꧁ 8 ꧂

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Wow.

Eso fue lo primero que pensó Payton al llegar a la escuela, la chica, que era menor que él, le dijo que no se sorprenda o algo por el estilo; cosa que él hizo todo lo contrario a lo que Violet dijo.

Violet le había dicho que se quedara en la puerta del colegio, pero apenas ella entró al colegio un montón de personas empezaron a decirle un montón de cosas horribles; y él pudo escucharla gracias a la cercanía y lo rápido que se lo decían.

Payton, triste por ella y enojado con los demás, la llamó a Violet por teléfono.

—Violet —comenzó, intentando sonar tranquilo—, vuelve a la puerta —cortó la llamada y la esperó. Movía su pie (de arriba a abajo) inquieto y sus brazos estaban cruzaros sobre su regazo.

—¿Qué? —le preguntó ella, apenas llegó a la puerta donde Payton se había quedado parado por la orden que ella le había dado.

—¿Cómo vas a dejar que te digan esas cosas? —dijo, enojado por lo que había escuchado.

¿Como es que le dicen esas cosas a una chica, o simplemente a una persona? Nadie tiene el derecho de ser llamado de esa manera. Y menos Violet: era una chica inocente que nunca le alzó la voz a nadie.

—¿Sorprendido? —alzó las manos hasta la altura de su cintura.

—No entiendo —verdaderamente no entendía.

—Te dije que no te sorprendas —dijo, caminando hacia su casillero y mientras Payton la seguía por detrás—. Es por esto que lloro todos los días, la razón por la que me drogué, por la que me odio. Yo no sé que hice para que me traten así, pero algo tuve que haber hecho. Y también es la razón por la que... —se quedó callada y miró al piso.

—¿Por la que, qué? —interrogó.

—Nada.

—Bueno, pero no tienes que permitirles que te hagan eso —ordenó, apoyándose en el casillero de al lado del de Violet

—¿Qué puedo hacer? —se detuvo en su casillero y lo abrió. Payton la miró incrédulo y un grupito de chicos, populares y mariscales de campo, se acercaron a ella.

—Uhhh —masculló—, ¿ahora tiene novio la puta? —dijo uno de los tantos idiotas. Otro, le cerró el casillero a Violet y casi le agarró la mano, gracias a Dios la sacó rápido.

—Él no es su novio, ¿no es obvio? —chilló una rubia, obviamente teñida—. La estúpida de esta no puede estar con el chico más guapo de todo el colegio; por el que todas las chicas se derriten por él —dijo mientras se mordía el labio y escaneaba a Payton con la mirada. El chico que le cerró el casillero de a Violet miró a la chica, atónito.

—¿Y si soy el novio? ¿Qué? —preguntó Payton.

—Eso sería imposible —dijo la otra porrista pelinegra que estaba al lado de la rubia y se cruzó de brazos.

—No me crean —alzó las manos y se acercó al oído de Violet—. Me voy, no quiero causar problemas —le dio un beso en la mejilla y se fue del edificio.

Para Violet, fue el peor día de su vida. La empezaron a molestar mucho más de que antes. Cada vez le dolía más y más. Hasta que se cansó, definitivamente iba a hacerlo de nuevo.

Payton la fue a buscar a la puerta del edificio de su colegio; se lo había dicho por un mensaje de texto, media hora antes de que sea la hora de que ella salga. Y juntos, se fueron al auto de este.

—¿Cómo te fue?

—Bien —mintió ella, colocándose el cinturón de seguridad.

—Que bien, me alegro.

—Si...

En el camino nadie habló. Ella no quería decir nada, además, no estaba acostumbrada a hablar con personas, a menos de que sea su mamá; cuando está borracha, porque sino, estaba durmiendo. Payton tarareaba las canciones que pasaban por la radio y, de vez en cuando la miraba. Y ella, también hacia lo mismo que este, pero trataba de no largarse a llorar.

—Llegamos —comunicó Payton, y paró el auto frente la casa de Violet. El color amarillento de esta, cada vez era mas apagado; justo así, como la vida de Violet.

—Bueno, adiós.

—Adiós, Violet. Cuídate.

—Si, si.

Apenas llegó a su casa subió a su habitación, no se fijó si estaba su mamá. Realmente no le importaba. Buscó y buscó por sus cajones para ver si estaba la bolsa en algún lado. Y, como no vio nada, se fue a la habitación de la mamá. Estaba durmiendo y roncando. Con cuidado, buscó la bolsa y la sacó debajo de la cama, donde su mamá estaba durmiendo.

Cuando llegó a su habitación pensó en si hacerlo o no. Pero era lo mejor, La única persona que estaba allí con ella ya no estaba más. Y Payton... ella lo ama; aunque fuese muy temprano para eso, ella siento eso y nadie ni nada puede hacerle cambiar de opinión. Pero piensa que solo es un estorbo para él. Así que lo iba a hacer, es lo mejor.

Juli <3

Desde Arriba - P.M | NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora