que también estaba lastimando a Emma. Sabía que así sería, si ella se enteraba de esto. Vio a Adrien y logró asentir. Sabía su lugar bastante bien y conocía muy bien la mente de Adrien. Solo tenía que esperar.

—Lo siento.— Musitó, mirando a Adrien con disculpa en los ojos, aún estaba acurrucada contra sus rodillas, sus brazos estaban abrazando sus piernas y su cabello la cubria la maro parte de ella como una niña temerosa. —Te amo...solo estaba preocupada, eso es todo.—

—Ven aquí— Adrien suspiró y jaló a Marinette para que se sentara en su regazo. —No quiero que te sientas como si no tuvieras derecho de intervenir en mi vida. Eres mi pareja y una gran parte de mi vida, así que por supuesto, tienes el derecho de saber lo que sucede y decir lo que piensas de ello. No te sientas insegura. Discutir está bien, no me iré si no estamos de acuerdo.— Adrien le aseguró y colocó pequeños besos en la mejilla de Marinette.

Ella se acurrucó en el pecho de Adrien, envolviendo sus brazos por sus hombros, escondió su rostro en su cuello y asintió. A veces, especialmente cuando discutían sobre cosas así de sensibles, sentía que no tenía derecho de interferir.

—Soy inútil.— Dijo, sonando completamente miserable mientras se escondía en el abrazo de Adrien. —No puedo ayudarte con esto. No puedo hablar con la prensa, las personas preguntarán por qué lo hago. No puedo defender a Luka, no puedo ayudarte a salvar a Emma...—