Oriana
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FINAL
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Entré al colegio comiendo un chupetín que me compré en el camino, siendo sincera, me gustaban más los que traían chicle, les sentía más sabor y eran de distinta textura, capaz que yo sola me entiendo. Saqué mi celular para contestar los mensajes que me seguían llegando de mi vieja, le había mandado una foto de que tomé café en su taza favorita, y ella odia que la usen.
Miré de reojo a los que a mí me estaban mirando y ya los pude identificar fácilmente, entonces corrí mi pelo para un costado y seguí caminando, aparenté que no los vi porque era definitiva que no iba a volver a hablar con ninguno de ellos.
Lola me dijo que la espere en el baño y ahí es para donde iba, hablamos toda la noche por WhatsApp y la verdad es que la estaba empezando a amar más que antes, cosa que me encanta porque por fin conozco a una persona igual de boluda que yo. Cuando quise seguir avanzando, me crucé a la rubia caminando al lado mío y me chocó el hombro a propósito, hoy si no la cagaba a piñas, no la cagaba más.
—¿Tenés algún problema, boludita?— pregunté dándome vuelta para mirarla, ella también se dio vuelta pero comenzó a reírse de la nada.
—Parecés una negra villera hablando así.— acotó cruzándose de brazos.
—Vos no parecés, sos una racista de mierda, pero bueno, lo tuyo se contagia, espero que encuentren la cura rápido.— le sonreí simpática dándome vuelta para seguir caminando.
—Vos no sos, naciste cornuda.— repitió antes de que me vaya, me imaginé ya toda la escena donde la dejaba en el hospital a punto de morirse, pero me controlé.
—Escuchame una cosa, pelotuda.— le susurré acercándome a ella, Renata era un poquito más alta que yo, lo cual complicaba las cosas.— Espero que te quede bien en claro que yo con vos no tengo ni relación de compañerismo ni de amistad, entonces no entiendo por qué me decís estas cosas, tranquilamente te puedo decir que todos te usan porque tenés lindo cuerpo, y ahí te quedaste, ¿no?— fruncí el ceño dejándola callada.— Duele recordar cosas, ¿viste? Así que no te pongas a llorar, maricona, porque quedás re sensible y re tarada, yo no me chupo el dedo.— dije imitando su voz como pude.
—Una se pregunta por qué la gente es tan cortita de mente, y me acuerdo que existís vos, ya me contestaste la pregunta, anoréxica del orto.— respondió a todo lo que le planteé.— Mateo y todos sus amigos de retrasados mentales te mintieron en la cara, y vos lo único que hiciste fue llorar, y así te comento que no se solucionan las cosas, querida. Te falta carácter.
—A vos un cerebro, estúpida.— hice montón con la mano.— ¿Sabés qué? Me di cuenta que te encanta acordarte de cosas que ya pasaron, entonces vamos a hacer que recuerdes esto así me dejás en paz.— acoté sacando mi botella de agua de la mochila, la abrí para tomar pero ella se quedó medio confundida, una vez que terminé de tomar muy poco, le tiré a la rubia todo el agua que quedaba en el pelo y en la ropa, y también en su parte íntima, dejándola atontada en el momento.
—¡¿Qué hacés, imbécil?!— interrogó tocándose las partes mojadas.
—Uh, pensé que estábamos jugando a quien tiene buena memoria, y así de mojada te dejó Braian, ¿no?— reí sarcástica dejándole la botella en la mano.— Ay, perdoname, gor. Es que me cuesta tanto pensar que se me fue la mano, pero por lo menos te refrescaste, mirale el lado positivo de estar tan partible.— argumenté con una sonrisa.

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bad boy; trueno.
FanfictionBB || "Dejá de hacerte el superior acá, porque si no te conociera, me caerías para el orto" Donde Oriana y Mateo se tienen un amor-odio a lo largo de toda la secundaria, pero en el último año hubo un cambio radical por parte de los dos, generando as...