Oriana
—Amiga, por Dios. Vos ya estás acostumbrada.— caminé de una pared a la otra sin quedarme tranquila mientras mi amiga me veía de brazos cruzados, apoyada sobre la mesada de las canillas. Estábamos en el recreo después de dos horas que fueron eternas, los chicos se habían ido al patio pero yo decidí no cruzarme a Mateo hasta que me calme.— ¿Cómo me va a mandar esas fotos? ¿Qué tiene en la cabeza?— consulté entre dientes agarrándome de los pelos, no sabía cómo controlar la adrenalina que llevaba mi cuerpo.— Lo odio, te juro que lo odio.— finalicé echando un pequeño viento para sacar el pelo de mi cara.
—¿Ya terminaste con tu alteración?— interrogó mirándome a los ojos, medio que asentí, no podía respirar porque nunca me había pasado esto de que me manden fotos "exclusivas", como diría él.— Pasame el celular y dejame ver las fotos, te prometo que no opino, total yo conozco hasta...
—¡No hace falta que especifiques, Brenda!— interrumpí pasándole el aparato con miedo, lo agarró y ella ya sabía la contraseña de mi celular, yo caminé de nuevo de un lado hacia el otro.
—Apa la papa, amiga.— abrió su boca pero al segundo la tapó al ver las fotos, yo solo había visto una y con eso me bastaba.
—Callate y escuchame.— pedí en susurro, ella me prestó atención aguantandose la risa hasta que la miré mal, entonces se puso seria.— Estoy entrando en un ataque de pánico, porque él sabe que yo lo odio y le re contra chupa tres huevos. Y yo no quiero que me mande fotos, pero no voy a ir y decirle "no necesito pajearme con vos".— entrecomillé.— Pero voy a quedar como una virga, más de lo que ya soy. Y seguro se lo contó a los demás, Valentín quiere hablar conmigo sobre lo que pasó a la mañana y tengo que ayudar a Mateo en Matemática. Estoy perdida.— negué con la cabeza entrando a uno de los cubicolos, al segundo salí para volver a caminar.— Aparte, ¿con qué cara lo miro si siempre está provocandome?
—Lo que pasa es que te estás enganchando con Mateo.— reconoció mirándome obvia y después abrí los ojos de par par, largando una carcajada larga.
—¿Enganchada yo?— me señalé a mi misma, Brenda asintió después de unos segundos.— Por favor, Bren. ¿Enganchada con el mujeriego de Mateo?— volví a preguntar entre risas.
—Admitilo, Ori. Estás enganchada pero no lo querés reconocer porque sabés que Mateo se quiere comer a Renata a la noche.— alzó ambas cejas. Me quedé pensando y lo último que quería era estar enganchada de Mateo, y más sabiendo que, por culpa de él, me hicieron sentir como la rara del curso por no garchar.
—Estoy segura que no estoy enganchada, estoy segurísima. Y si llega a pasar eso, quiero que me pegues una piña así se me pasa.— advertí agarrando de nuevo el celular, todavía estaba el chat abierto, vi de reojo que abajo del contacto decía en línea.— ¡Está en línea!— apagué el celular por completo y lo tiré al piso sin querer, mi mejor amiga se sorprendió por tal acción.
—Si así reaccionás ahora, no me quiero imaginar dentro de unas semanas cuando te dés cuenta que Mateo te gusta.— habló en el medio de un silencio incómodo, en el cual me dediqué a revisar si se había roto mi celular.
—No me va gustar Mateo nunca, me voy a asegurar de eso.— relamí mis labios ya más tranquila.— Vayamos a comprar más agua al kiosco, se me secó la garganta.— informé tocandome la nombrada y ella asintió.
Salimos del baño mientras charlábamos de cualquier cosa, pero en mi cabeza se reflejaba la foto de Mateo más de una vez, y eso me aterraba. Una vez que llegamos, nos quedamos haciendo una fila que no era ni larga ni corta, lo que pasa es que están las pendejitas de primer año que lo único que hacían era de hablar de las salidas que iban a hacer a la matiné del barrio. Me daban pena y risa a la vez, pobrecitas.
ESTÁS LEYENDO
bad boy; trueno.
FanficBB || "Dejá de hacerte el superior acá, porque si no te conociera, me caerías para el orto" Donde Oriana y Mateo se tienen un amor-odio a lo largo de toda la secundaria, pero en el último año hubo un cambio radical por parte de los dos, generando as...