Veneno [ XiCheng ]

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Lo habían envenenado. Estaba seguro.

¿Quién?, no tenía ni idea.

¿Cómo?, tampoco sabía.

¿Cuándo?, quizás por la mañana o al mediodía... ¡¿En qué otro momento habría sido, además de en el desayuno o al beber té en el salón?!, imposible a través de un método distinto, su nivel de cultivo era el suficiente alto como para hacerle notar la intención viciosa de un arma o un sello que atentara en su contra.

Colocó la mano sobre el pecho, advirtiendo la dificultad para respirar, el pulso acelerado, las manos sudorosas y la boca reseca.

Apretó la quijada e hizo circular el poder espiritual explorando sus meridianos, e incluso su... núcleo, rastreando el avance del veneno. Mientras lo hacía, la frustración aumentó a la par de la desesperación por entender en qué punto, el líder de Yunmeng Jiang, se permitió ser envenenado.

¡Mierda!, soltó en su fuero interno, frunciendo el ceño.

Buscaba y no hallaba el veneno, ni siquiera una anomalía mínima.

Jaló aire.

¡Imposible!, ¡tenía que estar ahí!

Tropezó al nublársele la vista, una mano amable se apresuró a ofrecerle apoyo.

—¿Está bi...?

Jiang Cheng se puso rígido, alejándose de un salto de Lan XiChen.

Escabrosos pinchazos asolaron su cuerpo aumentando al rozar la piel ajena, al escucharlo y percibir en un respiro superficial su aroma a incienso. Los sonidos de las contadas letras retumbaron en su alma otorgándole claridad para comprender parte de la situación, arrinconando el resto en las sombras, por voluntad, por miedo y cobardía.

—Tú —retrocedió—... ¡Eres mi veneno! —declaró a todo pulmón delante de cada uno de los líderes de secta, presentes en la reunión llevada a cabo en Gusu Lan, antes de echar a correr sin rumbo conocido, ignorando sus propias palabras por el bien de su estabilidad mental. Palabras, a pesar de los estragos físicos de los complicados y evidentes sentimientos, honestas. Honestas y una descarada declaración sorpresa dirigida a Lan XiChen, quien fue empujado por su silencioso hermano a aprovechar la inesperada oportunidad, penada a lo largo de años.

Festival de 31 BendicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora