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Por supuesto, una cara sonriente no significa que sea amigable. Fue fugaz la vivacidad de Lyria y Lindsay, pero Ángela saltó nerviosa y empezó a temblar.

─Si, siempre son bienvenidas a hablar.

─Muchas gracias por su hospitalidad.

─Disculpe, acabo de escuchar su conversación con la Señorita Lister. Te preguntaré directamente... ¿Por qué estás difundiendo comentarios maliciosos sobre la Señorita Jaina?

Era una pregunta aguda, para una persona que no tenía una relación cercana con Ángela. Quizás Lyria y Lindsay salieron a advertir a Ángela en mi nombre.

Ángela también estaba avergonzada, como si no hubiera esperado escucharlo abiertamente, pero rápidamente puso una expresión de ignorancia, como si no supiera de qué estaban hablando.

─¿Palabras maliciosas? Nunca he hecho eso. Y no entiendo por qué ustedes dos están siendo hostiles hacia mí.

Ángela se encogió. Era su especialidad, fingir ser una víctima. No parecía estar funcionando en Lyria y Lindsay.

─¿Hostil? Nunca lo hemos sido. Solo queríamos hacerte una pequeña pregunta.

─Lyria tiene razón. ¿No te ha gustado el regalo que has recibido de la Señorita Jaina?

El collar Blue Marie todavía estaba en las manos de Ángela. Lindsay miró el collar y de repente se puso a llorar.

─No puedo creer que esto, que es un producto de primera mano, fuese entregado por la Señorita Jaina. Que un regalo, que se ha entregado con el máximo cuidado, sea tratado de esta forma.... Me siento muy mal por ella. Esperemos que no se entere de esto.

─¿De primera mano?

─También es importantes que no te dejes llevar por las primeras impresiones. Incluso si no reconoces lo que es, es necesario que pienses de buena manera sobre el obsequio que te entregó. No hay forma que la Señorita Jaina le dé un regalo barato a Ángela Vito.

─Creo que ustedes dos entendieron mal. ¿Es por lo que dijo Sylvia Lister? ¡Pero nunca he tratado mal el regalo que Jaina me dio!

No está mal. Ángela sólo alentó la conversación para que otros pudieran hablar mal de mí, y nunca me criticó directamente con su boca.

─No intentes jugar con tus palabras, Señorita Vito. ¿Cree que la gente es estúpida?

─Señorita Cisto...

No se dejó engañar, Ángela miró a su alrededor para encontrar a alguien que la ayudara, pero nadie salió a buscarla.

Cualquiera que vea la conversación desde lejos, pensaran que están teniendo una conversación agradable, porque las expresiones de Liria y Lindsay son suaves.

─ ¿Puedo darle un consejo a la Señorita Vito, que está a punto de debutar en la sociedad? Será mejor que no te burles de ella con esa boca aquí, no sé de dónde proviene usted, pero aquí hay muchos oídos que pueden escuchar.

─¿A qué viene ese comentario?

─Es solo un consejo.

─Sí, es un consejo normal. ¡Oh, Dios mío! ─ Lyria tropezó y derramó su taza sobre el vestido de Ángela.

...No. ¡No lo podía creer!

El acto de derramar sobre el vestido del oponente de una manera que parezca un error, es un método tradicional de intimidación, pero no se suele usar en estos días por ser considerado un cliché. No podía creer que Lyria lo haya usado.