Sacó un poco de la bolsa y lo apoyó sobre su mano. Lo visualizó un rato. Era blanco y estaba esparcido entre sus brazos, sobre el escritorio. La vela estaba encendida y en la cuchara estaba lo blanco.
Acercó aun mas la cuchara hacia el fuego pero alguien tocó la puerta. Ignoró eso y esperó a que se derrita mas, ya casi estaba. Tocaron de vuelta la puerta e hizo como que no lo escuchó. Colocó el liquido dentro de la jeringa.
La persona que estaba tocando la puerta empezó a tocar más fuerte y rápido. Finalmente, la abrió. A Violet no le importó y la persona, entonces inyectó la punta en su antebrazo. La persona que había entrado, corrió hacia ella. Gritó algo y, rápida y cuidadosamente, alejó la jeringa del brazo de esta y la silla donde estaba sentada.
—¿¡Qué haces?! —gritó.
—Déjame —se levantó de la silla pero la persona le agarró de ambos brazos y la dio vuelta.
Payton.
—Te dije que no lo hagas —dijo, dirigiéndola a la cama.
—¡Eso no cambia nada! ¡Si me dices "no lo hagas más" —imito la voz de Payton— no cambia en nada! No ayudas con eso.
Se acostó en la cama y apoyó la contra contra la almohada. Empezó a llorar, apartando la mano de Payton.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó, tranquilo—. Estabas bien, bueno, suponía que estabas bien. Me lo hubieras dicho... no confías más en mí, ¿verdad?
—No, no es eso —soltó un suspiro entrecortado—. Hoy... me molestaron porque, supuestamente, eras mi novio.
Payton, inmediatamente, se puso mal. Él lo había dicho.
—Es mi culpa —habló este.
—Claro que sí —dijo Violet, tajante, con la cabeza hundida en la almohada.
El castaño abrió la boca y la volvió a cerrar. Wow, vaya confesión. Payton se acercó al escritorio y tiró todo el polvo blanco al suelo y tiró el liquido de la jeringa para apagar la vela. Solo podía oler a la droga y pronto su presión iba a bajar; el olor es muy fuerte. Luego, obviamente, sacudió sus manos.
Se acercó a ella y le dio una palmadita en un brazo, como si fuese un saludo de expedida. Empezó a bajar las escaleras y, cuando se estaba por ir, Violet lo agarró del brazo. Él frunció el ceño, confundido, pero relajó su rostro cuando Violet juntó sus labios.
Al principio él se quedó shockeado pero después lo siguió. Fue, verdaderamente, el mejor beso que Payton dio en toda mi vida. Los labios de Violet eran tan cálidos, y con un ligero sabor a fresa. En un momento bajó su mano a la cintura de esta. Ella que lo tenía de las mejillas, pasó sus manos a rodear su cuello.
Luego de un rato, se separaron, pero ninguno quería. Cuando Payton vio a Violet tenía las mejillas rojitas, se veía tan tierna.
—Lo siento... —Violet susurró sobre los labios de Payton—, no quise tratarte así.
—Tranquila —subió su mano y acarició la mejilla de Violet—. Se que no lo quisiste hacer.
Ella sonrió y apoyó su cabeza sobre el hombro de Payton.
—No es culpa de nadie de nosotros dos—comenzó Payton y Viole levantó la cabeza y lo miró—. Es la culpa de todo ellos por molestarte por estar con un papasito como yo.
La menor soltó una risita y él la miró embobado con una sonrisa. Subieron de vuelta a la habitación de Violet y se quedaron abrazados en la cama de ella.
—¿Podemos ir a un lugar? —preguntó Payton.
—¿A dónde?
—Ya vas a ver —acarició la espalda de Violet—. Es un lugar donde voy cuando me siento mal.
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Desde Arriba - P.M | NUEVA EDICIÓN
Teen Fiction¿Qué pasa si un día no tienes tu auto y tienes que ir en un transporte público? Él tiene la vida perfecta. ¿Y ella? Todo lo contrario. historia corta. TW: drogas, posible depresión, bullying, enfermedad, suicidio, muerte.