Prólogo

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Sabes que todo está perdido cuando te encuentras llorando a las 3 a.m. tratando de buscar respuestas, sabes que no hay salida cuando ahogas tus sentimientos en alcohol, sabes que no puedes escapar cuando pensar te duele.

Sus ojos no podían ver más allá de la inmensa lluvia que golpeaba contra su cuerpo con dureza. Pequeños fragmentos de recuerdos caían sobre él, golpeándolo duramente. Aquel banco de madera parecía cómodo ya, mejor que su casa era seguro. Y allí, empapado y con una botella de whisky en sus manos, se preguntaba qué había hecho mal.

Las luces del parque parpadearon, tomó otro trago de alcohol, aventó la botella al suelo y se levantó dando tumbos.

Al llegar a su casa, reinó una especie de silencio extraño. Todo estaba como siempre. Su padre dormía en el sillón, su madre con una mejilla roja y un ojo morado, dormía a su lado nerviosa, susceptible. Tembló de rabia y, apretando los puños, subió las escaleras hasta encerrarse en su habitación. Lloró esa noche, más de lo que él habría querido. De pronto su celular sonó...

[03:14 am] Número desconocido: "tengo un lápiz tuyo en mi mochila, lo traje porque me recordaba a ti. Espero no te moleste. Cuando te vea prometo devolverlo."

Miró el mensaje y, sin querer, se encontró sonriéndole a la pantalla. Acercó el celular a su pecho y, sonriendo, se durmió.

Fucking English boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora