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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:
Liam: _____ ¿Tu…?
Yo: ¿Hice el amor con Louis? Sí.
Una lágrima cae de los ojos de Liam y eso me parte el corazón.
Liam: ______ ¿Te puedo pedir un favor?
Yo: Claro, has hecho tanto por mí que yo haría lo mismo por ti.
Liam: ¿Harías CUALQUIER COSA por mí?
Yo: Sí, lo que sea.
Liam: ¿Lo que sea? ¿Segura?
Yo: Sí.
Liam: Quiero que tu y yo hagamos el amor también, lo necesito. Quizá así tu aclares tus sentimientos, y al haberlo hecho con los 2 quizá sepas a quién amas. Y yo también aclare si te quiero a ti o a Danielle. ¿ACEPTAS?
(Capítulo perver y triste)
EL AMOR DE MI VIDA.
Las cosas que hacemos por amor… Esa sensación de juventud, de libertad, de frescura. Cuando estás enamorada sientes que vuelas, que la vida es hermosa y debes disfrutarla al máximo. Dos personas enamoradas son capaces de darlo todo, de hacer locuras y cosas impulsivas.
Y así es como Liam y yo subimos corriendo el edificio, hasta llegar a la azotea. Era de noche, las luces de las casas y apartamentos daban un aspecto increíble. Las estrellas brillaban, la luna llena, el aire soplando. El momento perfecto…
Riendo y corriendo pasamos el tiempo. Jugando como niños, haciéndonos cosquillas, persiguiéndonos, jugando, viviendo el momento como si no hubiera mañana. 
Nos pusimos a ver la vista, desde la azotea, la ciudad se veía maravillosa. Liam se puso detrás de mí, pegó su cuerpo al mío, puso sus manos sobre mi cintura y comenzó a besar mi cuello.
Cuando Liam me propuso hacerlo con él, ni siquiera me detuve a pensarlo. Fue uno de esos momentos en los que dejas que el corazón tome las decisiones por ti, y mi corazón grito que sí.
En medio de la azotea un picnic nos espera, comida deliciosa, velas, flores, música. Liam sabe cómo tratar a una mujer, Liam sabe ser caballero.
El solo hecho de pensar en Liam sin camisa me pone… entusiasmada.
Lo quiero, lo quiero con todas las fuerzas de mi alma. Es un amor sincero, tierno, bonito e inocente. Pero también loco, incomprensible, apasionado, impulsivo, tentativo.
Liam y yo bailamos al ritmo de la música, reímos, conversamos, nos miramos con deseo.
Terminamos de cenar, en sus ojos se ven el deseo de empezar, de tenerme… Y yo tengo ansías también. No puedo esperar más a tenerlo entre mis brazos, a meter mis manos entre sus cabellos, a besar sus húmedos labios, a tenernos piel con piel.
Bajo la luz de la luna Liam luce espectacular, sus profundos y hermosos ojos cafés parecen tener un brillo diferente. Sus mejillas arden sonrojadas. Su sonrisa tierna había sido cambiada por una sonrisa coqueta, juguetona. Su cabello bailaba al ritmo de la música. 
Liam parecía diferente ésta noche, siempre lo había visto como un chico tierno, respetuoso y protector. Pero hoy lo veo con otros ojos, hoy lo veo seductor, lo veo apasionado, lo veo IRRESISTIBLE.
Me besa profundamente y cuando parece que ya vamos a empezar, se aleja. Me hace sufrir, me deja con ganas.
Pero yo no tengo ganas de jugar, yo lo quiero ahora, tomo las riendas de situación, los papeles cambian. Camino hacia él seductoramente, sin decir palabras y con mucha fuerza le voy quitando la camisa, el pantalón, todo.
Lo beso con ardientes ganas, sin dejarlo respirar, besándolo como si el mundo se fuera acabar. Y él se deja, el deja que haga lo que quiera con él.
Beso cada rincón de su cuerpo, mis manos acarician su piel. Él me contempla admirado. Lo obligo a empezar, con fuerza y cuidado empieza a moverse. Gimo, grito, me sacudo violentamente. Y veo en sus ojos placer.
Pasamos horas juntos, haciendo lo que los dos llevamos tanto tiempo queriendo, deseando, imaginando… Y disfrutamos.
Y terminamos, y ha sido sin duda de las mejores noches de mi vida. Y me siento más enamorada de él.
Pero los sentimientos no se aclararon, no puedo decirte con quién me gustó más si con Louis o con Liam. No puedo decidirme, pero con los dos me divertí.
Nos acostamos en el suelo, el me abraza, con sus dedos juega con mi cabello, besa mi frente, me sonríe.
Liam: ¿Ahora ya sabes a quién amas?
Yo: No. ¿Tú?
Liam: Sí.
Yo: ¿Qué quieres decir?
Liam: Que ahora lo tengo todo demasiado claro, sé quién es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, sé quién es la única a la que amo, sé quién es la única que logra mover mi mundo de cabeza y hacerme feliz,
Yo: ¿Y la otra?
Liam: La otra siempre será importante para mí, la quiero con todas las fuerzas de mi alma, pero no la amo. Nunca olvidaré lo que pasamos juntos y cómo me hizo sentir, siempre la recordaré con cariño y dentro de mí siempre la desearé. Pero no es para mí, no es el amor de mi vida.
Yo: Dichoso tú que ya tienes claros tus sentimientos. Yo no me puedo decidir.
Liam: Creo que yo he decidido por ti.
Yo: Sea cual sea tu decisión y pase lo que pase, prométeme que no me olvidarás.
Liam: Nunca.
Yo: Prométeme que siempre habrá un lugar para mí en tu corazón.
Liam: Lo juro.
Yo: Prométeme que estarás siempre conmigo.
Liam: Lo juro.
Yo: Prométeme que nunca te arrepentirás de lo que vivimos.
Liam: Lo juro.
Yo: Prométeme que serás feliz.
Liam: Soy feliz y siempre lo seré.
Yo: Y yo te juro que en mi vida siempre te querré.
Liam: Lo sé princesa.
Yo: Liam…
Liam: ________...
Yo: ¿A quién amas?
………………………………..
Dentro de mí tenía la certeza de que Liam me amaba a mí, estaba casi segura que yo era el amor de su vida, habría jurado que él se decidiría por mí. Y de cierto modo lo deseaba, lo anhelaba con todas mis fuerzas, lo pedía a los cielos.
Los labios de Liam se movieron y escuché su respuesta. Sus ojos me mostraban una alegría y dolor inmensos. Me lanzó una mirada que suplicaba comprensión. Y me quedé en shock por minutos, por un instante que me pareció eterno, y no creía lo que escuché, me negaba a aceptarlo.
Pero cuando sentí una lágrima caer de mis ojos, y después dos, luego tres, lágrimas cayendo una tras otra sin control. Puedo jurar que nunca en mi vida me había sentido tan asustada, tan decepcionada, tan triste.
En mi vida había pasado por muchos momentos dolorosos pero ninguno como éste. No hay dolor tan fuerte como el de un corazón roto. No hay tristeza más grande que saber que la persona que tú amas, no te ama a ti.
Sus palabras se repetían en mi mente una y otra vez como una película de terror, me atormentaban, me ahogaban. “Amo a Danielle, Amo a Danielle, Amo a Danielle…”
Sólo quería lanzarme desde la azotea y desaparecer por siempre.
Liam había tomado una decisión, Liam ahora sabía que amaba a Danielle y no a mí. Y Liam tenía razón, su decisión cambió para siempre su vida, pero también la mía.
Y de pronto las cosas se ponían claras para mí también y de pronto mi corazón gritó, y de pronto lo supe. A quien amo es a Liam. ¿Pero qué más da? ¿De qué me sirve ahora saberlo? Ahora que sé la verdad ya es demasiado tarde. Él ha tomado una decisión. Y yo he perdido.
Escucho a Liam hablarme, trata de consolarme, pero yo me siento perdida, me siento cayendo al abismo. Se me dificulta respirar, no puedo ni quedarme en pie, las lágrimas me nublan la vista, nada parece real, el dolor me entorpece. Deseo con mi alma que nada haya sido real, que sólo hubiera sido una pesadilla y que pudiera despertar, pero no es así.
Con las pocas fuerzas que me quedan, le digo a Liam las que probablemente serán mis últimas palabras para él: “Deseo que seas muy feliz” y salgo corriendo.
Ésta vez no pienso en cortarme, ni pienso en hacer alguna estupidez. Creo que he madurado, acepto mi dolor y trataré de superarlo. 
Amo a Louis pero Liam es el amor de mi vida y es no cambiará. 

Como puedo consigo una hoja de papel y un lápiz y escribo:
“2 de Junio del año 2013. El día en que mi vida cambió. El día en que descubrí quién es el amor de mi vida y el día en que lo perdí.
Amo a dos hombres pero los amo diferente. Y se preguntarán ¿Cómo puedes amar a dos hombres? Permítanme explicarles:
A lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella. (LOUIS) Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirán siempre, alcanzar un final feliz. (LIAM) Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscaras a esa otra persona que acabaras encontrando. Pero te aseguro que no pasara una sola noche sin necesitar otro abrazo suyo, o un beso. Te libraras de él, dejaras de sufrir, conseguirás encontrar la paz, pero te aseguro que no pasara un día en que desearas que estuviera aquí para enloquecerte. Porque, a veces, es necesario decirle adiós al amor de tu vida y dejarlo ser feliz.

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