Capítulo editado y corregido.
Me senté en el banco esperando a que llegase mi perfecto novio Evan. Todos siempre decían que hacíamos una pareja perfecta pero sinceramente ni sabía por qué estaba con él. Los demás me decían que era perfecto para mi, pero no era amor lo que sentía, solo cariño pero para variar mis padres dirigían mi vida. "Elena esa falda es muy corta , Elena recoge la basura , Elena vamos tarde ,Elena mi niña perfecta ,Elena, Elena, Elena...". Me aburrían, pero tenía que soportarlos después de todo ellos me adoptaron hace casi dos años cuando solo tenía quince años. Además de no recordar en absoluto mi antigua vida, la nueva y rutinaria que llevaba día a día era simplemente perfecta.
-Elena, amor.-me saludó.
-Hola.-dije cortante.
Se acerco a mi y nos dimos un pequeño beso en forma de saludo. Pasamos la tarde juntos y luego llegamos a mi hogar, una mansión. Giré mi vista para poder apreciarlo unos segundos, cabello rubio, mandíbula cuadrada, ojos claros y con estatura promedio.
-Elena...¿No te parece perfecto Evan?-preguntó mi madre apareciendo por la puerta.
En mis pensamientos solo habitaba uno "Si mamá, es tan perfecto que me aburre". Pero si se me ocurría decirlo tendría que decirle un adiós a mi vida. Después de todo Evan hacía feliz a mi familia, tenía que hacerlos felices después de todo lo que habían echo por mi.
-Sí ma, Evan es perfecto.-solté con falsos ojos soñadores.
-¿No te vas a despedir Elena?-me preguntó alzando una de sus perfectas depiladas cejas.
- Chau Evan-tras recibir una mirada fulminante agregué.-Te veo luego amor.
-Hasta luego señora Jones, que pase buenas noches. Te veo luego amor.
- De igual manera querido.
Rodé los ojos. Algunas veces pensaba que ella se olvidaba de mi presencia al igual que Evan.
-Voy a subir.
-Como quieras cielo.
Mañana era mi primer día de clases. Se terminaba el verano y las hermosas vacaciones esta misma noche. Ya no podría leer hasta altas horas o ver películas, tenía demasiada flojera por lo menos tendría la oportunidad de ver a Molly, mi mejor amiga.
Me cambié las prendas por mi piyama o un intento del mismo. Unos shorts cortos y una musculosa desgastada. Prefería estas prendas a las piyamas de seda que siempre me compraban. El sonido de mi teléfono vibrando me hizo gruñir, ya me iba a quedar dormida.
-¿Qué se le ofrece? La verdad no es un buen momento para llamar.-dije exhausta.
-¿Pequeña estabas durmiendo? Ni siquiera reconociste mi llamada, mala amiga.
-¡Molly!
-Se que me amas, no me mates.
-Esta bien...¿Qué pasa?
-Mira, ya que mañana hay colegio mi mamá me pidió hacer unos recados. Así que no puedo pasar por ti lo siento.
Eso me pasaba por no tener un auto.
-No te preocupes.
-Dile que te manden chófer.
-Sabes que odio eso.
-Bueno camina y baja de peso, aunque si eso pasa desapareces.
-Ja ja ja que graciosa .
-Maldita te envidio comes como puerca y no engordas nada.
-Lo se.-solté una leve risa.
-Bueno te dejo que Tailer me esta mordiendo el pie, besos.
Tailer no era su perro sino su hermano que amaba morder pies. Molly maldita Molly, te amo y te odio. Molly era mi amiga desde hace dos años. Era una chica rosa. Amaba ir de compras, era educada pero conmigo era mi LOCA amiga por eso la adoraba. Tenía el cabello, corto, rubio y ondulado junto con unos enormes ojos grises y era baja por el contrario a mi que era alta, delgada, morena y de ojos cafés. Una chica común.
Escuche un golpe tras la puerta.
-Elena es la hora de dormir.
-Está bien.
Cerré mis ojos hasta que quedé dormida. Los hermosos rayos del sol me cayeron. Tenía que dejar el sarcasmo, los odiaba. Prendí la ducha y esperé a que se calentase hasta estar tibia, me metí y me bañé, ya conoces el proceso.
Me puse unos jeans oscuros, una blusa pegada al cuerpo, mis converse y me maquillé ligeramente. Pasé un cepillo por mi lacio cabello. Me miré al espejo, seguía pareciendo una muerta viviente.
-Elena a comer.
-Ya voy.-dije apurada cogiendo mi mochila.
Bajé las escaleras pero me choqué con Luke, mi jodido hermano.
-Elenaa ten cuidado.
-Ups.
Luke me llevaba un par de años, no lo soportaba, era muy protector pero a la vez mi tortura. Comí solo una manzana, un yogur, tres panes con huevo, cereal .Estaba a dieta a exigencia de mi madre e iba a caminar y tenía que ir rápido.
-Agh tengo hambre.-me quejé viendo como mi hermano comía sus waffles.
-¿Aún?
-Sí Luke.
-Cerda.-Dijo en susurro. No le respondí porque estaba apurada.
-¡Ma ya salgo!
-Cuídate.
Salí para la escuela pero me moría de sed. Tuve que pasar por la bodega. Compré una botella de agua y prendí rumbo .A solo unos metros de mi vi a una chica muy asustada. Unos hombres mayores pero sin llegar a ser cuarentones la molestaban. Pude ver desde mi esquina como sus ojos se bañaban en lágrimas.
-Hola amiga cuanto tiempo.
La chica me miró confundida. Le susurré que me siguiese la corriente. La abracé por el hombro y le dije que mi papá que trabajaba en el ejercito nos esperaba. Iba a otra escuela, nos separamos no sin antes intercambiar números. Seguí caminando y ya que iba tarde me metí por un atajo pero mi pulso se empezó a acelerar a mil por hora. Los hombres me habían seguido y esta vez, era yo la que temblaba de miedo.
-Preciosa ya vimos que estás solita.
Sigue caminando, sigue caminando.
-Salvadora ven aquí.
Los tres tipos se acercaron. Uno de ellos me tomó por la muñeca. Me acorralaron en un muró de ladrillos en el cual no había salida. Tenía que decir algo pero las palabras no sabían de mis labios. Mis piernas temblaron, uno de ellos me tocó la mejilla.
-¡Carajo déjame!
-La gatita tiene garras.-rió el otro lamiendo mi cuello.
-Como no me sueltes te dejo estéril.
Estaba segura que ese era mi fin. Debía abrazar a mis padres antes. Debí decirle a Luke que lo quería. Una gruesa lágrima bajó por mi mejilla. El tercer hombre metió su mano por debajo de mi blusa. Cuando el otro comenzó a besar mi cuello escuché una voz ronca y profunda .
-Pendejos. ¿En serio? No porque me haya acostado con cada una de sus novias y estas les dijeran que eran malos en la cama significara que tendrían que forzar niñas para complacerlos.
-Tranquilo Dan no sabíamos que era tuya.-dijo el de piel morena retrocediendo.
Levanté mi vista. Aquel chico era guapísimo. Tenía la piel clara pero con un toque de bronceado, ojos azul oscuro y un fabuloso pelo negro carbón. Abrí la boca sorprendida. Los otros dos hombres siguieron a su compañero y le rogaron una disculpa. Me dejaron en el suelo y desaparecieron. El chico solo siguió su curso. Quise moverme y agradecerle pero solo eché a correr.
Les dejo a Dan.
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Todo pasa por algo...(editando y será continuada)
Teen FictionElla no recodaba nada después del accidente , sin saber quien había sido su vida da un giro completamente drástico tras conocerlo a él . Ella la chica perfecta según todos , él un problema viviente que le gusta la velocidad quién dice que vida solo...