Bevrijd me (Hyunlix)

4

-Minho Hyung, está lastimado, no sabes cuántas marcas y cicatrices tiene, tiene venas celestes!-(Le explicó con lágrimas en los ojos)
-Tranquilizate Hyunjin, ya podremos ayudarlo, por ahora necesitamos averiguar por lo menos su nombre-(Intentó calmar el mayor mientras acariciaba su espalda)-Ya, llévale la comida mientras yo me encargo si?-(Hwang asintió nuevamente, yéndose en busca de el alimento para el pecoso)
Una ves se la dieron en la cafetería, caminó rápidamente con la bandeja en sus manos y entró a la habitación, viendo al pecoso con una gran sonrisa.
-Hola, traje la comida-(Sonrió el alto, encaminándose al peli gris y dejando la tabla sobre sus piernas)-No sé si eres alérgico a algo-(Murmuró algo preocupado)
El menor se sentó en la cama, sonriendole a Hwang para que se despreocupara.
Miró la comida luego de que Hyunjin se quedará mejor, tomando los cubiertos y probando el primer bocado.
Sus ojos brillaron ante lo delicioso que estaba, rápidamente comiendo lo demás a grandes bocados, terminandolo en menos de tres minutos.
Se relamió los labios, está ves tomando el vaso de jugo y tomándolo todo de un trago.
Oh ese jugo, bendito sea ese delicioso jugo.
Escuchó la risa dulce de Hyunjin mientras el terminaba de beber del vaso.

Se tocó la garganta al por primera ves sentirla realmente hidratada, carraspeó, abriendo su boca e intentando soltar un sonido.
-Puedes hablar?-(Preguntó curioso el rubio, acercándose)-No eres mudo?-(Negó rápidamente, soltando un leve sonido de su boca, Hwang sonriendo en grande)-Entonces puedes hablar... Oh pero...-(Borró su sonrisa al darse cuenta de lo que pasaba)-Me imagino que no has hablado en años...-(El desconocido, por así decirlo gracias a no saber su nombre, asintió, suspirando)-No te preocupes, podremos ayudarte con eso también-(Sonrió levemente el mayor)-Quieres que por mientras te pongamos un nombre?-(Rió, el más bajo asintiendo con una sonrisa)-Uhm... Que tal... Yong... YongBok?-(Sonrió aún más grande, asintiendo frenéticamente)-Oh, claro, que despistado soy, debo explicarte esto-(Se volvió a sentar frente al peli gris, luego hablando)-Somos una organización, Sunlight, que ayuda a personas que tienen capacidades diferentes a los humanos normales, los llamamos divergentes, suponemos que tu eres uno por estar en manos del gobierno y tus venas-(El oji marrón lo miró atento y curioso, sonriendo levemente)-Aqui los ayudamos para que puedan ayudar a los demás con sus "poderes" o capacidades por así decirlo, rescatamos a muchos que estuvieron como tú-(Asintió conforme con la explicación, mirando luego la puerta)
Apuntó hacia ella, mirando al mayor con ojos curiosos.
-Afuera?, Quieres saber que hay afuera?-(Rápidamente repitió el gesto, suplicando con la mirada salir de ese sector blanco)-Uh... No sé si me permitan hacerlo pero no creo que hagas nada malo, solo, quédate junto a mí, si?-(Otra ves aceptó, ambos levantándose)
Hyunjin abrió la puerta, saliendo y así YongBok detrás siguiéndole el paso.
Miró hacia todos lados, viendo todos los colores que había y los diferentes rostros que se encontraban allí, sonriendo en grande.
-Bueno, la instalación es bastante grande, tenemos un patio, la cafetería, el sector de habitaciones y el centro de práctica. Podemos ir al patio si quieres-(Le sonrió nuevamente como respuesta, ambos caminando con tranquilidad hacia allí)
En el camino, YongBok recibió varias miradas curiosas que lo asustaron un poco, pegándose más al rubio mientras la gente seguía pasando por su lado.
-No te asustes Bok, ellos solo te miran porque eres nuevo-(Le sonrió Hyunjin al ver qué el menor se pegaba a el)
Solo asintió algo inseguro.
Pero una ves salieron, todo cambió, su miedo salió de su cuerpo de un segundo a otro y solo pudo mirar todo y sus ojos siendo iluminados totalmente por cientos de flores de todos los colores, tamaños y formas.
Abrió levemente la boca, saltando en su lugar y mirando a el alto, cuestionando con la mirada si podía ir a verlas y tocar todas las flores y ver todos los colores.
-Puedes ir Bokie-(Rió el rubio, haciéndole una seña con la cabeza hacia el lugar)
Rápidamente corrió hacia allí, algunas de las personas viéndolo pero ya no le importaba, estaba rodeado de colores que en su vida había visto y aparte de todo, habían todo tipo de especies de plantas, de el momento en que lo vió supo que iba a amar ese lugar.
Se agachó, sentandose sobre el pasto y tocando suavemente todos los pétalos.

El oji celeste se sentó en una banca algo cerca del pecoso, mirándolo enternecido mientras YongBok jugaba como un niño en una juguetería.
Sonrió levemente, juntando sus manos y suspirando.
Verlo allí feliz, jugando y quitando todo lo malo que había descubierto era un alivio para el, pero muy dentro sabía que eso no era todo...