El Shinsu es una bestia de cuerpo blanco y ojos rojos, con la habilidad de la curaciòn absoluta. Y hay uno en mi habitación. Me giro hacia un lado, sintiendo un escalofrío recorrer mi brazo. Allí, Berry está durmiendo cómodamente en su propia cama.
«No me digan ¿Snow Berry es realmente un Shinsu?»
Los humanos no pueden controlar un Dios. Se sabe que solo los santos pueden tratar por el Shinsu, y el ùnico que se conoce ha sido tratado por el Shinsu es la santa.
Por supuesto, no puedes ser un santo si no eras virgen.
Además, el santo es originario del Reino Santo y nació con la marca de la diosa Herian.
Pero Dan y yo salvamos a Snow Berry de casi morir en la calle.
¿Y si Berry me curó a cambio de algo? Entonces eso podría explicar mejor porque estoy bien en menos de un día. Incluso el primer príncipe, Dan, que había muerto en el pasado, ahora parecía gozar de buena salud.
... entonces, ¿Cúal era la marca de nacimiento de Seishiel?
Seishiel murió tan pronto después de su asignación que había poca información sobre ella.
— Mi señora, he traído el agua para que se bañe.
Salí de mis pensamientos cuando escuché la voz de Anna. Berry aún dormía profundamente. Supongo que estaba pensando mucho. Es natural que sea de color blanco y rojo, ¿verdad?
Aunque la persona que conocí en el lago es el primer príncipe, y ahora el animal con el que me encontré por casualidad es un Dios. De ninguna manera.
Me puse de pie para el desayuno, sacudiendome para alejar mis pensamientos salvajes.
— Gracias Anna.
Después de arreglar mis ropas, me dirigí a la habitación de Angela. Ella yacía acurrucada en su cama tal y como Ana había dicho.
Pero en el momento que me vió que estaba en buena forma, se sorprendió.
— Angela, vine a ver cómo seguías antes de que me vaya al templo
— ¿Jaina? ¿Cómo tú? ¡Oops!
— ¡No te levantes! Vamos acuéstate, mantente así. Te has lastimado mucho la espalda, no sigas.
Me senté en una de las sillas de enfermería, al lado de la cama de Angela y acaricié su cabello.
— Es difícil, ¿no? Sé cuán molesta estabas cuando escuché que estabas enferma.
— Espera... ¿Por qué tú no estás herida? Deberías...
— Angela ¿Querías que me lastimara?
No me respondió.
Trataron de evitar que me convirtiera en una escolta, tirando de mi cuerpo hacia abajo, pero no sufrí ningún golpe.
— Bien, entonces me voy al templo
— ¡No te vayas! Estoy tan cansada, ¿Puedes no ir y quedarte conmigo?
— No tardaré mucho, Angela, no te preocupes.
— ¡Jaina!
Me preocupaba perder ante Sylvia.
Parece que la charla entre las dos ya ha terminado. Salí de la habitación dejando atrás a Ángela mientras mendigaba atención.
Tan pronto como llegué al templo, un sacerdote que servía como guía se acercó a mí.
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EDJ DA
Humor. . . . . . . . . . Está historia y traducción no es mía, lo saque de una página de internet para poder leerlo sin wifi. Así que no digan que me robe la traducción porque no es así. Lo tuve que publicar por la razón de arriba👆