➸ Recuérdame por siglos || Stump |Editando|

Capítulo 14: Un inesperado reencuentro.

ANTONIA:

Valerie está totalmente loca. Hace una semana era un maldito zombie y ahora es una obsesionada con el trabajo ¿Quién la entiende?.

Hoy es el día del concierto de FOB aquí en Los Ángeles, asi que, como asumí que estaria histérica, después de ir a buscar a  Lily, pasamos a comprar un helado.

- 2 de frutilla por favor- pedí buscando mi billetera.

- De inmediato - respondió el amable chico que atendía.

-Vamos a sentarnos allí - le indique a Lily unos asientos al lado de la ventana.

Estábamos conversando sobre la escuela, cuando de pronto un tipo se acercó a nosotras.

-¿Antonia?

Admito que me sentí un poco asustada rn ese momento -¿Y tú quien eres? - pregunté levantándome.

Al sacarse esos lentes oscuros lo reconocí. Tenía los ojos muy hinchados, peor que mi mejor amiga.

-¿Patrick? ¿qué rayos haces aquí? - pregunté impactada.

-Venía a comprar una cerveza.

-¿A una tienda de helados?

-Esta bien, te vi entrar y te seguí- confesó rascando su nuca.

Lily seguía comiendo su helado como si nada, y eso me permitió seguir hablando con él.

- ¿Qué quieres? - susurré.

- Ya sabes, tu dirección.

- ¿Mi dirección?

-Si, no soporto más,  por favor- me suplicó.

-Pero el concierto es en pocas horas,  deberias estas ensayando o algo- traté de evadir el tema.

- ¡A QUIÉN LE IMPORTA! - Patrick se estaba desesperando- ¡Te lo suplico!

VALERIE:

Han pasado 3 semanas de que no veo a Patrick, y hoy, el día del concierto, planeo sorprenderlo. Compré el M&G con el esfuerzo de horas extra en el trabajo cada día. Pero valían la pena.

Estaba muy nerviosa, más que la primera vez.

Me duché, vestí y maquillé en 30 minutos. Faltaban 2 horas para el concierto, y si me quedaba en casa moriría. Le puse la correa a mi perro y salimos a tomar aire

PATRICK:

Después de un montón de súplicas y súplicas Antonia me dio la bendita dirección.  No estaba tan lejos de allí, asi que partí de inmediato.

Mis manos comenzarón a sudar al llegar al edificio de Valerie. Subí al piso 3 y me detuve en la puerta 4.
Una puerta era todo lo que me separaba de ella ¿Qué estaba esperando?.

Toqué la puerta: nada.

Volví a tocar: nada

Comencé a desesperarme. Toqué la puerta otra vez, pero lo hice tan fuerte que dejé una marca. Al parecer, una vecina  salió de la habitación de enfrente.

-¡Cual es tu problema niño! - me gritó con el seño fruncido.

Resoplé - ¿No ha visto a la chica que vive aquí?

-¿Cuál? ¿Antonia o Valerie?- volver a escuchar su nombre otra vez, hizo que una ola de calor invadiera mi cuerpo. Los chicos no la nombraban delante mío

-Valerie... - respondí.

-Salió con su perro hace un rato-  me respondió examinandome de pies a cabeza - ¿Tú eres su novio?