bad boy; trueno.

34

Mateo

Me senté abajo de un árbol cerca de la fuente que acordamos encontrarnos con los chicos, menos con Oriana, que no nos contestaba desde hace días y faltaba al colegio. No podía dormir de lo preocupado que estaba, iba a la casa para poder verla pero el único que me abría era el hermano, me puteó en miles de colores por todo y me dejó en claro que no me quiere volver a ver ni a mi ni a los demás.

—Sigue sin contestarme las llamadas.— habló preocupada la castaña pasando sus manos por su rostro, Daniel y Manuel estaban callados hace rato y ni hablar de Valentín, quien caminaba de un lado al otro.— ¿Alguien habló con la mamá o con Luciano? ¿Nadie les dijo nada?

—Me llamó la mamá preocupada, dice que no sale de su habitación hace rato.— informó apenado el ojiazul, tiré mi cabeza para atrás y la apoyé contra el tronco del árbol.— Ya hablé con Franco, va a tratar de verla hoy a la noche.

—Eu, yo todo bien, asumo que tuve parte de la culpa, pero no puedo quedarme.— admitió Manuel rompiendo el silencio.— Yo la amo a Ori y sé que la está pasando mal, pero me hace mal esto y todo lo que está pasando. Perdón, me quiero ir.

—Concuerdo.— afirmó el rubio parándose al lado de él.

—¿La van a dejar sola después de todo lo que le hicimos? ¿Así de cagones van a ser...?

—Dejalos, Brenda. Que se vayan.— interrumpió Valentín cruzándose de brazos.— Pero acuérdense la cantidad de veces que Oriana los ayudó a ustedes.

—No decimos eso, Valentín.— aclaró su garganta el pelado.— En todo caso, la culpa la tiene Mateo por mentirle a su propia novia.

—¿Vos querés que te cague a piñas?— pregunté cerrando puños.— Ya sé que tengo la culpa, inútil. Ustedes que también son sus amigos no le dijeron una poronga, y mucho menos Brenda que la estuvo ignorando días en vez de hablarle como su mejor amiga. Pero claro, la culpa siempre la tengo que tener yo porque soy el que siempre la termina cagando con ella, si Oriana no nos quiere hablar, que no lo haga. Y tiene toda la razón del mundo, no entiendo por qué estamos buscando una solución si la flaca ni de su habitación sale.

—¿Por qué no en vez de pensar quién es el que tiene la culpa, pensamos por qué le mintieron así a ella?— propuso cortando la charla Valentín.— A ver vos, Brenda; sos su mejor amiga desde chica, y ella siempre estuvo para vos como vos para ella, pero te pasaste esa amistad por el culo y le ocultaste algo que ella quería saber desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que no lo querés admitir porque tiraste la piedra pero no tenés dónde esconder la mano.— la acusó frívolo.

—Nosotros nos fuimos.— murmuró Daniel empujando a Manuel para un costado, pero frenaron en el camino al escuchar lo siguiente que dijo el ojiazul:

—Ustedes dos, hacen como que les importa Oriana pero se la pasaron todo el bendito año jodiendo a Isabella con las fotos, la trataron a Oriana de loca por defenderla y la mina terminó sin una amiga por culpa suya. ¿Ella qué hizo? Los invitó a su casa como si nada pasara, y ahora se lo pagan de esta manera. Perdón, ¿quiénes eran los virgenes? Me olvidé.

—Bueno, nos quedamos.— reiteró el rubio sentándose en el mismo lugar de antes.

—A vos no hay con qué darte.— me miró Valentín, rodé los ojos porque ya sabía la cagada a pedo que me iba a comer.— Tranquilamente puedo hacer una lista de las veces que te pasaste con ella, y ahora te venís a hacer el canchero con que "ay, ella está encerrada en su habitación, más no podemos hacer". Tarado. Le pedís que se ponga en tu lugar y no sos capaz de ponerte en el suyo que ya te cruzas de brazos.— finalizó mirándonos a todos de reojo.— ¿Ustedes en serio se piensan que estoy tranquilo después  de lo que le dije el otro día? No, no lo estoy porque yo tampoco pensé cómo la estaba pasando ella, porque los defendí a cada uno de ustedes y no piensan hacer nada para que se sienta mejor. El orgullo tranquilamente lo pueden dejar un poco de lado, y dejen de pedirle a Oriana que se ponga en el lugar del otro porque yo no veo a nadie que se ponga en el de ella, si tan escondido tenían un secretito de una pareja que no es de ustedes, ¿por qué no se lo dijeron desde un principio y ya está? Se ahorraban este momento de mierda que estamos pasando los cinco.