BB || "Dejá de hacerte el superior acá, porque si no te conociera, me caerías para el orto"
Donde Oriana y Mateo se tienen un amor-odio a lo largo de toda la secundaria, pero en el último año hubo un cambio radical por parte de los dos, generando as...
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Estaba sentada en las piernas de Mateo, nuevamente porque no iba a perder la oportunidad, pero nos vinimos a la terraza a charlar un rato antes de que se vayan a sus casas, yo en cualquier momento me dormía de vuelta. Todos estaban fumando menos yo, que lo único que hacía era tomar una botella de agua porque hacía un poco de calor, pero igual había un viento fresquito.
—¿Vamos de joda el jueves?— preguntó Daniel soltando el humo del cigarro, con solo escuchar la palabra joda ya me daba miedo, aparte no me acuerdo muy bien lo que teníamos que hacer ese día, pero sé que es importante.
—El jueves nos vamos de viaje, ¿te olvidaste?— recordó el ojiazul, el rubio echó un suspiro.
El jueves nos íbamos de viaje con el colegio, se podría decir que estudiantil ya que era obligatorio, nos van a hospedar en un hotel de Entre Rios y era seguro que iba a ser una mierda, como todos los hoteles a los que fuimos; el último hotel que pisé con el colegio se caía a pedazos. Como iban a ser solo tres días, mucho no nos calentamos por ese viaje, pero igual teníamos que ir ya que lo pagaba el colegio.
—¿Y qué mierda vamos a hacer allá?— interrogó el morocho poniendo sus manos en mi cintura.
—Andá a saber.— bufó Brenda apoyando su cabeza sobre los hombros de Valentín, los miré de reojo y me ponía bien saber que mi chiquito ya tenía a alguien que le haga bien, y espero que eso resista bastante tiempo ya que se lo merece.
—Yo prefiero eso antes que Bariloche.— acotó el pelado, le di la razón porque me daba muchísima paja pensar que tendría que salir de joda todos los días si es que estamos allá, apenas salgo a la esquina de mi casa a comprar facturas.
—Ustedes son cuatro y está perfecto, pero ¿con quién vamos a compartir habitación, Brenda?— consulté cruzándome de brazos.
—Cólense en la nuestra.— propuso Mateo apoyando su espalda contra la pared, me di vuelta para mirarlo con el ceño fruncido.— Si el año pasado ningún profesor pasó por las habitaciones, ni cuenta se van a dar.— repitió seguro. Miré a mi amiga y me dijo por lo bajo "aprovechá", me daba miedo aprovechar.
—¿Para aguantarme las discusiones de Daniel y Manuel todo el santo día?— reí sarcástica y los dos nombrados me miraron ofendidos.
—Claro, ¿y cómo vamos a hacer con las camas, titán?— interrogó mi mejor amigo mirándolo a los ojos, excelente pregunta, falta una respuesta válida y que no incomode a los demás.
