MLP FanFic - Manhattan's Fire (RariJack/FlutterDash)

15- Negación peligrosa

Pasó cerca de una semana desde que las niñas llegaron a Manhattan, y RainbowDash, los había aprovechado para estar con su pequeña hermana, antes de partir a Oregon, no querría dejarla con la vaquera de nuevo después del incidente, pero, decirle a FlutterShy que se hiciera cargo, se le hacía penoso... y aunque Rarity fuera su buena amiga, la realidad era, que no estaba hecha para aguantar a la pequeña, así que volvió al principio... y confió una vez más en la rubia.

Por su lado, la Peli-morada, ya no le permitió a su hermanita pisar su casa más allá del atardecer, pues era muy preocupante, saber que una irresponsable estaba a cargo, PinkiePie, es una experta niñera, y era la única garantía para ambas, así que terminó siendo la fortaleza de esas dos, que pasaban ocupadas encargándose de lo suyo todo el tiempo.

Algo no le agradaba en especial a la diva, y una vez más, se trataba de la vaquera, pues cuando llegaba a la boutique, para recogerla, o para dejar a AppleBloom con sus amigas cerca, la pequeña rebelde, se podía quedar mucho tiempo, conversando y siendo ella junto a la vaquera, incluso subía al auto en el asiento delantero... "Tengo que protegerla" a regañadientes se decía, usándolo de excusa para alejarla de la rubia, y la hermanita pelirroja, miraba, casi con los mismos ojos, con la diferencia, que esta, si aceptaba estar celosa.

Claro, Applejack había recibido una serie de insultos y griteríos por parte de sus dos amigas... ya que, al primer día de tenerlas, esta termino siendo tan irresponsable, y sin excusa, se aguantó todos los ataques, pues, de haber estado con las niñas, o alguien más en el auto, podría haber acabado mal.

La vaquera ni siquiera fue al doctor después de eso, siguió con normalidad, y aunque hace mucho que no sucedía, no era la primera vez que chocaba un auto... era robusta, y fuerte, suficientes excusas para no ir al médico, y tercamente, se sobó la espalda sin darle importancia... para seguir trabajando de forma común.

Llegó a la puerta de la modista como casi todos los días, y la esperó paciente, para llevarla con Pants, mirando su reloj, con algo más de atavío que otras veces, claro, Sweetie Belle aprovechaba para hacerle compañía en el asiento delantero, hasta que su hermana saliera.

— Pero, si la ves todos los días ¿Por qué sigue odiándote?
— Niña, es algo que hasta yo quisiera saber...
— ¿Qué tal si se lo pregunto cuando suba?
— No lo hagas... de seguro me recriminará todo el camino por decirlo... y aún tengo un largo día de trabajo...
— ¡Oh genial! Es una fábrica... ¿No es así? Tienen esas cosas que, que tienen palancas y- bueno tú sabes... todos esos engranajes...
— Wow, no sabía que te gustaran esas cosas...
— Rarity y yo, somos opuestos, aunque seamos físicamente parecidas... Adoro todo lo que tenga remaches... una vez, hicimos un carro alegórico con Scootaloo y Applebloom... ¡Nos quedó increíble!
— ¿En serio? Eso es genial... ¿Quieres venir? AppleBloom va a estar hoy también, le voy a mostrar el lugar...
— ¡¿Qué?! ¡A tu fábrica! ¡Esto es genial! ¡Si, si quiero! Aunque Rarity querrá matarme si ensucio este conjunto...
— Pues entonces, aprovechemos para molestarla un poco...

La diva, Salió por la puerta poco después, y notó a su hermanita, riéndose, en el asiento delantero... ¿No estaba siendo ya muy molesto? Esperaría que la pequeña se bajase como siempre, para subir... pero al acercarse a la ventana, se la encontró con el cinturón puesto...

— Te demoraste mucho, hermana, súbete rápido...
— Oh, Sweety, ¿v-vendrás también?
— Seep... AppleJack me llevara a- a... a ver a AppleBloom...

La vaquera, solo sonrió, y viendo desde el retrovisor, acomodó su sombrero hacia abajo, a manera de saludo, el cual cortó la pequeña hermana, Rarity no lo notaba, pero durante el camino, llevó sus brazos cruzados con enojo, y a ratos se notaban sus rabietas silenciosas, a la rubia, le parecía el mejor espectáculo de su vida, pero, ya se le estaba haciendo costumbre, recibir sorpresas en el auto, y frenó a raya, al notar que un auto, estaba más cerca que lo que aparentaba, las hermanas, se asustaron un poco, pero, no había pasado nada, la vaquera, se restregó un poco los ojos, con el borde de su camisa, y se subió el sombrero nuevamente, apoyándose al espaldar de su asiento, para seguir manejando, esto, llamó la atención de las hermanas, y ya que la menor, podía imaginarse la causa, decidió hablar...