»◦✿◦« Capítulo 37 »◦✿◦«

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Emma ya estaba esperando en la entrada del kínder cuando Kagami estacionó el auto.

Los ojos de la niña estaban apuntando hacia abajo y su uniforme tenía algunas manchas. La profesora de su clase estaba esperando con ella, tratando de hacer conversación pero las respuestas de Emma eran solo pequeños ruidos y asentimientos. Cuando Kagami detuvo el auto, Emma subió sin decir nada, sin siquiera despedirse de su profesora. La verdad era que su primer día había sido nada agradable, pero no iba a contárselo a su madre.

Kagami claro, notó las manchas y el cabizbajo comportamiento de Emma. Naturalmente, estuvo preocupada. —Amor, qué pasó? Tu uniforme...— se inclinó para mirar el rostro de Emma. —Estás bien?

Emma alejó las manos de Kagami y se quedó callada, mirando de frente desafiantemente. Sabía que otros niños tendían a sentir disgusto por ella y le era familiar el que las personas le empujaran o ensuciaran su ropa, no era nuevo. Podía soportar eso, así que valientemente contuvo las lágrimas. Además, no quería ayuda de ESA mujer, estaba cansada de confiar en los adultos.

Kagami frunció el ceño y se preguntó si Emma había sido un poco descuidada al momento de jugar. Eso explicaría las manchas pero no explicaba el comportamiento de la pequeña. Aunque, claro, eso podía ser causado por el enojo hacia ella.

Suspirando, puso en marcha el auto y condujo a casa. —Quieres algo?— Kagami preguntó, tratando de tocar a su hija. —Sé que los primeros días pueden ser duros, especialmente después de...— el escándalo con Luka. Kagami se movió y se concentró en el camino. —Tienes hambre? Podemos pasar por McDonald's de camino a casa?

Emma movió la cabeza rápidamente y se concentró en el camino. No tenía hambre ahora mismo, solo quería ir a su habitación y estar sola. Habría llamado tal vez a Luka si aún fueran amigos pero...

No, Emma se dijo a sí misma. No necesitaba a Luka, ni tampoco a sus padres. Lo lograría sola sin ayuda de los adultos, quienes creían que ella era lo tonta suficiente como para creer lo que le decían.

Kagami condujo y cuando llegaron a casa, la siguió y vio que su hija fue a su habitación y se encerró. Kagami mordió su labio. Entendía que le tomaría a Emma un tiempo el perdonarla por lo que había hecho y ella no quería presionar a su hija. Emma era inteligente pero era muy joven para entender lo que estaba pasando.

Aún así, Kagami no quería dejarla sola, era su trabajo como madre el asegurarse que su hija estaba bien. Naturalmente, ella estaba preocupada.

Caminó hacia las escaleras y fue a la puerta de Emma, tocando suavemente. —Emma?— dijo. —Cariño, debo lavar ese uniforme para que estés presentable mañana.

'Qué caso tiene?', Emma quería responderle, pero en lugar de eso se puso de pie, se quitó el uniforme y lo lanzó al suelo. Luego regresó a recostarse en su cama con una expresión deprimida, sin molestar en colocarse la ropa de casa. Ignoró la presencia de Kagami y tomó su muñeca.

Asomándose a la habitación de la pequeña niña, Kagami vio el uniforme en el suelo y se inclinó para recogerlo. Miró a su hija cuidadosamente antes de dejar al lado del uniforme y cerrar la puerta.

—Emma,— dijo gentilmente. —Mira, cariño, sé que estás enojada conmigo pero...es complicado. Esto es...es muy complicado. Por favor no estés enojada conmigo.

Emma siguió callada por un momento antes de musitar la pregunta de la cual quería respuesta.

—Estás enamorada de él o algo?— la verdad era que no estaba dolida porque su familia estaba separándose o porque Luka había sido su único amigo, era también porque a ella le gustaba él. Aunque, prefería morir que admitirlo.

Coeur de Cender (Corazón de Ceniza) (Adrinette) AU +20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora