Oscuridad y luz. En mi vida, esas palabras eran polos opuestos, diferentes y alejados. Él llegó para mostrarme que estaba equivocada.
Nadie es totalmente oscuridad, tampoco es totalmente luz. Solo somos... un maravilloso e imperfecto contraste de ambas.
Luz y oscuridad. Blanco y negro. Mal y bien. Todos, tenemos ambos, solo que siempre hay uno que resalta, uno que nos domina.
Él, era luz, de esa cegadora, intensa, purificadora, pero que aveces tenía fallas y se convertía en una espesa niebla.
Yo, era oscuridad, de esa abrumadora, intimidante, rechazada, solo que aveces me convertía en ese pequeño foco de iluminación.
Ambos, por razones que no sé, ni puedo explicar; nos fundimos en una sola... dejando un resplandor oscuro, ese que nos destruyó.
Él no era perfecto, pero para mi, lo era, y así lo sentía.
Yo no era perfecta, para él si, pero en realidad, yo sólo era perfecta estando junto a él.
“Eramos tan directos, desiguales e imperfectos y ahí estaba la coincidencia en lo que no teníamos en común”
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¿Por qué fuiste mi luz?
Teen Fiction«Y lo amaba porque incluso en mi oscuridad, podía sentir la luz de su sonrisa»