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Oriana

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MARATÓN 1/2

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Me desperté por la alarma del celular y bufé al saber que tenía que ir al colegio, prendí como pude el aparato para detener el sonido y me planteé dos o más veces en si ir o no, pero me acordé que era miércoles y que teníamos clase de Educación Física, no podía faltar ni en pedo porque era mi materia favorita, aparte hoy hacíamos handball después de quinientos años.

Me cambié con ropa cómoda e hice la cama como pude para poder despertarme, los chicos se habían quedado hasta tarde y por eso es que tenía esta cara de muerta, los conocí un poco más a los dos y cada vez me caían mejor, en especial Braian. Había subido esa historia en joda porque él había hecho torta fritas en día de lluvia, Franco jodió con eso y muchas personas me respondieron la historia preguntándome si éramos algo, Mateo fue uno de ellos, solo que lo preguntó indirectamente.

Fui para la cocina a buscar algo para comer y encontré tostados en un plato, agarré uno y lo fui comiendo a medida que me hacía un café, mientras revisaba redes para enterarme de todo, hasta que vi una historia de Renata que había subido hace unas horas, estaba con Mateo y él la miraba con una cara de enamorado tremenda para después darle un beso.

Apagué el celular y lo dejé en la mesada con bronca, vi que ya estaba listo el café y lo puse en un termito del tamaño del vaso de Starbucks, me senté de vuelta en la mesada y me quedé mirando de vuelta la historia anterior, pero sabía que me iba a hacer mierda sola, así que me puse a mirar las historias que había guardado de ayer, en todas estaba riendo por las pelotudeces que decía el platinado.

Me di cuenta que, a diferencia de Mateo, Braian sí me subía el autoestima siempre y me hacía valer por lo que soy, también me cagaba de risa o nos entendíamos a la perfección. Éramos el típico dúo de boludos que no hacían otra cosa que reírse siempre, y sumando a Franco, los tres pelotudos.

—Buen día, Ori.— me saludó mi mamá entrando a la cocina, dejó un beso en mi mejilla apurada y se sirvió lo que quedaba de café en su taza, ya estaba vestida para irse a trabajar.— ¿Quiénes son los chicos que trajiste anoche? No paraban de reírse.— preguntó dándole un sorbo a su bebida.

—Los nuevos que te conté la otra vez, ¿te acordás?— recordé, la mayor asintió después de unos segundos en los que se quedó pensando.— Justo estaba Braian afuera del colegio cuando salí y lo invité, también a Franco.— dije terminándome el tostado.

bad boy; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora