3 - La For y los Diamantes

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Después de repartir las recompenzas Kirito decide dejar las dos bolsas con diamantes en la "casa" de Lizbeth y el se retira a su propia casa que era una cabaña cercana a un lago.

Al día siguiente...

-Kirito: (tocando la puerta) ¿Liz? ¡Ya pasaron dos horas!

Lizbeth se despierta por el ruido de la puerta y se levanta algo enojada, sale de su habitación y se dirige hacia la puerta y la abre.

-Liz: ¿Que pasa? ¿Qué haces aquí?
-Kirito: ¿no recuerdas? Acordamos que hoy temprano iríamos a vender los diamantes.
-Liz: mmm.. (Intenta recordar)
-Liz: diablos, es cierto, ya vuelvo, pasa.

Kirito ingresa a la casa de Liz, solo se queda esperando en la sala donde vendía armas mientras que ella se vestía en su habitación con ropa más adecuada para salir.

-Kirito: (acercándose a la habitación) oye Liz.. ¿donde estan las bolsas?
-Liz: ¡no entres!
-Kirito: ¡ya lo sé! ¡Es más que obvio!
-Liz: está bien, y las bolsas están detrás del mostrador.
-Kirito: ¿cual de todos?
-Liz: del que tiene armas.
-Kirito: todos tienen armas.
-Liz: ¡pues busca en todos!
-Kirito: me encanta cuando te enojas.
-Liz: ¡pronto te va a dejar de gustar si sigues enojándome!
-Kirito: (buscando detrás de los mostradores) no lo creo, tu enojo es como, no lo sé, agradable.
-Liz: Ya cállate.
-Kirito: ok.

En un rato, Liz sale de su habitación vestida con un traje rojo.

-Kirito: una pregunta ¿encerio tu cabello es rosa o está pintado?
-Liz: encerio es rosa.

Kirito y Liz toman las dos bolsas y salen de la cabaña cargando las bolsas como si fueran mochilas.

Luego de un rato llegan al mercado pero al parecer Liz ya estaba cansada.

-Kirito: ¿puedes avanzar?
-Liz: si, si puedo.
-Kirito: ¿Segura? ¿No quieres ayuda?
-Liz: ya déjame, puedo hacerlo.
-Kirito: (sonríe) volviste a enojarte.
-Liz: mmm.

Ambos continuaron avanzando con las bolsas pero Liz poco a poco empieza a tambalearse a los lados.

-Kirito: déjame ayudarte.
-Liz: que no, (murmura) paremos.

Ambos hacen una parada y se sientan en el piso a lado de un local.

-Kirito: Creo que es mucho peso para una chica como tu.
-Liz: ¿que hacemos?
-Kirito: ¿no es obvio? Dame un poco de los diamantes de tu bolsa.
-Liz: estamos enmedio del mercado ¿estás seguro?
-Kirito: soy el espadachín negro y tu sabes usar una espada. No hay lío.
-Liz: pero yo no traigo mi espada genio ¿que pasa si nos asaltan?
-Kirito: bueno, no es necesario que tú también pelees para que yo gane.
-Liz: (lo peñisca) ¿Dices que no soy nada buena comparada contigo?
-Kirito: hay, hay, eso duele, lo siento.
-Liz: (lo suelta) más te vale.

Kirito mira hacia el piso y encuentra una flor creciendo justo a su lado enmedio de una grieta de la vereda del mercado, era de color rosa pálido y se veía muy bonita así que Kirito la arranca con cuidado.

-Kirito: mira liz.
-Liz: ¿Una flor, y que hay con eso?
-Kirito: toma, combina muy bien con tu mirada (se la pone en el cabello).
-Liz: ¿he? ¿Encerio? (Se la quita) no lo creo (se la devuelve).
-Kirito: ¿porque no?
-Liz: nada que te importe.
-Kirito: ¿no sera que no te valoras?
-Liz: si me valoro, solo que.. nunca nadie que no sea de mi familia me a dicho que soy bonita.
-Kirito: no dije que seas bonita, solo dije que combina con tu mirada (ríe).
-Liz: si sigues así nunca podrás enamorarme.
-Kirito: (ríe) sería más fácil si no fueras tan cerrada.
-Liz: ¿como? (Levantándole la mano).
-Kirito: (risa nerviosa) que tienes razón, eres muy bonita enserio.
-Liz: (sonroja) ya cállate.
-Kirito: bueno, continuemos.

Herrería Del Corazón (Kirito X Lisbeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora