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KD= Kaminari Denki.
SH= Shinso Hitoshi

Narra Denki

Ya que Iida había salido con Sero teníamos tiempo para divertirnos un rato.
Hitoshi llegó, pero había personas en la sala, así que nos quedamos hablando con ellos por un buen rato hasta que por fin se fueron todos.
Entramos a los baños y cerramos para evitar accidentes.
Estaba acomodando los cambios de ropa en un lugar donde no se mojaran y al voltear lo primero que ví fue a Hitoshi quitándose la playera y después dándome una mirada de deseo... Ese chico sí que me vuelve loco...
Le di la espalda y también me quité la ropa estaba a punto de quitarme el bóxer cuando Hitoshi me abrazo por detrás.

SH -Me gusta mucho como se ve tu cuerpo sólo con la ropa interior.

Puso sus labios en mi cuello y me besó a la vez que pasaba sus manos de mi pecho a mi cadera y marcaba el borde de mi boxer, como esperando que desapareciera. Eché la cabeza a un lado, mi cuello era muy sensible y él lo sabía.
Me volteé y lo miré de frente, pasé mis manos alrededor de su cuello y lo acerqué a mí para besarlo, acariciaba su cabello y lo enredaba entre mis dedos. Su lengua estaba fresca. Era yo quién marcaba el ritmo de aquel beso lleno de deseo y provocación.
Lentamente nos dirigimos hasta los lavamanos, no dejamos de acariciarnos. Una vez que estuvimos ahí me senté encima de ellos y puse a Hitoshi entre mis piernas, acerqué su cuerpo lo máximo posible al mío, pude sentir su virilidad erecta rozando mi entrada. Hitoshi hacía movimientos con su cadera, eso sólo me hacía desearlo más...
Tomé su miembro y lo acaricié, Hitoshi no me quitaba la mirada de encima, a él le gustaba ver todos mi movimientos.
Me quité la ropa interior, no hacía nada más que estorbarme.
Me eché hacia atrás quedando recargado en el espejo y pasé mis dedos por mi entrada tratando de provocar a Hitoshi, invitándolo a meter sus dedos ahí y no tardó en entenderlo.
Llenó su mano con lubricante y metió dos dedos de una sola vez. Hacía ya un poco más de un mes de que habíamos tenido sexo por lo que había perdido la costumbre y mi interior estaba algo estrecho.
Me límite a sentir el tacto de Hitoshi adentro de mí, ver su rostro sonrojado mirándome con deseo era un deleite completo. Esa mirada lascivia que aclamaba a gritos por más, que parecía querer poseerme a la fuerza, tan penetrante que me dejaba a su merced...
Introdujo un tercer dedo, pero yo ya no quería más de eso, estaba rogando en mi mente porque entrara de una vez y dejará todos los juegos de lado. Tomé su muñeca con mi mano obligándolo a detener su movimiento.

KD -Toshi... Ya puedes entrar...

Me tomó con delicadeza y me bajó de los lavamanos, me hizo darle la espalda y se recargó lentamente sobre mi obligándome a quedar recostado boca abajo, dejando toda mi intimidad a su plena vista.
Me tomó del mentón y me hizo mirar al espejo.

SH -Ves eso? Es tu reflejo, no lo pierdas de vista... Quiero que veas lo sexy que luces cuando entro en ti... Admira tus expresiones... Ve tu comportamiento tan atrevido por ti mismo...

Esas palabras no hicieron más que hacerme sentir más excitado.
Tomó mi cadera firmemente con una mano y con la otra acomodó su miembro en mi entrada. Él me dijo que mirara mi reflejo, pero yo no podía apartar mi vista de él, era tan hermoso y perfecto, me hacía querer poseerlo hasta el final, sin pudor, sin distancia entre nosotros, sin nada de por medio, sólo nuestras almas al desnudo uniéndose en un mismo ser, dos corazones que latían al mismo tiempo por el otro...
Comenzó a entrar despacio y ni bien sentirlo dentro mío mi voz comenzó a emanar de mi interior anunciando el placer inminente que se propagaba en mi intimidad por tenerlo ahí.
De un momento a otro entró de golpe tocando muy profundo en mi, alcanzando así ese punto que me hacía estremecer y rogar por más.
Pude ver que él también se sentía bien, su mirada se volvía amenazante cuando pasaba eso. De vez en cuando se mordía el labio inferior y no apartaba la mirada del lugar donde nuestros cuerpos se unían.
Sus movimientos comenzaron, eran lentos pero largos, salía casi por completo y entraba a tope.
Mi voz seguía el ritmo de su cadera y no podía evitar moverme para tener una mejor sensación.

SH -Puedes verlo?

Su mirada buscó la mía a través del espejo, pero no pude responder, no había visto ni un segundo de mí en ese reflejo. Volvió a recostarse en mi y mantuvo mi rostro viendo el espejo.

SH -No es a mí a quien debes ver... Mi protagonista eres tú, admira tu belleza, mira tus expresiones hermosas, quiero que notes porque me gustas, quiero que veas tu perfección...

Me abrazó y siguió moviéndose, ésta vez más rápido, más fuerte. Estar con él así se sentía como una guerra por el amor, una guerra que ni él ni yo queríamos perder.
Una lucha para ver quién de los dos era más hermoso, haciendo hasta lo imposible para decirle al otro "Oye... Me gustas mucho...".
Volvió a levantarse y tomo mi cadera con fuerza, los movimientos eran cada vez más fuertes. Puse mi mano sobre el espejo para evitar chocar con él y por el placer que me provocaba esa persona a la que le había entregado todo...
Pude escuchar a Hitoshi gemir un poco, cada vez más fuerte y gruñir de vez en cuando. Eso sólo significaba que él estaba por llegar y para ser sinceros yo también iba a terminar pronto.

KD -Por... Por favor... Mnh... Más... Más fuerte!

Odiaba escuchar mi voz tan entrecortada, pero a Hitoshi le gustaba cuando le pedía más de esa manera.
Sus movimientos se hicieron corto y rápidos.
De mis ojos cayeron un par de lágrimas anunciando la llegada del clímax a mi cuerpo, él me besó y se vino dentro mío. La calidez de su semen en lo profundo de mí era una sensación que me hacía estremecer en lo más remoto de mí.
Yo también me vine manchando así la pared frente a mí.
Hitoshi no salió en seguida, me abrazo un pequeño momento y recargó su cabeza en la mía. Esa era mi parte favorita del sexo con él.
Al final de todo siempre me recordaba que me amaba incluso sin necesidad de decirlo con palabras.
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Después de eso nos bañamos juntos y limpiamos todo el desastre que hicimos. Al salir del lugar justo iban llegando Iida y Sero, pero como no tenían pruebas de que hubiéramos hecho algo indebido no pudieron decirnos nada...

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A éste le puse mucho amor porque siento que para el tiempo que llevan juntos ya deben de tener un lazo muy fuerte qwq

BNHA Universo de soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora