꧁ 20 ꧂

3.6K 242 19
                                    

—Violet —comenzó—, ¿qué pasó? Quiero decir, ¿porque te viniste aquí? Porque si duermes en un hotel, no vives aquí.

La recién nombrada dio un largo suspiro y se le hizo un nudo en la garganta, que casi no la dejó hablar.

—Yo vivo en Carolina del Norte... —dijo. Stephanie asintió y tomó un sorbo del café—, me vine aquí porque..., solo causo problemas —volvió a suspirar—. Mi mejor amiga murió el año pasado, mi mama es drogadicta, no sé dónde mierda está mi puto papá... —al decir eso, se tapó la boca. Pero Stephanie movió la mano demostrando que no le importaba que diga groserías—. El único que me apoyaba era Payton.

—¿Cómo qué problemas?

—Antes, los chicos y algunas chicas me amenazaban para que les de mi tarea... —Violet tomó un poco del café, para poder tranquilizarse—, y el director me llamó y me dio las hojas de las tareas que no hice, obviamente él no sabía lo que hacían. Payton me ayudó a hacer una tarea en casa y se llevó una tarea muy larga y difícil. Como no la encontraba fui a su casa y me enteré que reprobó... —suspiró—, por hacer mi tarea. Es un excelente alumno... Yo arruine su reputación —susurró y las lágrimas salían, definitivamente lo necesitaba hablar con alguien y largarlo todo.

—Violet, no llores... —Stephanie limpió las lágrimas de esta—, escucha, lo de que te amenazaban te entiendo: a mí me hacía lo mismo. Hasta que me puse de novia con el popular y me embaracé. ¡Ja! —exclamó, sarcásticamente—. Pero mira, tengo diecinueve años y ya lo superé. Lo tienes que superar.

—No, eso no es —susurró—. Es que Payton desaprobó por mi culpa.

—Él sólo te quería ayudar...

—Lo sé... —luego de un gran silencio, Violet habló—, pero su reputación... Yo lo amo, y sé que él no siente lo mismo... Pero no sé hacer. Lo arruine todo —dijo soltando todo.

—No arruinaste nada, eres adolescente. Está bien, todo está bien. Y ya te lo digo: lo que hizo Payton, creo que era así su nombre —Violet asintió—, es porque él también te ama. ¿Qué tipo de persona te hace la tarea? —movió las manos exageradamente—, ¿o lo amenazabas?

—Oh, no... —negó con la cabeza—. Ya la cague, él ya no me ama y nunca me amó.

—¿Cómo lo sabes?

—Lo conozco más que la palma de mi mano —le dijo Violet.

—Oh bueno... —se quedó callada. Y luego se enderezó—. Hola, pequeñín —dijo Stephanie mirando las escaleras.

—¿Violet? — preguntó él, refregándose un ojo, más dormido que despierto.

—Hola, Thommy.

Él corrió y abrazó fuertemente a Violet. Ella definitivamente necesitaba uno. Stephanie sonrió y abrió la boca para hablar.

—Hijo, Violet se va a quedar a dormir hoy.

—¿En serio?¿Puede dormir conmigo? —preguntó.

—La vas a molestar —le dijo la mamá.

—De hecho, no —Violet sonrió—. Si me deja, duermo con él.

—Bien... Thommy, duermes con Violet —dijo levantando las tazas de café.

—¡Si, vamos! —festejó. Violet rió.

—Hijo, anda subiendo que le tengo que decir algo a Violet.

Él asintió, le dio un beso en la mejilla y se fue corriendo. Se veía muy tierno corriendo. Stephanie apagó la luz de la cocina y se acercó a Violet.

—Violeta —murmuró. Violet, confundida, se dio la vida y la miró—. Soy la amiga de tu prima. No sé si me recuerdas —Violet abrió los ojos como platos, sorprendida. Era verdad: es la amiga de su prima—. Ya casi no hablamos, pero solo te lo cuento porque eres como una amiga para mi. Así que no tengas miedo porque no te voy a hacer nada.

Violet sonrió. Ella había sido la amiga de su prima. Cuando ella nació tenía seis años, más o menos, y siempre jugaban con ella; ya que, la mamá de Violet y su tía vivían juntas hasta que Violet cumplió los cinco años. Y cada vez que su prima invitaba a sus amigas estaban con ella. Violet no la recordaba, pero vio millones de fotos de ella y su prima.

—Wow.

—Lo sé —asintió con la cabeza—. Bueno, ve a la habitación de Thomas porque es todo menos paciente. Oh, y otra cosa, si escuchas sonidos a la mañana temprano es mi mamá. Lo estuvo cuidando todo el tiempo.

Violet rió.

—Está bien, buenas noches —le dijo y se fue a la habitación de Thomas.

Él estaba hablando con él mismo, mientras movía las manos. Violet tocó la puerta y Thomas giró la cabeza rápidamente.

—Me pongo el pijama y vuelvo, ¿dale?

—Está bien.

Violet fue a la habitación donde había dejado sus cosas y se puso otra remera de Payton y un short. Volvió a la habitación de Thomas. La cama de este era para dos personas. Suertudo, pensó Violet.

—Ven —murmuró. Estiró sus brazos y ella se acomodó al lado de él.

—Te quiero mucho.

—Yo también... —cuando Violet cerró los ojos, Thomas habló—, oye, ¿te puedo contar una historia?

—Claro que sí.

—Había una vez, un príncipe y una chica que vivía en el pueblo cerca del reino. El príncipe salió a pasear por el pueblo un día soleado. ¡Como hoy! —exclamó Thomas y Violet rió—, y vio a la chica con un vestido viejo de su hermana más grande, pero le pareció muy linda. Y como tenía miedo de hacer algo malo, le dijo a su papá, el rey, que haga una fiesta con todos los chicos y chicas del pueblo, así le podía hablarle a la chica hermosa. Cuando ya era de noche, el príncipe habló con todas las mujeres del pueblo pero ella no estaba. Hasta que ella apareció, llamando la atención de todos, con un vestido rojo, ¡como el rayo McQueen! —volvió a exclamar y Violet a reír—. La chica bajó las escaleras y el príncipe fue donde ella y empezaron a hablar. Después se hicieron mejores amigos para siempre, como yo y Felix —agregó—. Un día una chica pensó que hizo algo malo, entonces se fue del pueblo. Ella lo amaba, pero se fue porque pensaba que no era nada para el príncipe estúpido —se tapó la boca—. No le digas a mamá que dije eso —susurró. Violet rió y le prometió que no le había a decir nada—. Bueno, desde ahí ninguno de los dos se volvieron a ver. El príncipe la extrañaba mucho, y lloraba mucho. Ella también, pero nadie la veía. Fin.

—Wow... —murmuró Violet—, eres buen narrador de historias.

—¿Que es nadador? —preguntó y Violet rió.

—Se dice narrador —lo corrigió—. Dije que cuentas muy bien las historias.

No quería explicarle que era narrador porque no tenía ganas. Además, Thomas no iba a entender nada o solo un poco.

—Ya lo sé —hizo una pose de diva, acostado en la cama.

—Oye una cosa, no cuentes muchas historias tristes, ¿si? —ella sonrió—. Me ponen un poco mal...

—Lo siento —la abrazó y se apoyó en su pecho.

—Está bien.

—La remera tiene rico olor —me dijo.

—Buenas noches, Thommy.

—Buenas noches, Vio...

Ella se quedó pensando. ¿Y si Payton estaba pasándola mal o algo por el estilo? Luego de pensar y pensar, se quedó dormida.

Juli <3

Desde Arriba - P.M | NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora