Mi Pequeño Alfa (Starsky & Hutch)

capitulo 8

Narra Hutch:

Llegue temprano al trabajo ya que había recordaba que esa misma semana regresaba mi inspiración, mi nueva razón de vivir, mi Omega de cabellos rizados.

Al estacionar mi auto observé el lugar para ver si había llegado también y hay fue cuando ví su auto tan peculiar volví a escanear el lugar y lo ví subiendo al elevador tome rápido mis cosas del auto y salí corriendo hacia donde estaba logré que las puertas se cerraran por completo y fue cuando lo ví tan hermoso como siempre con su traje bien arreglado, su cabello castaño hecho una bola rizada y sus ojos tan azules como el cielo sentía una corriente eléctrica con tan solo verlo.

Subí al elevador me coloque a su lado Vi que las puertas se cerraron y subimos adentro de ese espacio tan reducido se podía sentir la tensión y el deseo cuando no veía lo observaba de arriba a abajo, por primera ves observé aquellos pantalones que por cierto le quedaban muy bien le resaltaba ese gran trasero que tenía que deseaba tomar hacerlo mío él aparentemente noto que lo observaba giro sus hermosos ojos hacia mi e hice que como que no estaba haciendo nada y volvió a mirar hacia el frente pero esta vez estaba tan rojo como un tomate cuando íbamos por el piso 15 no me resistí  trabe el elevador él me miró confundido por lo que había hecho e iba a decir algo cuando lo estampe contra la pared y asalte sus labios que tanto quería besar él pareció resistirse al principio pero luego se dejó llevar lo besaba con tanta pasión y deseo sus brazos se erredaron alrededor de mi cuello mientras mis manos recorrían toda su anatomía abrí su camisa para meter mis manos y tocar su pecho me sorprendí cuando note que estaba bien musculoso y peludo subía y bajaba mis manos como si quisiera plasmar su cuerpo con mis manos.
Él parecía disfrutarlo ya que gemía entre cada caricia que yo le daba nuestros labios se abrieron dando paso a una danza de lenguas interminable.

Nos separamos por falta de aire pero duró unos segundos y nos volvimos a besar pase mis manos esa parte del pantalón que había visto con tanta admiración su trasero lo tome sobre el pantalón y lo estrujé como si fuera plastilina él gimió un poco más con ese tacto mi entrepierna me dolía por lo apretada q estaba en mi pantalón.
Mis besos pasaron de sus labios hasta su mentón luego a su me quedé en su cuello saboreandolo y oliendo su aroma que me exitaba aún más quise continuar pero paramos cuando sentimos que el ascensor volvió a funcionar.