Me quedé mirando la grabación que estaba a punto de estrellarse contra el suelo, hasta que logré recuperar los sentidos.
¡No!
Un grito ahogado invadió por completo el almacén.
—¡Señorita, la tengo!
Pero antes de que la grabación se cayera, Anna voló hacia la esfera verde y logró atraparla. Tras ver todo eso, suspiré con alivio.
Desde la izquierda se podían escuchar la admiración y los aplausos de Ellie.
—Gracias, Anna.
—Esto no es nada para mí.
Anna, después de todo lo ocurrido durante la medianoche, empezó a sacar el polvo de su falda como si no hubiera pasado nada.
—Aún más importante, ¿te encuentras bien? ¿Qué es lo que has escuchado para que te encuentres sudando?—Anna mostró una mirada preocupante. Tomé su pañuelo y empecé a secar el sudor de su frente.
Escuché una gran historia y, mientras pensaba en ella, me recosté sobre una silla.
En el primer instante en que vi a Ángela, me sentí atraída por ella. Era toda una belleza.
Desde ese mismo momento empecé a sentir un afecto ciego hacia Ángela, y había hecho todo lo que hacía falta por ella.
La alegría de Ángela era mi alegría también.
Aún cuando Kassel, mi prometido, me fue arrebatado y mi reputación en la sociedad se redujo a nada, lo único que me importaba era cómo se sentía Ángela, su felicidad.
¿Acaso era así de devota respecto a otras personas?
La única persona que había amado era Kassel y, aparte de Liria, no existía otra persona a quien pudiera llamar amigo.
Creo que desde el primer momento me interesé por Ángela, ya que no le daba importancia a las personas o las relaciones que me rodeaban además de ella.
Ahora que lo veo desde otro punto de vista, todo era bastante extraño. ¿Y si me estaban dando algún tipo de droga? Después de todo, Ángela dio por sentado que yo seguiría haciéndole favores. Incluso se mostró sorprendida cuando empecé a negarme ante lo que me pedía o cuando me ponía del lado de alguien más.
Existía una razón para su comportamiento tan arbitrario. Podía actuar de forma tan desvergonzada debido a que yo continuaba creyéndole todo lo que decía.
Estaba convencida de que tomaría por cierto cualquier cosa que me dijera. ¿En qué momento pudo haberme dado algo?
La respuesta a mi pregunta apareció rápidamente. Probablemente haya sido cuando Ángela llegó por primera vez a la Mansión de la familia Belchester.
Esta vez, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado, Rhona fue echada de la Mansión, lo que impidió que me diera de beber la pócima junto con el té.
Ese día, cuando sirvieron las tazas, Ángela no parecía mostrar una sonrisa de felicidad. En ese momento pensé que estaba orgullosa de la buena destreza que tenía Rhona al momento de servir el té.
De pronto una sensación extraña recorrió todo mi cuerpo. La grabación se detuvo debido al impacto de la caída.
Volví a tocar la esfera con la yema de mis dedos helados.
[—Estaba tan nerviosa que mis manos empezaron a temblar y casi derramo un poco de la pócima. Aunque no resulta tan efectiva como la de mi madre, que se me había volcado, pero pensándolo bien, para preparar...]
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EDJ DA
Humor. . . . . . . . . . Está historia y traducción no es mía, lo saque de una página de internet para poder leerlo sin wifi. Así que no digan que me robe la traducción porque no es así. Lo tuve que publicar por la razón de arriba👆