EDJ DA

64

Snow Berry corrió, tomó el brazalete con su hocico y jaló el borde de mi vestido.

─¿Snow Berry? ¿Cómo bajaste? ─levanté al conejo.

Entonces el conejo dejó caer el brazalete en mis brazos. Luego, saltó al suelo y desapareció en alguna parte.

─¿Qué fue eso?─sucedió en muy poco tiempo. Todos quedaron sorprendidos por la repentina situación.

─¿No me digan que Snow Berry lo trajo a la habitación de Jaina?

─¡Sí! La forma del brazalete es similar, así que pudo haber pensado que pertenecía a Jaina. Snow Berry es inteligente.

En cuanto uno de los sirvientes expresó su conclusión, los otros empleados coincidieron con dicha opinión. La gente ya había asumido que Snow Berry era el responsable, y se percibía el alivio en sus voces. Fue tranquilizador aclarar el malentendido. A diferencia de Ángela, yo era una dulce y amable dama con los empleados.

Era un asunto tan delicado que no podían hablar con libertad, y se sentían incómodos por sospechar que yo era la culpable de dicha situación.

─¿Por qué está el conejo aquí...? ¿No es extraño?

─¡Perdimos medio día por culpa del conejo!

─Pero no culpes a Snow Berry. No creo que Snow Berry lo entienda. El problema está bien resuelto, ¿no? ─Nadie cuestionó a Ángela.

Uno de los empleados se excusó con la criada diciendo que tenía que retirarse para volver al trabajo.

La expresión de Ángela cambió repentinamente en un momento de crisis. Las criadas como Nora y Lily comprendieron rápidamente la situación, y tenían un semblante serio cuando vieron a Ángela.

─No creo que debamos permanecer inmóviles aquí ─pude escuchar que alguien susurró.

Creo que siempre hay muchos rumores sobre Ángela.

─Si sabes que hay animales en la Mansión, ¡deberías haber guardado estos artículos tan importantes con más cuidado! ¿Los dejaste en el tocador?

La criada descargó su ira contra Ellie. Pero todos saben su verdadero objetivo es Ángela, no Ellie.

¿Cuál era la razón de sus gritos frente a Ángela? La criada reprochaba para que Ángela reprendiera a Ellie.

─Fui yo quien dejó el brazalete en el tocador. No regañe a Ellie.

─No, Señorita Ángela. Ellie no hizo su parte correctamente.

Ángela trató de proteger a Ellie a su manera, pero no funcionó. La criada tenía a Ángela en la mira desde un principio. Ella usó como pretexto la disciplina para ignorar la solicitud de Ángela.

─Como sirvienta, tengo la obligación de dirigir a las criadas del Marqués. Sígueme.

Ellie se encogió de hombros dejando notar su amargura, y siguió a la doncella. La gente se dispersó y la atmósfera de la Mansión se normalizó inmediatamente. Solo Ángela permanecía inmóvil, sin saber qué hacer.

***

Mientras supiera de antemano lo que Ángela iba a hacer, no era difícil revertir la situación. Sin embargo, Snow Berry se retiró, debido a que su objetivo no era atacar a Ángela.

─Valió la pena entrenarte. Buen trabajo Snow Berry. Lamento haberte convertido en el culpable ─me disculpé con el conejo que estaba sobre la cama.

─Te acusan de ser un animal tonto. Lo siento.─pero culpar a un animal inocente era la mejor manera para minimizar los daños contra Ellie.

─Está bien, a mí tampoco me agrada. Cumple tu promesa, cinco pasteles.