MLP FanFic - Manhattan's Fire (RariJack/FlutterDash)

17- LO QUE HACÍA FALTA

Con ayuda de SunsetShimmer, por fin lograron llevar a la vaquera hasta el médico, aún batallando para soltarla del taxi, menos mal, la rubia estaba débil y bastante adolorida, así que pudieron meterla a la sala médica, donde presenciaron las pataletas de un niño, para evitar ser tratada... Rarity, no le había dirigido la palabra desde entonces, y esto, ya tenía a mal andar a AppleJack, que después de una no muy amena charla con el doctor, se dio cuenta, de como se estaba comportando.

— Oye Rarity... gracias por la... ayuda, y... siento haberte gritado...
— Ya no importa...
— Lo dices, pero estás enojada ¿verdad?
— No lo estoy...
— Lo estás.

No estaba dispuesta a seguirle el juego, y se quedó callada... y después de unos segundos, soltó el aire que traía atorado entre el pecho y su rabia, se frotó la sien, y dijo — Voy a casa, estoy demasiado cansada.

La vaquera, se incorporó sobre la camilla, con rapidez, y no lo meditó, aprovechando los segundos que demoraría en rodear la cama, le tomó de la muñeca, para retenerla un poco más, regresando su mirada, y quedando atrapada en la situación sin nada que decir.

— ¿No vas a cuidarme un poco más?
— ¿Por qué debería hacer algo así?
— Pues... uh-
— ¿?
— Olvídalo... AppleBloom, toma mi billetera, y pide un taxi de regreso a casa...
— Si mi hermana no se quedará a cuidarte, yo lo haré con gusto AppleJack
— ¡Nope! Tu vienes conmigo...

Ni bien le escuchó decirlo, AppleBloom se aprovechó del ofrecimiento de su hermana, y agarró una cantidad de dinero, tomó a Sweetie por la bufanda, y la arrastró fuera de la habitación, quedando solo Sunset, y Rarity, que seguía detenida de la muñeca, la vaquera lo notó, y la soltó enseguida, para voltear con lentitud sobre la cama, y darle la espalda...

Rarity, bajó la mirada... y con sus ojos a notorio desperplejo de que hacer, retenían su capacidad de fruncirse, o llorar... esta era una de las pocas veces, en que la rubia, ya no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo, y la pelirroja, aunque no pintaba nada en el cuadro, decidió tomar cartas en el asunto...

Al ver a la diva, caminar hacia la puerta, la agresiva repartidora, cruzó una mano hasta cerca de su abdomen, y la empujó, haciéndola caer encima de la camilla, y por ende, encima de la rubia... — Me debes una muy grande, vaquera, le dijo, con inexpresividad, y aprovechó, para quitarle uno de los tacones a la peli-morada, esta, con molestia y poco equilibrio sobre la cama, le exigía que lo devolviese, pero haciendo caso omiso, la repartidora, colgó el tacón en el soporte del suero, muy alto, e imposible de alcanzar, sino desde la cama.

AppleJack, no tenía palabras, con unas inmensas ganas de reírse, opacadas por el golpe en la espalda, que reactivaba los severos dolores y falta de aire... con todo su nerviosismo, la peli-morada no entendía la escena, y en su lugar, trataba de alcanzar el zapato con poses extrañas... Sunset, se había retirado de la escena ya hace rato, quedando las dos, en la silenciosa e iluminada habitación de hospital.

La rubia ya no podía más con sus costillas, la modista, estaba ignorando, que aquello que usaba como mal soporte, era un ser vivo, y sin poder tolerarlo más, AppleJack, tomó los hombros de Rarity, y con la poca fuerza que le quedaba, la apartó de encima de ella, antes de que pudiera alcanzar el zapato, esta, quedó, en el espacio libre de la camilla, con uno de los brazos de la rubia, descansando sobre su abdomen, la peli-morada, no pudo decir nada, tartamudeando, y muy sonrojada, mientras AppleJack luchaba para retener el aire... — Ya no trates de seguir hiriéndome; Soltó, con una sonrisa muy difícil de sostener, y de repente, con suavidad, apretando ese brazo que quedó sobre el cuerpo de la pálida chica... se quedó inmóvil...

— ¡¿Q-q-qué crees que haces?!
— Evito que me quiebres una costilla
— ¡¿Por qué todas tus respuestas deben ser de esa forma?! Ya estoy cansada de esto... ¡Admítelo de una vez! ¡qué es lo que quieres!
— Oye, tranquila linda, yo solo-
— ¡No te atrevas a decir una estupidez ahora mismo AppleJack! Si no me das una respuesta seria, no volveré a hablarte...

AppleJack, se vio arrinconada, y los ojos cristalinos de Rarity, no se apartaron ni por un segundo, hablaba muy enserio, y todo lo que la rubia imaginaba decir, era simplemente basura... la ironía con la que había eludido tantas ocasiones, hoy era imposible como recurso... mantuvo el silencio, con su mandíbula tensa, y un temor en hablar, que le impedía soltar sus sentimientos... prefería quedarse callada, pero, eso, a la diva, no le servía... la decepción hizo que sus párpados cayeran, y se veía un atisbo de humedad al cierre, la peli-morada, le apartó la mano, y se incorporó, tomaría su tacón, daría la vuelta, y no volvería a hablarle a la rubia...

— No te lo voy a permitir... dijo, carraspeando la voz, y antes de que pudiera levantarse, un tirón de su muñeca la regresó a su lado, pero nuevamente, no tenía idea de que decirle, y sin piedad, la peli-morada volvió a preguntar...
— ¿Qué es lo que quieres AppleJack?

La rubia, cruzó de nuevo su brazo alrededor, y con las espaldas de Rarity, aprovechó para cubrirse la cara, apoyando en su cuello, su cabeza... sus fuerzas, ya no le daban para seguir solapando y las cartas sobre la mesa, eran demasiado fuertes, para que cualquier juego, pudiera tener más chances...

— Sabes... Rarity, ya eras un asunto olvidado... O eso pensé, pero te has encargado de poner todo de cabeza en mi vida...
— ¿A qué te refieres?
— A que Ahora mismo... eres mi mayor debilidad.

La peli-morada, de verdad, no esperaba sinceridad por parte de la rubia, y le heló los brazos, escucharle decir eso... pero la sangre, corrió a su cara como una locomotora a todo vapor, se recogió en si misma, como escondiéndose en la colcha de la cama, pero, la vaquera, tampoco tendría piedad... pues apenas le sintió, apretó mucho más su brazo, hasta acercar a la delgada y hermosa mujer, hasta su cuerpo... podría devolverle el mal rato, y preguntar de regreso, pero, la reacción tan discreta e inocente, delataba a Rarity, la rubia se sonrió con un quejido, y dejó que su cuerpo, descansara junto a la diva... quedándose, arrulladas por el cálido sol de media tarde, disfrutándose la una a la otra sin tapujos, por un solo momento...