꧁ 13 ꧂

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Agarró el papel y leyó lo que estaba escrito:

—"Violet" —lo desdobló una vez el pedazo de papel. La letra de Payton es desastrosa, justo como la de ella—. "Te quería decir que todo este tiempo te he querido decir que ES UNA BROMA. Venganza dulce venganza". ¿En serio? —cuestionó.

Salió de su casa para ver si estaba Payton. Las lágrimas aún no la dejaban ver claramente, pero igualmente lo vio. Se estaba riendo de ella, pero no le importó.

—Payton... —corrió hasta él y lo abrazó. Empezó a llorar y se dio cuenta lo importante que es Payton para ella. Él correspondió el abrazo pero seguía riéndose bajo.

—No te vayas, nunca —lo abrazó más fuerte y las lágrimas aún salían.

—Nunca, hermosa. Pero lo cumpliré mientras tú lo cumplas —ella no respondió, sino que lo abrazó más fuerte. Payton le dio un beso en la frente y ella se separó de él.

—Te odio —masculló.

—Yo también —le dijo, sabía que le mentía.

—En serio —lo miró seria y se cruzó de brazos.

—¿En serio? —ella asintió y chasqueó los labios—. Si te ríes es mentira.

—Hecho —ella lo miró a los ojos y trataba de no reírse. Le estaba yendo bien hasta que el mayor le empezó a hacer cosquillas. Ella quería hablar pero, como Payton no paraba, la risa no la dejaba ni siquiera decir una palabra completa.

—Sabía que no me odiabas —le dijo Payton victorioso.

—Claro... —susurró.

—Emm... Faith, ya te puedes ir.

—Si, si —respondió ella ante su hermano.

Ella se fue y Violet se quedó con él. Entraron a la casa de la menor y se fueron directamente a la habitación de esta.

—Tu hermana es muy buena actuando —confesó.

—Por eso le dije que te diga eso —rió—. Pero ahora le tengo cincuenta dólares menos.

Violet rió y se sentó en la cama para terminar lo que estaba haciendo.

—¿Qué hacías? —le preguntó Payton, mientras se sentaba en la cama, al lado de ella.

—La tarea —respondió indiferente, mientras leía un libro. Payton abrió la boca al ver tantos papeles sobre la cama.

—¿Tienes tanta tarea esta semana?

—Oh, no —cerró un libro y dirigió su mirada hacia Payton—. Es que es de hace un mes.

—¿Por qué tienes tarea de hace un mes?

—Antes me amenazaban si no les hacía las tareas —confesó—. Hasta que un día me canse; no podía hacer las tareas dos veces, así que empecé a darles mi tarea. Y así por casi un mes... Un día el director me llamó y me preguntó que era lo que me pasaba —contó—. Le conté que no tenía tiempo, obviamente le mentí, porque si le decía iba a llamar a mi mamá y, en ese momento, eso es lo que menos quería —y era verdad: su mamá estaba peor que en ese momento—. Y bueno, me dijo que tengo que hacer las tareas que me faltan y... son estas —le sonrió porque sí.

—¿Te ayudo? —le preguntó Payton.

—Me encantaría, pero no puedes —hizo una especie de mueca.

—¿Quién dijo que no? —dijo el castaño. Una sonrisa salió de la boca de Violet, inconscientemente. Payton la miró fijamente.

—Lo siento —Violet frunció el ceño—, pero ya no puedo más —y con eso lo frunció aún más.

—¿Qué ya no pued...?

No pudo terminar la pregunta porque la besó. Pareciera como si ninguno de los dos se quería separar del otro. Y cuando se separaron, ambos estaban respirando agitadamente.

—Perdón... —le dijo él apenado. Ella lo miró y lo besó de nuevo.

—¿Eso te dejó claro cómo lo tomé? —Payton sonrió.

—Si —murmuró. Se quedaron viéndose entre sí unos incómodos segundos.

—Emm, bueno. ¿Por dónde estabas? —Payton rompió el hielo.

—Estoy haciendo la tarea de Biología —él asintió.

—Ah, bien. Me gusta Biología, pero solo un poquito —mostró con sus dedos y juntó la punta del dedo anular y pulgar; demostrando que era muy poco.

—Que bien —rió—, porque yo lo odio.

Ambos rieron y empezaron hacer la odiosa tarea de Biología. Luego de estar mucho tiempo intentando terminar las tareas pendientes de Biología de Violet, terminaron.

—Gracias, Payton —agradeció.

—De nada, princesa.

—Oye, ¿te quieres quedar un rato más? —preguntó, y al ver que Payton no reaccionaba entre cerró los ojos—, y podemos tomar mientras escuchamos música.

—¿Segura? —sonaba inseguro.

—Si... —masculló—. Si no quieres, no pasa nada —dijo.

—Oh, no —se levantó de la cama de un solo salto—. Vamos, pero en el tejado la tarde está super linda—le dijo

—Está bien —aceptó.

Agarraron el licor de la mamá de Violet y subieron al tejado con cuidado. Era de día, pero el sol se estaba yendo. Era hermoso. Hacía años que Violet no subía a ver un atardecer así.

—¿Me prometes algo?

—¿Qué cosa? —preguntó Violet abriendo la botella a rosca.

—Nos vamos a contar todo, siempre.

—Siempre.

Le dijo eso y se apoyó en su hombro. Ella agarró la botella y tomó un poco del líquido, que le quemó la garganta al pasar.

—Déjame algo, loca —la chica rió y le dio la botella al chico.

—¿Qué piensas hacer en el futuro? —preguntó ella. Siempre le gustó escuchar los planes para el futuro de otras personas, le gustaba escuchar lo que ella nunca tendrá.

—No sé. Creo que músico o algo relacionado con la música y ses ámbito—alzó los hombros—. La verdad ni lo tengo muy claro.

—Que lindo.

—Si... ¿Y tú?

—Yo quiero ser stripper —le dijo mirándolo a los ojos. Él la miró confundido.

—¿Qué? —preguntó atónito, ella rió.

—Mentira —paró de reír abruptamente—. Creo que... —«no voy a tener futuro, ni quiero tenerlo»—, ni idea. Pero siempre quise ser modelo o algo así, igualmente no estoy segura. Pero lo que sí estoy segura, es quedarme contigo —se apoyó en las piernas de este y miró el cielo naranja por el atardecer.

—Yo también, hermosa —la miró a los ojos y le corrió el pelo que le tapaba un poco la cara.

—Te quiero mucho —confesó, por primera vez, en voz alta.

—Yo también te quiero mucho.

Se volvió a sentar al lado de él y se acomodó. Agarró la botella y tomó un poco más. Cuando terminó Payton le sacó la botella de la mano lentamente, mientras miraba hacia la nada en silencio, y tomó un sorbo.

Después, se quedaron callados mirando el cielo, mientras escuchaban música de un disco que había sacado ella de su habitación.

Juli <3

Desde Arriba - P.M | NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora