Desde Arriba - P.M | NUEVA EDICIÓN

꧁ 11 ꧂

—¿Te quieres quedar a dormir? —le preguntó el chico, que era mayor que Violet—. Es tarde —agregó, para convencerla un poco.

Se habían quedado un rato largo allí sentados y apreciando las vistas. Payton había llevado comida para cenar: unos sándwich para compartir. Violet quedó llena y él, al parecer, también. Luego, comieron un pastel que había comprado hace unos días su mamá. Era de fresa y estaba riquísimo.

—No quiero ser un estorbo —respondió esta, la menor.

—No lo eres, créeme.

Ella miró la hora desde su celular; si que era un tarde. Si iba a su casa, le podía pasar algo malo.

—Está bien —aceptó.

—¡Bien! —susurro Payton en una especie de grito. Ella lo miró con cara confundida.

—¿Qué? —preguntó Violet, atónita.

—Ehh, nada —le sonrió, con esa sonrisa perfecta, o bueno, para ella.

—Oh, bueno...

Después de hablar un rato llegaros. Cuando entraron, estaba, Violet supuso que era, la mamá de Payton; era muy apreciada a él, y les sonrió a ambos.

—Hola, soy Joanne —se presentó y estiró su mano, para saludar a la chica que trajo su hijo a la casa y, encima, muy tarde en la noche.

—Mucho gusto, Joanne —dijo Violet—. Soy Violet.

—Mucho gusto, Violet —agachó la cabeza, saludándola de vuelta. Miró a su hijo—. Hola, Payton.

—Hola mamá —respondió Payton, con cara de vete y déjanos solos. Y parece que entendió, porque se fue a otro lugar de la casa, lejos de ellos.

—Bien, ¿vamos a mi habitación? —preguntó el de ojos marrones, que al sol, parece que son de color miel.

—Sip —dijo Violet para después seguir a Payton hasta su habitación.

La habitación estaba igual que antes. Solo que estaba un poco más desordenada que al última vez. Seguramente Joanne la había limpiado.

—¿Qué haces? —le preguntó, de buena manera, Payton a Violet, mientras la veía observando todas las cosas que podían llegar a ser de música que tenía.

Tocó las cuerdas de la guitarra, el micrófono, el teclado eléctrico...

—La música me relaja —respondió—. Si algún día muero, bueno es obvio que moriré —dijo obvia—, pero quiero que me canten una canción. Y si es hecha para mi, mejor.

—Que... —Payton se calló, pensado en la palabra correcta—, profundo —Violet asintió con la cabeza.

—Si —rió y se giró para ver a Payton a los ojos—. ¿Y a ti que te genera la música?

—Creo que felicidad mezclada con tranquilidad.

—A mi igual. Es muy linda la música.

—Si, me quiero dedicar a eso.

—Ah, pues algún día me dedicas una canción si o sí, eh —le dijo Violet en broma. Payton rió.

—Me voy al baño —informó él—, siéntete como en casa.

—Gracias.

Payton entró al baño y ella se acostó en la cama, estaba exhausta. Al fin podía estar tranquila. Y, poco a poco, fue cerrando sus hermosos ojos con notorias ojeras de bajo.

—Violet, ¿quieres...? —Payton no pudo terminar de decirle lo que le iba a decir porque la vio dormida en su cama. Se veía tan tierna.

Payton fue hacia ella y le sacó el abrigo que tenía para que esté más cómoda; además, el abrigo que tenía puesto tenía cierre y se podía lastimar con el metal. Como pudo, le puso, a Violet, un hoddie suyo y la dejó acostada sobre su cama. Él iba a dormir en el sofá que tenía en una esquina de mi habitación para que ella se sienta cómoda y para que no piense algo malo de él.

A las tres de la mañana, aproximadamente, Violet empezó a decir su nombre. "Payton..., Payton". Él se levantó para ver si necesitaba algo o si pasó algo, pero estaba dormida como cualquier persona.

Espera, ¿Violet estaba soñando con Payton?

Ella lo llamó una vez más, así que él se sentó a su lado y le empezó a hacer caricias en el pelo. Payton, después de un rato, se acostó porque estaba incómodo y Violet, de un solo movimiento, lo abrazó y apoyó su cabeza sobre el pecho de él.

Payton dejó de respirar y se intentó alejar de ella, para que pudiera dormir bien y tranquila.

—Violet, déjame así duermes bien —le dijo bajito.

—No —dijo ella y lo abrazó aún más fuerte. Así que no tuvo otra que dormir con ella.

Igualmente, él no odió esa idea.

Juli <3