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SH= Shinso Hitoshi KD= Kaminari Denki
Narra Shinso
Después de que Denki me dijo que había soñado conmigo y que quería que fuera donde él me apresuré a llegar a su cuarto. Fuí corriendo y llegué bastante cansado. Entré a su edificio y apenas podía respirar, en la sala estaban varios de sus compañeros los miré, pero no me importó y cuando recobré un poco el aliento comencé a subir por las escaleras que llevaban a los dormitorios. En tanto llegué a su cuarto toqué la puerta mientras decía "Ya llegué" y escuché un "Entra" de su parte. Abrí y adentro estaba un poco oscuro, la única iluminación que había era la luz que se colaba a través de las cortinas y la ranura debajo de la puerta, mi vista tardó un poco en acostumbrarse, peo cuando pude ver claramente vi a Denki vistiendo lencería muy bonita. A Denki le gustaba comprar ese tipo de cosas para jugar y hacer más divertido el sexo entre nosotros.
SH -Tienes ropa nueva...
Me acerqué a él y coloqué mis manos en su cadera admirando la forma en que lucía con eso puesto, muchas parte de su cuerpo estaban descubiertas y podía ver su piel.
KD -Toshi, te gustan los gatos, verdad? SH -Me encantan y tú también, así que acertaste con ésta ropa...
Sonrió y luego miró a la cama.
KD -Siéntate
Obedecí y él se acercó a mí, pasó sus manos por su cuello, bajó a su pecho y acarició sus pezones sobre la ropa y con la mano derecha levantó un poco el top y con la izquierda siguió acariciando su cuerpo hasta llegar a el bóxer, puso su dedo pulgar en el borde y lo bajó un poco permitiéndome ver su vientre. Puso el top entre sus dientes y acarició su pecho, cerró sus ojos y arqueó las cejas, él era muy sensible ahí. Metió la mano en su bóxer y comenzó a acariciarse moviendo su mano de arriba abajo, llegando de la punta de su miembro hasta abajo de sus testículos. Fue por una silla y el lubricante, se sentó y lubricó el plumero que tenía y con mucho cuidado lo introdujo en él. Comenzó a gemir levemente y puso su mano libre en el respaldo de la silla. Movió el plumero de adentro hacia afuera una y otra vez.
SH -Te gusta? KD -No se compara con tu grande y grueso pene, Toshi~ SH -Entonces ven
Di dos palmadas en mi pierna indicándole que se sentara ahí tiró el plumero y se me acercó, pero en lugar de sentarse en mi pierna como niño bueno se puso a horcajadas sobre mi miembro y me besó apasionadamente, su lengua jugaba con la mía tan libremente como quería. Nos separamos y puse mis dedos adentro de él sin perder de vista su rostro, nos mirábamos a los ojos y su mirada demostraba Vergüenza y placer. Me acerqué y lamí su cuello, que también era sensible, le dejé ahí una pequeña marca y metí mis dedos más profundo en él.
KD -Mngh! Ah! Toshi!
Al parecer Denki estaba especialmente sensitivo ese día, así que lo aproveché. Hice que su miembro quedara a la altura de mi boca y lo lamí. En ningún momento dejé de mirar su rostro. Me detuve un momento.
SH -Por qué estás tan sensible hoy? KD -La ropa traía un afrodisíaco y lo bebí todo...
Su voz sonaba temblorosa y eso me gustaba. Seguí estimulándolo por ambos lados y él se vino rápido. Me recosté y lo tomé por la cadera.
SH -Móntame... Quiero que me montes.
Él obedeció. Introdujo mi miembro dentro suyo sin problemas y comenzó a mover su cadera adelante y atrás, después arriba y abajo y luego combinó los dos movimientos. Por mí parte hacia movimientos contrarios y así lograba tocar su punto sensible. La voz de Denki salía fuerte, si alguien andaba por el pasillo tal vez lo escucharía. Me vine dentro de él, él también lo hizo junto conmigo y cuando se levantó pude ver mi semen escurriendo por su pierna.
KD -Toshi, yo.. todavía...
Lo dijo a la vez que se colocaba a gatas. Me puse detrás de él y me recosté sobre su espalda. Lamí su oreja y la mordí un poco mientras estimulaba sus pezones y rozaba mi miembro en su intimidad. Después de un rato volví a entrar. El sonido de chapoteo que producían nuestros cuerpos cada vez que me movía era extremadamente sensual. Los movimientos involuntarios de Denki fueron la cereza del pastel, lucía tan provocativo.
Sinceramente no sé cuántas veces lo hicimos, supongo que no más de cinco, pero disfruté cada una de ellas como si fuera la primera...
