16 - MONTACARGAS

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Al llegar al lugar, imaginaba un escenario terrible, tomando en cuenta que la rubia era fuerte... si algo la derribase, ¿Qué podría hacer la diva? Así, Rarity, fue recibida por uno de los tantos trabajadores, para ser llevada hasta donde se encontraba la vaquera...

— ¿Es usted la novia de la Señorita AppleJack?
— ¿Ah? ¿C-cómo que su novia? Yo no-
— Bueno, según la descripción que conocemos, debe ser usted... así que acompáñeme por favor...
— No se qué le dijeron, pero...
¿Qué es esto?

La vaquera, estaba a tope con sus músculos, y quién sabe qué daños podría haberse causado, pero, poco tenía la escena para que se viera mínimamente preocupante... pues, la rubia, estaba aferrada al montacargas, y continuaba gritándole a todo el mundo que se alejase... una escena digna de un niño rabioso, la cual sería bochornosa de apreciar para cualquier conocido... y entre todas las personas que podrían verla, esta vez, era Rarity.

— ¿AppleJack? ¿Qué está sucediendo?
— ¡Ah-¡ ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Qué hace ella aquí?!
— Sweetie me contó que estabas haciendo un alboroto... Así que deja de asustar a las niñas, y suelta ese... ese carro...
— Montacargas...
— ¡Lo que sea! Solo, déjalo, y ve al hospital...
— ¡No quiero! ¡No necesito ir a un hospital!
— ¿Por qué haces esto AppleJack?
— Cuando era niña... armó un alboroto en un hospital, y pues... pasaron muchas cosas, casi arrestan a la abuela, además-
— ¡No! Nada de... "Además" ¡Cierra la boca AppleBloom!
— Tiene miedo a las agujas...
— ¡Pff-! ¿Qué? ¿Es en serio? Tú...
— ¡No es cierto!
— Entonces sube a un taxi y vamos al hospital... Estás literalmente tendida en el suelo...
— No... no quiero...

Y así, se pasaron un buen rato, intentando convencer a la rubia de soltarse, los tirones y fuerzas eran en vano, pues era imposible despegarla con la capacidad de una diseñadora mimada y dos niñas de ciudad... "¿Dónde está Rainbow cuando la necesitamos?" dijo con ira la diva, por su propio temor, la rubia se estaba perdiendo de un momento muy difícil de presenciar en una situación común, pues la peli-morada, no dejaba de refunfuñar, por su incapacidad, y continuaba esforzándose inútilmente, con sus tacones, dando vueltas alrededor y gritándole, ya sin casi ninguna otra idea... Pedían ayuda a los trabajadores de la empresa, pero si al menos se acercaban, la rubia amenazaba con despedirlos, así que nadie se atrevía a intentarlo dentro... con desdicha... se sentaron sobre unas cajas cercanas, para tomar aire... y Rarity, no dejaba de mirarle, con decepción y bastante ira, a ratos, la rubia levantaba la mirada, para encontrarse con esa penetrante desidia, que le obligaba a voltear la mirada o cerrar los ojos... entonces, a la pequeña pelirroja, se le ocurrió, que más manos, tal vez podrían con la fuerza de su hermana mayor... y decidió llamar a PinkiePie, para que viniese a ayudar también...

— Y bueno... eso es lo que pasó...
— ¿Y quieren que vaya a hacer que se suelte? Toda esta situación me recuerda a una canción de niños que les cantaba a los pequeños cake cuando era su niñera en preparatoria... ¿Cómo era? ¡Ah si-!
— No, Pinkie... por favor, no la cantes... ¿Podrías solo... venir a ayudar?
— ¡Claro! ¡Claro! Ya pronto es hora de almorzar... con todo ese esfuerzo deben tener mucha hambre... ¡Les enviaré algo delicioso!
— ¡Pinkie! ¡Queremos Ayu-!

La peli-rosa, no les había servido de nada, era prácticamente imposible hablar seriamente con ella, a menos claro que estuviera en una competencia, o en su modo triste... lo cual, era mucho más difícil de tolerar, pero tenía razón... ya casi era hora de comer, y no valía la pena seguir tratando con la vaquera... y se notaba que también quería almorzar, pero con todos los problemas que estaba haciéndoles pasar, nadie quería alimentarla, tal vez así perdería fuerzas, y podrían despegarla de ahí.

Las niñas, ya no pensaban demasiado en qué hacer con la rubia, en su lugar, preferían especular, ¿Qué llevaría Pinkie para almorzar? Ya que siempre había una sorpresa, y las niñas esperarían uno de sus deliciosos pasteles... así paso un rato, y llegó una persona a las puertas de la fábrica, que tenía ordenes muy específicas de la eufórica pastelera, de que le entregara personalmente, su orden de sushi, a la jefa de la compañía, y después de un alardeo sobre Pinkie en la entrada, un empleado, le acompaño de nuevo hacia adentro.

La Pelirroja, cargaba las bandejas de Sushi en una mano, y con la otra, se rascaba la frente, con confusión, viendo la escena... por las charlas de la anterior noche, podía reconocer a las dos niñas, y también a Rarity, a quien no esperaba ver en el lugar...

— Wow... Pinkie dijo que sería una entrega divertida... pero esto, es...
— ¿Pinkie te mandó?
— Pues dijo que querían una gran orden de sushi, y que fuera personalmente... ¿Por qué está AppleJack abrazando un montacargas?
— Bueno, después del choque de hace una semana... Ugh... ¿Cuántas veces lo hemos explicado ya?
— ¿Chocó hace una semana? Dime que no fue ese hermoso Jeep negro...
— Ese mismo... en fin... Necesitamos hacer que se suelte, para llevarla al hospital, pero es imposible...
— Bueno... ustedes tres, no creo que puedan... les daré una mano...
— ¡No te metas en esto Shimmer!
— ¡Cierra la boca! ¡Alguien con medio cerebro no hubiera conducido ebria hasta su casa!
— ¡Y de quien crees que es la culpa!

La pelirroja, obviando la última queja, se tragó su expresión exaltada, pues las niñas no sabían, que ella fue autora de ese encuentro de bebidas e historias de despecho... con ese mismo silencio, fue a agarrar las piernas de la vaquera, que inútilmente, intentaba seguir pataleando, pero ya la sostenía firmemente, y aunque no fuera medicamente correcto, la pelirroja, le dio un fuerte tirón, y ya que la rubia estaba cansada y hambrienta... el físico de SunsetShimmer, era suficiente para hacerla ceder.

— Ya no me des problemas Jack...
— Por eso Twilight te dejó...
— ¡Ah! ¿Crees que es buen momento para sacarme de quicio rubia? ¿Qué tal si hablamos de ese trato tuyo eh?
— Cierra la boca de una vez... y dame mi bandeja de sushi...

A casi todos, se les hizo raro la naturalidad con la que hablaron, pues, no conocían a SunsetShimmer más allá del pleito en la feria, y tampoco esperaban, que la repartidora de Sushi, fuera a lograr que se suelte...

— No entiendo cual era su problema, si la señorita Belle utilizaba sus encantos, hubieran estado en el hospital hace horas...
— ¡Q...! Como crees... No-... No es ese tipo de relación,
— ¿Entonces... si tienen una relación?
— ¡No hay ninguna relación! Si esta vaquera odiosa no estuviera dando problemas, ni siquiera hubiera venido...
— Permíteme ahorrarte problemas, y la próxima vez podrías quedarte al margen...
— Ya cierra la boca AppleJack... Ya que están aquí tratando de que vayas al médico, al menos se cortés...
— ¿Cortés? ¿Cómo crees que un cabello de "eso" puede ser cortés?
— Tú no eres un panquecito Rarity... ¿Te lo han dicho?
— Bueno, ya... basta las dos... Nos acabaremos esta bandeja, te llevaré al hospital, y te comportarás hasta que pueda hacerlo...
— ¿O qué?
— O me encargo de que todo este asunto del montacargas salga en mis redes... créeme, serás la sensación de mi blog "Accidentes con entregas a domicilio"

La vaquera, que continuaba en el suelo, sacó su celular, quedandose ya callada, y queriendo comprobar si hablaba en serio, se puso a buscar el blog... el cual, terminó distrayéndola, pues las historias, fueron lo suficientemente graciosas... pero, la diva, no estaba tan bien, como para ignorarlo, y la flamante pelirroja, notó, esa apagada mirada, que recaía en la distraída mujer del suelo... y soltando un inaudible suspiro, callaba la obviedad, de que ambas pensaban lo mismo, la una de la otra... y claro, las niñas, parecían decepcionadas, e intercambiaron miradas con Sunset, como aprobando, que así pensaban todas.

MLP FanFic - Manhattan's Fire (RariJack/FlutterDash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora